Seguimiento ilegal a políticos del PP de Madrid por interés de Ignacio González.
José Oreja ha manifestado que le ordenaron seguir a Cristina Cifuentes, Manuel Cobo y Alfredo Prada
De esta manera, Oreja ha manifestado que entre las funciones que realizaba en la Dirección General de la Comunidad de Madrid figuraba la de asistir a las Juntas locales de Seguridad y observar los ayuntamientos en los que se habían implantado las BESCAM, entre otros cometidos.
Ordenes ilegales
En este sentido, ha asegurado que una de las órdenes que recibió era “ilegal” y consistía en el seguimiento a los políticos Cristina Cifuentes, Manuel Cobo y Alfredo Prada- rivales políticos de Esperanza Aguirre-, así como a “un alcalde socialista de Getafe o Fuenlabrada”. Ante esta acusación de espionaje, Oreja ha aseverado que en cuanto recibieron la mencionada orden se negaron a cumplirla y denunciaron esta situación irregular ante Francisco Granados.
“Nos mandaban como pollo sin cabeza a sitios públicos donde no había ningún problema. Sospechamos que algún tipo de maldad había. Ahora sé que era para hacer coincidir el posicionamiento de mi teléfono con los sitios donde ellos querían que estuviese”, ha asegurado entorno a la acusación de espionaje.
En cuanto a la malversación económica de la que se le acusa, el guardia civil ha negado haber realizado “actividades ilícitas” ni haber recibido ningún tipo de dinero por dichas actividades.
Antonio Coronado, otro de los guardias civiles acusados, ha reafirmado la versión de Oreja y ha asegurado que no cometió ningún tipo de espionaje ni malversación. De la misma manera, ha manifestado que cuando recibieron las órdenes de sus superiores se negaron a cumplirlas, desobedecieron y denunciaron la situación.
"Las cloacas de Villarejo"
Además, José Oreja ha querido dejar constancia de que estas órdenes de seguimiento a determinados políticos en la Comunidad de Madrid podrían estar vinculadas con las “cloacas policiales” de Villarejo.
En otro orden, sobre las notas que publicó el diario El País, donde supuestamente los guardias civiles informaban de los seguimientos a sus superiores, los acusados han negado que hubieran sido escritas por ellos. “No coinciden ni en forma ni en contenido”, ha declarado Oreja, quien describe como “una chapuza” los partes publicados en prensa.
Los encausados han querido dejar constancia de las “presiones laborales y psicológicas” que sufrieron tras denunciar las órdenes “ilegales” que recibieron por parte de Sergio Gamón y de su número dos, Miguel Castaño. “Eso era una locura, pero nunca cumplimos seguimientos a nadie”.
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