Rocío Gil Oset hereda el emporio inmobiliario revitalizado por su padre en los 90
La hija del exalcalde de Marbella dirige relaciones institucionales de una empresa que facturó casi 31 millones en 2021.
Los herederos del controvertido Jesús Gil y Gil han dejado atrás los problemas que legó su padre, ya que en 2011 fueron condenados por el Tribunal de Cuentas a pagar más de 100 millones de euros por las deudas generadas por su padre, aunque finalmente, y tras recursos, tuvieron que sufragar solo unos 5 millones de euros. Una 'calderilla' para ellos.
El primogénito del exalcalde de Marbella y expresidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil Marín, piensa más en el futuro que en el pasado junto a su mujer, Carmen Oset, con la que se casó un mes antes de la primera victoria de su padre en Marbella (en abril de 1991) y con la que convive en la finca madrileña 'Memé', finca sita en la carretera de Barajas a Alcobendas.
Rocío Oset da el paso
Ambos comparten una hija, Rocío Gil Oset, directora de relaciones institucionales en Gilmar y llamada a heredar la compañía, ya que tanto Gil Marín como su socio Manuel Marrón hablan en público de la necesidad de que la empresa trascienda a sus carreras profesionales.
Gil Oset está adquiriendo nuevas competencias junto a su marido, Philip Pérez-Cirera, que hace dos años se casaron en la basílica madrileña de San Francisco el Grande (con Pitingo cantando el Ave María tras la ceremonia) y son padres de una niña que nació el pasado año en la clínica La Zarzuela.
Aparcando la moda
La heredera, que ha hecho sus pinitos en el mundo de moda y ahora ha aparcado esta labor para centrarse en su futuro, estudió publicidad relacionada con las nuevas tecnologías, posee un MBA en Protocolo y Organización de Eventos y un Executive de Dirección de Empresas Inmobiliarias en el Instituto de Empresa.
Pérez-Cirera, de padre mexicano y madre francesa, también podría ver aumentadas sus responsabilidades dentro de la compañía pese a su demostrada especialidad en vender casas de lujo al ser "un excelente relaciones públicas", reconocen en la compañía.
Perfil bajo
Rocío Gil apuesta por un calculado perfil bajo a nivel mediático, hecho que dista de la estrategia 'ruidosa' de su abuelo o incluso de la de su padre, que tampoco se esconde ante las cámaras.
La heredera de Jesús Gil Marín tan solo se exponía como modelo, pero ahora ha decidido aparcar esta labor.
Rocío Gil tendrá como objetivo mantener las ventas de Gilmar, que en 2021 facturó casi 31 millones de euros (más de un 36% que el pandémico 2020) y obtuvo unos beneficios de 4 millones de euros (por los 600.000 que perdió en el ejercicio anterior).
Patrocinios
Jesús Gil Marín ha heredado de su padre su apuesta por patrocinar infinitos eventos (en las últimas semanas Gilmar ha patrocinado los premios empresariales CIT en Marbella, los galardones de comerciantes ACBM de Boadilla del Monte y una gala benéfica de la fundación Soñar Despierto), de cuyas gestiones se encarga su hija.
El hijo de Gil y Gil cree que los patrocinios de saraos de alto standing contribuyen a que no caigan sus ventas, que no se desplomaron ni en la crisis de 2008: "Hay una demanda que nunca se va a ver afectada. Por un lado, el inversor, como family office o fondos, que se plantean la vivienda como un valor seguro que se puede tocar, alquilar o ceder, al contrario de la bolsa, que si tienes problemas en tus inversiones tienes pocas salidas. El sector inmobiliario es una inversión bastante consolidada".
La verdad de Jesús Gil Marín
Jesús Gil Marín, es el primogénito de la familia del exalcalde de Marbella. Aunque su padre lo intentó situar en el Atlético de Madrid, la aventura de Jesús Gil Marín (62 años) fue un completo desastre y tuvo que dejar todos sus cargos en el club colchonero en el 2003.
Hoy, su gran negocio es la consultora inmobiliaria Gilmar, que creó hace cuatro décadas junto a su socio Manuel Marrón, un camarero reconvertido en propietario de varios restaurantes muy conocidos en Madrid. Marrón era el camarero que Gil y Gil tenía a su servicio en su complejo de Los Ángeles de San Rafael en Segovia, famoso por la catástrofe que ocasionó cerca de 60 muertos.
Gil y Gil apostó por tener a Marrón cerca deJesusito, como se le conoce familiarmente, nunca fue un buen estudiante, sin embargo, llegó gracias a la mediación de su padre a ser alcalde del GIL en Estepona (Málaga), entre los años 1995 y 1999, donde dejó un reguero de irregularidades que a día de hoy todavía se investigan. Le gustan los toros y los caballos.
Es el más aficionado de los cuatro hermanos a montar. Suele hacerlo en su finca Memé, su heredad principal en la localidad madrileña de Alcobendas, en la carretera de Barajas, donde vive con su mujer Carmen Oset. Tiene una única hija, Rocío, una modelo de 31 años, que protagonizó varios titulares en la prensa en el año 2021 por su matrimonio con Philippe Pérez-Cirera y por la hija que tuvo con él un año más tarde. Hoy, la heredera del emporio inmobiliario de la familia Gil y Gil que revitalizó su padre Jesús Gil Marín.
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