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Un hombre mayor con traje y corbata sonríe frente a un fondo urbano con el logotipo de BBVA.
INVESTIGACIÓN

Francisco González, 6 años después de su salida convulsa del BBVA: Cuál es su refugio

El exbanquero del BBVA huye del foco y vive en silencio tras su supuesta relación con Villarejo y su disputa con el PSOE

El banquero  Francisco González Rodríguez 'FG' (Chantada, 1944) se refugia en el silencio. El lucense lleva años esquivando focos tras el 'destrozo reputacional' que sufrió al airearse los supuestos encargos que realizó al excomisario José Manuel Villarejo para evitar el asalto de Sacyr en el periodo 2004-2005 al banco que presidía, el BBVA

Su amigo José María Aznar le aupó en 1996 a la presidencia del estatal Banco Argentaria en sustitución del banquero socialista Francisco Luzón. Y el líder 'popular' bendijo la fusión del Argentaria con el Banco Bilbao Vizcaya y su entronización al frente del resultante BBVA. 

Cuando en 2004 el PP perdió el poder, los apetitos contra FG se despertaron. La constructora Sacyr intentó hacerse con el control del banco y La Moncloa no veía con malos ojos su asalto. Especialmente el entonces director de la Oficina Económica Miguel Sebastián, del que supuestamente algunos intentaron utilizar su homosexualidad para frenarle. 

Un hombre mayor con traje y corbata sonríe frente a un edificio de vidrio.
Francisco González. | BBVA

Mucho ha llovido desde la guerra, pero las cicatrices no han cerrado. En septiembre de 2024 el exministro de Industria y Turismo pidió al juzgado central de instrucción nº6 de la Audiencia Nacional una condena de 18 años de cárcel para el expresidente de BBVA por los presuntos encargos ilegales que habría encomendado a Villarejo

Tras destaparse el escándalo y regresar los socialistas al poder, FG enfiló la puerta de salida. Al frente, su número 2 Carlos Torres, mientras el departamento de Comunicación aseguraba que su presidencia había estado marcada "por los principios". Tres meses después abandonó la presidencia de la Fundación y la de honor. 

"Para evitar que se utilice mi persona para dañar a la entidad, he decidido abandonar temporalmente los cargos  en la Fundación y en el Banco", señaló en una misiva a Torres. 

Su sustituto se había deshecho en elogios con él el 26 de diciembre de 2018 en un homenaje navideño que se le brindó. "Tomar el testigo es un orgullo tremendo, afrontar los retos de la transformación, al frente de una organización de más de 126.000 personas. Es liderar el mejor proyecto de la banca mundial en un momento de cambio con un equipo como el que tenemos", aseguró. 

Un hombre mayor saluda a una audiencia que lo aplaude de pie en un auditorio.
Francisco González durante el homenaje del 26 de diciembre de 2018. | BBVA

Eso sí, poco duraron las complicidades de Torres con FG, que a inicios de 2019 compró un millón de acciones del BBVA para dejar ver que se marchaba sin rencor. Y poco después se recluyó en su familia y sus inversiones. 

El banquero está casado desde hace más de medio siglo con Carmen Ordóñez Cousillas. Ambos se dejan ver durante el verano en Palma de Mallorca. El matrimonio tiene dos hijas y seis nietos. Su hija mayor Beatriz bendice a startups desde el fondo de capital riesgo Seaya Ventures, del que curiosamente el Banco Santander compró el 24,99%. Y la menor, María, trabaja para la asesoría jurídica de Google en España y Portugal. 

Así cortó Torres amarras con FG ante algunos de sus empleados

En septiembre de 2019 había expectación en todas las áreas BBVA por el ascenso de Carlos Torres Vila. Los empleados de la nueva AI Factoy, Factoría de Inteligencia Artificial del BBVA, tenían pendiente recibir una visita retrasada por el escándalo Villarejo. 

El presidente de la segunda entidad española de crédito visitó con una sonrisa perenne las oficinas. Y se plantó ante su equipo con un aspecto impecable pero informal: pantalón chino y camisa casual color azul. Faltaban corbata y chaqueta.

Y no era extraño: Torres quería dar apariencia de cercanía ante un equipo al que le regaló los oídos.  "Ya sabéis que me encanta esta rama del negocio. Ojalá en vez de 150 pudieseis estar 1.500", les dijo. 

Los empleados se relajaban. Hasta que Torres se metió en el charco más llamativo y recordado del día. El directivo se preguntó en alto por qué no había visitado antes aquella oficina. Y llamó a uno de sus cercanos, que le susurró al oído. Ah, sí: Villarejo.

Sin citar al controvertido excomisario el visitante decidió, quizás sin proponérselo, meterse en un espectacular barrizal ante la mirada esquiva de sus empleados, que se ruborizaban y no sabían dónde meterse. 

Torres explicó las dificultades que se encontró en sus primeros meses al frente del BBVA ante el escándalo reputacional de la entidad. Y se dedicó a cortar amarras con su antecesor mediante metáforas. "No todos los hijos son como los padres", dijo. También hubo tiempo para recordar algunos asuntos menos antipáticos: "La Fiscalía dice que somos transparentes. En la cúpula estamos cooperando. Estamos en una nueva etapa", añadió. 

Un hombre en traje hablando en un podio con el logo de BBVA.
Carlos Torres. | EP

Torres se marchó y sus subordinados se miraron antes de formar corrillos en los que se habló de su torpeza bautismal: "En vaya charco se ha metido", señalaron. 

FG nació en Chantada y cuando tenía tres años, emigró con su familia a Buenos Aires. Después vivió en Alemania, regresó a España y se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. 

Comenzó su carrera en 1964 como programador informático. Y después trabajó como corredor de comercio y agente de cambio y bolsa de la Bolsa de Madrid. En 1987 fundaría la sociedad de valores FG Inversiones Bursátiles. Y en 1996 se convirtió en uno de los banqueros más poderosos de España. Y en 2000 de Europa. 

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