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Hombre sonriendo frente a un cartel de Unicaja Banco.
INVESTIGACIÓN

Tomás Olivo busca ser consejero de Unicaja previo a fusión con Sabadell.

Rey de centros comerciales y amigo de Jesús Gil busca aprovechar nueva etapa en entidad bancaria.

El empresario murciano Tomás Olivo López (73 años, Balsapintada) tiene un gran emporio (atesora un patrimonio de 3.100 millones de euros, lo cual le convierte en la décima fortuna de España y en la 1.061 del mundo, según Forbes), y ahora su objetivo es sumar poder

El amigo del exalcalde de Marbella Jesús Gil y Gil está en plena construcción de su décimo centro comercial, el Valdebebas Shopping, que será el más grande de Madrid al contar con 400.000 metros cuadrados, 120.000 m2 de superficie bruta alquilable, 6.500 plazas de garaje y alrededor de 300 firmas de moda

Y con un ojo en el sur, está 'presionando' a la nueva cúpula de  Unicaja para que el 9,012% de las acciones que posee en la entidad de crédito malagueña le otorguen un puesto en el Consejo de Administración, lo cual le correspondería por el número de acciones atesoradas. 

Olivo se convirtió hace unos meses en el segundo accionista de la entidad de crédito por detrás de la malagueña Fundación Unicaja, que posee más del 30% de Unicaja Banco, olvidando así su fallida intentona de hacerse con el 3% de la entidad que puso en venta el fondo británico-maltés Onceanwood

El rey de los centros comerciales quiere hacerse fuerte en la nueva etapa de Unicaja Banco, que acaba de nombrar presidente a José Sevilla, consejero delegado de Bankia entre 2014 y 2021 tras la jubilación anticipada y sorpresiva de  Manuel Azuaga, que ha resuelto la crisis interna que sufría la quinta entidad de crédito español y ha dicho adiós pese a tener contrato hasta 2025.

Unicaja obtuvo en 2023 el menor de los beneficios de la gran banca española (267 millones, lo cual supone un cuatro por ciento menos que en 2022) y ahora pretende disparar ganancias tras haber estabilizado su capital y haber renovado su cúpula. 

La entidad crediticia de origen malagueño se ha puesto en manos de su nuevo consejero delegado, Isidro Rubiales, cuya designación, según señaló Azuaga, "persigue dinamizar la actividad comercial, y reforzar la capacidad de generación de resultados, dotando de continuidad la trayectoria de solidez financiera y de vinculación con los territorios en los que operamos, especialmente en los de origen, donde debemos seguir siendo entidad de referencia". 

Azuaga dice adiós tras 'derribar' al histórico  Braulio Medel, que para alegría del clan malagueño del banco cayó como presidente de la Fundación Unicaja en la que se mantuvo hasta el verano de 2022 gracias a una pinza entre sevillanos y asturianos de la extinta Liberbank,  integrada en Unicaja

En el sector se contempla una posible fusión de Unicaja con el Sabadell, aunque por ahora las dos entidades dicen estar en proceso de negociación. 

500 millones de inversiones a la vista

Tomás Olivo, natural de la pedanía de Balsapintada, que cuenta con menos de 2.000 habitantes y pertenece al municipio de Fuente Álamo (Murcia), posee  el Parque Comercial La Cañada (Marbella), el Centro Comercial Mediterráneo (Almería), el Centre Comercial Mataró Parc (Barcelona), el Parque Comercial Gran Plaza (Almería), el Parque Comercial Las Dunas (Cádiz), el Parque Comercial Nevada Shopping (Granada), Las Terrazas Outlet (Gran Canarias), El Mirador Shopping (Gran Canaria) y el Centro Comercial Dos Mares (Murcia).

Dos hombres en trajes formales levantando la mano en señal de saludo, uno con fondo oscuro y el otro con fondo claro y un logotipo.
Jesús Gil y Tomás Olivo. | El Cierre Digital

El empresario es padre de nueve hijos de tres mujeres diferentes y en los últimos años ha sido noticia, principalmente en la comunidad andaluza, por haber sido indemnizado  en 2018 por la Junta de Andalucía con 168 millones de euros  por paralizarle las obras del citado centro comercial granadino.

Olivo invertirá parte de los beneficios obtenidos en la caja malagueña a través de la compañía General de Galerías Comerciales de la que posee el 99,58% y que está fiando su futuro a las inversiones en Valdebebas. Esta empresa, sin apenas deuda, obtuvo en 2021 unos ingresos de 150 millones de euros y, por su falta de gastos, logró unos beneficios de 104 millones. 

General de Galerías Comerciales operaba hasta el pasado año como socimi (sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria), lo que le permitía pagar por el impuesto de sociedades apenas del 0,17% de sus beneficios (de los 104 millones en 2021 apenas tenía que pagar 184.000 euros). 

Pero Olivo ha tenido que renunciar a esta figura para convertirse en sociedad anónima, lo que ha disparado su pago de impuestos. El portal EjePrime aseguró que finalmente ha pagado en impuestos 34,8 millones, un 19.000% más. ¿La razón del cambio? La ley obliga a las socimi a entregar el 80% de los beneficios a sus accionistas, lo que descapitaliza la empresa. 

A cambio, su empresa puede invertir 500 millones en Valdebebas y las reformas de cuatro centros comerciales, hecho por el cual Olivo necesitaba dinero líquido para afrontar las cuantiosas obras. 

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