
La seguridad privada del fútbol tras el caso Cornellà: 'Reducen recursos por ahorrar'
Incidentes como el atropello en Cornellà ponen de relieve la falta de recursos en la seguridad en este tipo de eventos
La situación de los vigilantes de seguridad es cada vez más precaria, con sucesos impactantes que ocurren frecuentemente. El partido que ha dado a los culés el trofeo de Liga, entre el Espanyol y el Barcelona, empezó con un atropello a varios aficionados.
En los vídeos del suceso se puede ver a varios hinchas del Espanyol rodeando un coche y zanzareándolo cerca del estadio de Cornellà el pasado 15 de mayo. Se puede atisbar que la conductora aceleró y embistió a varios aficionados, de los cuales 14 resultaron heridos, uno de ellos en estado crítico. La conductora ha dado negativo en alcohol y drogas, y se encuentra detenida en este momento.
El comisario Eduard Sallent ha afirmado que “no es el primero ni el último caso” de conductores que se quedan atrapados en una aglomeración cerca del estadio, según El País. El incidente también tuvo repercusión en las gradas, puesto que un aficionado blanquiazul saltó una de las vallas del campo para avisar al portero del equipo. El aficionado pidió que se suspendiera el partido, y la policía le expulsó del campo.

Sucesos como este recuerdan a cuando hace dos años en el mismo estadio y los mismos equipos centenares de ultras blanquiazules saltaron al campo. Los radicales hacían esto mientras que los jugadores culés festejaban el título de la Liga tras haber ganado el partido y la competición. Situaciones como esta responden a una reducción de recursos en la seguridad privada, tanto humanos como materiales.
Alberto García, portavoz de Alternativa Sindical, ha conversado con elcierredigital.com sobre la situación de los vigilantes en los estadios.
El estado de la seguridad privada en los estadios
La Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte regula algunos aspectos de seguridad relacionados con los vigilantes. Concretamente, estipula que es responsabilidad del organizador del evento adoptar las medidas de seguridad establecidas por dicha ley.
“El control de accesos es responsabilidad del club a través de la seguridad privada del club. Lo que pasa es que al final los clubes van al ajuste presupuestario y económico, y no invierten lo suficiente en seguridad”, explica Alberto García.
La Ley 19/2007 también recoge la actuación en los encuentros “de alto riesgo”. “Partidos como el del otro día de Espanyol-Barça se califican de alto riesgo por la rivalidad que existe entre ambos clubes”, afirma García. El portavoz de Alternativa Sindical expone que en estos eventos “los clubes no contratan las horas de seguridad que hacen falta por un mero ahorro económico”.

“En ocasiones nos hemos visto envueltos en trifulcas dentro del estadio y al final los vigilantes de seguridad somos los primeros en acudir. Somos los primeros que tienen que repeler este conflicto y estamos desprotegidos”, afirma el representante.
Mayores medidas de protección
Por otra parte, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales establece que corresponde al empresario equipar a sus trabajadores con protección adecuada. Entre los recursos materiales de protección que exige Alternativa Sindical se encuentran los cascos y los chalecos “antitrauma y antipinchazo”. “Cualquier agente de las fuerzas de seguridad pública llevan estos chalecos, que protegen de agresiones con objetos cortantes”, describe García.
El portavoz asegura que las empresas de seguridad privada “no dotan de medidas de protección adecuadas a sus trabajadores por un ahorro económico”. De hecho, ADN Sindical Seguridad y Servicios denunció ante Inspección de Trabajo al FC Barcelona por este motivo, como informamos en elcierredigital.com.
En cuanto a los salarios, García asegura que “hay empresas que pagan un incremento por hora trabajada en el estadio, pero no es ninguna panacea”. “Hay muchísimos compañeros que no quieren ir a un partido normal de liga porque no vale la pena”, afirma el portavoz. El miembro de Alternativa Sindical cifra el sueldo por partido alrededor de los 50 euros brutos, pero explica que "depende de la empresa".
Elcierredigital.com ha podido constatar que a muchos vigilantes -que se pueden diferenciar de los agentes por sus chalecos amarillos- les llegan a pagar de 8 a 10 euros la hora. Voces del ámbito de la seguridad exponen que "esta retribución no hace justicia al nivel de riesgo que asumen los vigilantes al enfrentarse a los hinchas del fútbol".
El perfil del hincha problemático
Alberto García asegura que los estadios de fútbol en España son “bastante tranquilos en comparación con competiciones como la Premier League”. “El hooligan es más ferviente y puede dar más problemas, aunque aquí raro es el partido que termine sin ningún incidente”, prosigue.

“Hay muchos perfiles de hincha problemático, está el mero alborotador que ya entra con ganas de gresca. O los muy forofos de su club, que montan escándalo a base de insultos cuando hay una jugada polémica y acaban a tortas”.
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