El Turronero enfrenta problemas por su fama: Empresarios se niegan a colaborar.
Constructores rechazan acuerdos con José Luis Fernández debido a su tendencia a estar en los medios
'El Turronero' lo ha vuelto a hacer. El empresario gaditano José Luis Fernández se ha convertido en uno de los personajes más comentados de la actualidad rosa tras reunir en una caseta alquilada en la Feria de Abril sevillana a María del Monte e Inmaculada Casal; Fran Rivera y Lourdes Montes; Paz Padilla y su hija Anna Ferrer; Carlos Herrera; Juan José Padilla; El Litri; Raquel Bollo; Gloria Camila; Álex González; Jaime Martínez Bordiu y su mujer Marta.
Más de 90.000 euros habría desembolsado este 'nuevo rico' en dejarse ver mientras agasaja a varias celebrities con las que se ha amistado en los últimos tiempos. "Alquilar una caseta como la que cogió El Turronero puede costar, seguro, unos 30.000 euros sólo el día de ayer. Era caseta doble, y luego el catering, que lo pone él. Había coches de caballos que creo que eran para los invitados. Sé que venía gente en el AVE vestida de flamenca para su fiesta", señalaba Anabel Gil en Antena 3.
La empresaria explicaba en 'Espejo público' que "José Luis es una persona que la vida le ha dado una oportunidad de tener lo que tiene a día de hoy porque él es una persona que es muy trabajadora, pero también ha tenido fortuna en la vida y es una manera de celebrar la vida y de agradecerlo. Y lo agradece así, celebrando con amigos y que todo el mundo se lo pase bien porque él disfruta viendo disfrutar a los demás".
Solo Bertín Osborne falló en la lista del constructor, que justificó la ausencia de su amigo antes de celebrarse la fiesta: "Yo creo que no vendrá porque es tal la cantidad de gente que muchas veces acuden a él con fotos y tal, que no se deja ver". Y, entre risas, reconocía que la fiesta se le había ido "de las manos" porque "al final se entera todo el mundo".
Lo cierto es que la fama le ha facilitado hacer negocios con Antonio Banderas o Íñigo Onieva, y dice que pronto conocerá a Amancio Ortega, pero fuentes empresariales señalan que algunos constructores se habrían abstenido de compartir negocios con El Turronero "por su propensión a las cámaras", a las que son alérgicos empresarios que saben que los principales negocios necesitan discreción.
También la fama le está granjeando algunos disgustos como los rumores que están disparándose sobre sus presuntas relaciones extramatrimoniales. "Le han asignado romances con señoras a las que regala bolsazos, pero él dice que sólo quiere llegar a casa con su mujer y que ésta le prepare una tortilla de atún", señalaba hace unos días Beatriz Miranda en La Otra Crónica de El Mundo.
Y Federico Jiménez Losantos en Es Radio se preguntaba si se podía hablar "sobre la novia periodista de El Turronero", que siempre ha hecho gala del orgullo que tiene por su mujer y 2 hijos, y ahora se ve salpicado por rumores que él niega en privado.
El Turronero y familia siguen siendo los puntales de la Fundación López Mariscal, que señala que el empresario quiere "ayudar a sus vecinos de Ubrique y la Sierra de Cádiz" desde que el año 2000 decidió "contribuir económicamente, al igual que el resto del pueblo de Ubrique, en la construcción de la Residencia de Mayores Nuestra Sra. de los Remedios".
"Y a partir de ese año comienza a escuchar a todas aquellas personas que se acercaban a su oficina y le contaban sus necesidades económicas, a las que siempre ha ayudado de alguna manera", explica la fundación.
También señala esta organización fundada por el constructor que el mayor deseo de José Luís Fernández 'El Turronero' y su esposa es que los dos hijos continúen con la labor filantrópica "que tantos momentos de felicidad le han propiciado a sus progenitores", para lo cual han creado la Fundación López Mariscal.
"Su propósito en definitiva es devolver a la sociedad, mediante una labor de mecenazgo, una parte del éxito empresarial de la familia", añaden.
Famosos y condenas
El gran proyecto futuro de 'El Turronero' está radicado en la nueva Ciudad del Deporte que liderará Miguel Ángel Gil Marín, que ve con buenos ojos que el empresario gaditano monte un centro comercial que podría suponerle una inversión superior a 50 millones de euros.
El gaditano utilizará su compañía, Grupo Lomar 2011, para poner en marcha este negocio que alojaría varios negocios de hostelería. Fuentes cercanas a la operación señalan que la sintonía entre el 'amigo de los famosos' y Gil Marín es tan buena que no se descarta que el gaditano y el hijo de Gil y Gil hagan otros negocios.
Este proyecto podría acrecentar la fama de El Turronero, que en mayo de 2022 mostró su poderío tras reunir en el bautizado de sus nietos en Jerez personalidades como el dúo Camela, Chenoa, Susanna Griso, Isabel Gemio, Fran Rivera o Albert Rivera.
Por aquel momento 'El Turronero' se había ganado la simpatía de muchos andaluces tras desembolsar el dinero para pagar la residencia de Jesús Quintero en Ubrique. Bertín Osborne lo confirmó: "Está ayudando económicamente a Jesús, pero no solo a él, a más gente de su familia".
Y el pasado verano copó todas las revistas del corazón al invitar a 3.000 personas a la celebración de su 60 cumpleaños. Al convite organizado en el Palacio de Exposiciones de Sevilla acudieron, entre otros muchos, Albert Rivera, Joan Laporta, Ana María Aldón, Paz Padilla, Los Morancos o Santiago Segura, ahí es nada.
El empresario hecho a sí mismo está acusado de utilizar a famosos para blanquearse tras haber sido condenado en varias ocasiones. 'El Turronero', que comenzó en la venta ambulante de turrones junto a su familia, hizo carrera en el mundo de los seguros y posteriormente se hizo millonario gracias a sus negocios inmobiliarios.
En los últimos años el empresario no está logrando evitar las polémicas y ha sido condenado por el 'caso Karlos' (por la cual se le condenó a dos años de cárcel al contribuir a que la madre de María José Campanario obtuviese una paga de la Seguridad Social a la que no tenía derecho).
También fue condenado por el caso 'Estación de autobuses' a un año y medio de cárcel por hacerse con la antigua estación de autobuses de Jerez gracias a la ayuda del exalcalde Pedro Pacheco (que no cumplió con los principios de publicidad y concurrencia en concurso público).
Y en 2017, a cuenta de la 'operación Lobo', se vio obligado a desembolsar 1 millón de euros tras admitir que había emitido facturas falsas tras la desarticulación de una red de empresas que defraudaron a Hacienda
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