Logo El Cierre Digital
Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil Marín.
INVESTIGACIÓN

La relación entre Florentino Pérez y Gil Marín se dinamita: Ceferin lo provoca

Aleksander Ceferin abrió este jueves en París el 48 Congreso Ordinario de UEFA anunciando que en 2027 no se presentará

El 48 Congreso Ordinario de UEFA que arrancó ayer en París tenía como interés que el organismo futbolístico europeo sacase pecho por su 70 cumpleaños y apretase filas ante el nacimiento de la Superliga.

Para ello, la UEFA ha ejecutado fichajes como el de Miguel Ángel Gil Marín, dueño del Atlético de Madrid, que bendijo el nuevo torneo alumbrado por el Real Madrid y otros clubes y ahora, tras darse de baja de la Superliga, se ha integrado en la cúpula de UEFA.

Pero el presidente del organismo, Aleksander Ceferin, rompió ayer todos los esquemas al anunciar que en 2027 no se presentará a la reelección. El esloveno cerrará una etapa que arrancó en 2016 tras tomar el mando de UEFA que ostentaba de forma transitoria el español Ángel María Villar, que había asumido la presidencia de manos de Michael Platini, corneado por el 'Fifagate' (que destapó la corrupción futbolera) al igual que su homólogo en FIFA, el suizo Joseph Blatter.

Ceferin arremete contra Florentino Pérez

Miguel Ángel Gil Marín acaba de integrarse como miembro del Comité Ejecutivo de UEFA gracias a su puesto como vicepresidente de la Asociación de clubes, asociación que batalla contra la Superliga bajo la presidencia del catarí Nasser Al Khelaifi (presidente del PSG francés). 

El presidente colchonero ha sido promocionado por Ceferin, que ayer mostró su hartazgo: "Estoy cansado. Hemos sufrido el Covid, la Superliga, la superioridad moral de quienes nos critican, de aquellos que dicen que la UEFA está dividida, fragmentada. Estoy feliz y orgulloso, he sido el capitán de un barco que ha navegado entre la tormenta".

A Florentino Pérez le pitaron los oídos tras los dardos del presidente de UEFA: "Necesitamos la unidad europea porque no la tenemos. El fútbol europeo representa uno de los símbolos de Europa. La unidad es lo único que nos puede salvar, incluso en el fútbol. Hay quien está intentando pisotear, individuos que nos quieren dividir hablando del libre mercado para seguir creciendo en su ego, en su poder y dinero. No todo el mundo puede comprar el fútbol".

Miguel Ángel Gil Marín.
Miguel Ángel Gil Marín. | El Cierre Digital

La Superliga "es como la manzana de Blancanieves" según Ceferin, que afirma que "70 años de historia, tradición, pasión, unidad, coraje y creatividad no pueden dejarse de lado, especialmente cuando los capítulos más emocionantes están todavía por escribirse. El fútbol cuenta con ustedes".

Su emotivo discurso contra la deriva mercantilista del fútbol fue muy aplaudido: "La historia de la cooperación europea está representada por ciertos símbolos que son simplemente intocables. Y el fútbol europeo es uno de esos modelos. Nunca antes, en los tiempos modernos, nuestro continente había parecido tan frágil, tan fragmentado, tan fracturado. Amigos míos, vivimos tiempos difíciles. Lo sabemos. Pero la unidad hace la fuerza, y la unidad es lo único que puede salvarnos. En todos los niveles, hasta en el humilde campo de fútbol".

Y añadió contra Bruselas: "Parece que en la Unión Europea sólo cuenta una ley: la ley del mercado. Algunas personas piensan que se puede comprar cualquier cosa. Todo está a la venta. Todos somos consumidores y nada más. Esta es una perspectiva de la vida. Pero no es nuestro. Nunca será nuestro. Este no es el tipo de sociedad que queremos transmitir a nuestros hijos. No es el tipo de Europa que imaginaron sus padres fundadores. No lo es". 

Llama la atención que 26 de los 27 países de la Unión Europea hayan firmado una carta contra la Superliga liderada por el Ejecutivo francés. Solo un Estado se ha desmarcado de la misiva: España, que según algunas voces cercanas al Gobierno reconocen que no se ha adherido "por el poder que goza Florentino Pérez en el Gobierno de Pedro Sánchez". 

Cronología del desencuentro entre Gil Marín y Florentino 

El 18 de abril de 2021 la Superliga fue lanzada por 12 clubes, pero la reacción del resto de organismos y la mayoría de equipos provocó que nueve de estos padrinos —todos excepto Real Madrid, Barcelona y Juventus— se diesen de baja. 

Tres días después de la puesta en marcha, el Consejo de Administración del Atlético de Madrid comunicó "formalmente a la Superliga y al resto de clubes fundadores su decisión de no formalizar finalmente su adhesión al proyecto". 

"El Atlético de Madrid tomó la decisión de sumarse a este proyecto atendiendo a unas circunstancias que a día de hoy ya no se dan. Para el club es esencial la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados. La plantilla del primer equipo y su entrenador han mostrado su satisfacción por la decisión del club, al entender que los méritos deportivos deben primar por encima de cualquier otro criterio", aseguraron.

Este comunicado supuso el divorcio entre Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil Marín, que no ha dejado de "ascender posiciones dentro de LaLiga y UEFA" desde aquel portazo, recuerdan fuentes del Real Madrid. 

"Me gustaría pedirte disculpas por la confusión que se ha generado en los últimos días en el fútbol europeo y explicarte en detalle la postura del Atlético de Madrid y las decisiones que hemos tomado", decía el hijo de Jesús Gil y Gil a los aficionados.

Y aseguró que su club "decidió aceptar la invitación para formar parte de la Superliga con la intención de defender los intereses del Atlético de Madrid desde dentro de una organización que tenía como uno de sus objetivos principales dialogar y negociar con UEFA la búsqueda de nuevos formatos que fomenten una gestión equilibrada de los derechos deportivos y económicos e incluyendo criterios de solidaridad con toda la familia del fútbol". 

Eso sí, Gil Marín no clarificó demasiado el culebrón al no explicitar los motivos de su ruptura: "Sin embargo, las condiciones y circunstancias bajo las que se iba a producir nuestra incorporación a dicho grupo no se han cumplido y, en consecuencia, en el día de hoy hemos decidido no consolidar finalmente nuestra adhesión al proyecto". 

Esta afirmación derivó en ruptura entre Gil Marín y Florentino, tal y como se evidenció en el fin de la cláusula que ambos clubes acordaron para no robarse a canteranos, o en una carta del propietario del Atlético de Madrid a sus socios para protestar por un arbitraje que supuestamente benefició al Real Madrid en un encuentro copero.

Además, medios afines al 'florentinismo' se dedicaron a perseguir a Gil Marín por los restaurantes madrileños para evidenciar su sintonía con Joseph Oughourlian (presidente del Grupo Prisa), con el que controla supuestamente el Real Zaragoza pese a que la Ley del Deporte prohíbe tener intereses en dos clubes que juegan la misma competición.

➡️ Investigación

Más noticias: