La amistad íntima de Bárbara Rey y Encarna Sánchez sale en las grabaciones al Emérito

La relación de amistad entre Bárbara Rey y Encarna Sánchez ha sido, durante décadas, un tema recurrente de especulación y fascinación en los medios españoles. Este vínculo íntimo, que se forjó en medio de una España cambiante tras la muerte del dictador Franco, fue más que una simple amistad. 

Lo que en apariencia comenzó como una admiración profesional mutua, se fue transformando en algo personal. Una amistad que acabaría de manera abrupta en 1980, cuando la vedette contrajo matrimonio con Ángel Cristo. Sin embargo, años después, la relación entre ambas salió a relucir incluso en las conversaciones telefónicas grabadas por la vedette al entonces rey, Juan Carlos de Borbón.

Para entender la naturaleza de la relación entre Encarna Sánchez y Bárbara Rey es fundamental conocer el contexto histórico. Encarna fue una de las locutoras más influyentes de la España de los años setenta y ochenta. Mientras que Bárbara Rey era la vedette del momento.

Tras haber despegado su carrera en Radio España de Madrid con programas como "CS y buen viaje", Encarna tuvo que abandonar el país en 1970 debido a presiones políticas del franquismo. Sin embargo, su regreso a España a finales de 1977 coincidió con la transición democrática, un momento clave en la historia del país.

La locutora almeriense mantuvo a su llegada a Madrid una relación cercana con Sabino Fernández Campo, por entonces jefe de la Casa del Rey. Sabino era teniente coronel del Ejército de Tierra en aquel año 70 en que Encarna tuvo que salir obligada de España. Él, como muchos otros, sabía qué había detrás de la partida de la gran 'Encarnita', que ya era el ídolo de taxistas, camioneros y serenos. 

A su vuelta de las Américas, en marzo de 1977, Encarna contactó de nuevo con Sabino pidiéndole ayuda para retomar su carrera en Radio Televisión Española (RTVE). Pero las ofertas que recibió fueron insatisfactorias. 

"Sabino la atendió como buen amigo[...]pero le ofrecieron en TVE una miseria, unas migajas que ella no podía aceptar". Así lo expresa su 'eterno' productor Pedro Pérez, coautor junto con el director de elcierredigital.com, Juan Luis Galiacho, de ‘Encarna en carne viva’ (La Esfera de los Libros, 2022).

La relación de Encarna con la Casa Real nunca fue especial.  A pesar de la cercanía con Sabino Fernández Campo, no llegó a entablar una amistad con el rey Juan Carlos, al que nunca entrevistó. "Encarna no era amiga de Juan Carlos de Borbón, no tenían ninguna coincidencia. Puede que Encarna tuviera una herida abierta con la monarquía porque su padre fue fusilado por el franquismo cuando acabó la Guerra Civil por ser republicano", subraya Pedro Pérez. 

Así las cosas, un año tras su regreso, en 1978,  Encarna acabó en Radio Miramar de Barcelona. Lo hizo “tras una oferta que le trasladó su amigo Luisito Rey, padre del cantante mexicano Luis Miguel”.

Fue allí, en la Ciudad Condal, donde conocería a una de sus más íntimas amigas, Bárbara Rey, de nombre María García García.

La vedette de Totana era por entonces una figura en ascenso en el cine y en la televisión. Durante la década de los 70 su popularidad había ido creciendo considerablemente. Su carrera estuvo marcada por el "destape", un movimiento cultural que surgió tras la muerte de Franco, y su brillante  programa en TVE de nombre 'Palmarés'.

Tal y como explica Pedro Pérez, “Bárbara Rey ya despuntaba en esa España de principios de los 70. Pero, sin embargo, esa etapa Encarna Sánchez se la perdió, por entonces estaba 'exiliada' en las Américas. Por eso,  la primera vez que Encarna vio en directo a Bárbara fue en 1978. Y lo hizo en Barcelona, cuando  la vedette estrenó en el Teatro Victoria de Barcelona su revista musical, llamada Barcelona es Bárbara".

"Esta cita fue muy significativa para ella, porque Encarna nunca se ausentaba del micrófono, en ninguno de sus programas. Sin embargo, esa noche se ausentó para ver el estreno musical de Bárbara Rey. Como también lo hizo para ver actuar en Barcelona a Rocío Jurado, otro de sus amores platónicos”. 

Cuenta su productor Pedro Pérez que cuando Encarna vio a Bárbara Rey estrenar su revista musical "se quedó impregnada de ella, se enamoró de su figura musical".

Y este fue el punto de partida de una relación que pudo haber ido más allá de una amistad.

La amistad ‘íntima’ entre la vedette y la locutora

A lo largo de todos estos años se ha especulado mucho sobre si Bárbara Rey y Encarna Sánchez mantenían una presunta relación amorosa. Y aunque ninguna de las dos lo confirmó públicamente, la cercanía entre ellas fue evidente en ese periodo de finales de los años 70.

“Desde aquel primer encuentro en el Teatro Victoria, Encarna se fijó en ella. Físicamente le gustó mucho y poco a poco empezó a enamorarse de su figura artística. Encarna trataba de coincidir con ella muchas noches a la salida de la radio. Y en ocasiones era Bárbara la que iba a recogerla a los estudios de Radio Miramar, en la plaza de Cataluña". Así lo vivió Pedro Pérez.

"Pero Encarna también le hacía favores. Y en varios momentos de sus respectivas carreras ambas se apoyaron mutuamente”, según el productor. Especialmente en el año 1979, cuando Encarna seguía en Radio Miramar de Barcelona y la vedette presentaba su revista musical en el Paralelo de la Ciudad Condal.

El productor y mano derecha de la locutora durante más de 20 años señala a elcierredigital.com que hubo otro hecho significativo. “En el año 1979, Encarna sacó una revista titulada 083-Encarna de Noche... y rápidamente le dijo a su amigo José Manuel Parada que hiciera una entrevista a la vedette,  donde hablara de su espectáculo y de sus vacaciones en la Costa Brava”.

“Yo creo que Encarna sí se enamoró de Bárbara Rey. Pero la locutora no era una persona echada para adelante, no ‘atacaba’ a sus ligues si no lo veía claro... y nunca dio el paso definitivo”.

Un último acercamiento entre Encarna y Bárbara

La amistad entre la vedette y la locutora llegó a su fin en 1980, cuando Bárbara Rey contrajo matrimonio con el domador de circo Ángel Cristo.

El enlace supuso un duro golpe para Encarna, quien se sintió profundamente herida porque su amiga no le había comentado nada.

“Aún guardaba sentimientos hacia la vedette que nunca fueron correspondidos. Encarna era incapaz de sentir a medias. O lo sentía todo o no sentía nada”, señala Pedro Pérez.

Llena de resentimiento por el desplante, materializó su enfado a través de sus locuciones radiofónicas. "Ante el micrófono Encarna no se cortaba un pelo y criticó duramente a Ángel Cristo. Y en una de sus críticas llegó a ‘predecir’ que Ángel Cristo marcaría el fin del circo", señala Pedro Pérez.

El productor también incide en que "Encarna no ocultaba su desdén por ese matrimonio. Aseguraba que Bárbara, una figura espectacular, no merecía acabar casada con un domador de leones”.

“Esta jugada era ‘típica’ de Encarna. Le pasó lo mismo con otro amor ‘platónico’, Rocío Jurado.  Cuando la tonadillera se casó con José Ortega Cano en 1995, la locutora  cargó contra el torero en la radio. Decía que no era buen torero, entre muchas otras críticas”.

Sin embargo, esta frustrada relación entre Bárbara y Encarna dio un giro paradójico en 1996. Fue durante los últimos días de vida de la radiofonista, ya muy debilitada por su cáncer de pulmón.

Una de las pocas personas que tuvieron acceso al chalet madrileño de Encarna, en La Moraleja, durante sus últimos días fue Bárbara Rey. La totanera fue a visitarla y al encontrar a Encarna descansando esperó unos minutos por si se despertaba. Pero no fue así. Y al cabo de un tiempo se marchó prometiendo regresar pronto. Cosa que nunca llegó a suceder más. 

El cáncer de la locutora avanzó rápidamente y nunca hubo una segunda visita, ya que Encarna falleció poco después, el 5 de abril de aquel 1996.

“Yo creo que fue porque María[Bárbara]tenía una 'deuda' con Encarna. La locutora pudo haber explotado el escándalo de ella con el rey Juan Carlos, el cual conocía perfectamente. Y no lo hizo. Nunca se sumó a los cotilleos sobre el monarca y la vedette. Y creo que Bárbara lo tuvo en cuenta a la hora de visitar a Encarna días antes de su muerte”, señala Pedro Pérez.

Encarna en las grabaciones de Bárbara Rey al Emérito

Pero esta amistad íntima entre la totanera y la locutora almeriense  se ‘coló’ en una de las múltiples conversaciones telefónicas grabadas por la vedette al entonces rey Juan Carlos. 

El nombre de Encarna Sánchez salió en el contexto de los problemas que acechaban a los ministros de Felipe González, debido a las revelaciones que habían publicado los periodistas Antonio Rubio y Manuel Cerdán en el diario El Mundo, sobre las escuchas del CESID. Y en concreto, sobre el rey de España.

En parte de esa conversación —publicada por Ok Diario— se escucha: “Hay ya grupos intelectuales, periodistas, sectores contrarios a Felipe dentro del PSOE. Un grupo importante del PSOE, liderados por Alfonso Guerra, y un grupo de IU de intelectuales. Esos están detrás de una cosa y es la República”, le decía Juan Carlos de Borbón a  Bárbara Rey.

Fue esta conversación grabada lo que dio pie a la posterior aparición en la escena de Encarna Sánchez. Y con el contexto de disgusto que Juan Carlos de Borbón tenía con los periodistas de aquellos años. En concreto, en la cinta grabada por Bárbara Rey mostró su dureza contra tres presentadores de la cadena COPE que, según él, eran beligerantes contra la corona.

Se trataba de Antonio Herrero, Federico Jiménez Losantos y, como no, Encarna Sánchez. Con ella, el rey se mostró muy crítico. Sobre todo, porque Encarna en una de sus últimas editoriales, en su programa 'Directamente Encarna', arremetió contra la monarquía, según él, en beneficio de la República.

Este fue el punto culmen para que Bárbara le confesara a "su amor" Juan Carlos que ella sabía mucho de Encarna. Que podía contarle más y más de la locutora.

Entre otras cosas, en esa cinta grabada, la vedette cuenta que mantuvo una estrecha relación con la locutora en Barcelona. Y también señaló al entonces rey de España que la conocía desde hacía muchísimos años, pero que hacía mucho que no habla con ella.

Y siguió dándole más datos. Ante lo que la totanera le estaba contando,  el rey vertió un muy duro calificativo contra la orientación sexual de Encarna Sánchez, que por el momento omitimos.

A partir de este momento, Juan Carlos dejó de atacar a Encarna en la conversación telefónica que mantenía con "su cariño" y pasó a centrar su discurso hiriente en otros periodistas, que según él, querían hacer caer la monarquía.