
Problemas en Duro Felguera: Su litigio en Argelia le dificulta el apoyo de la SEPI
El Gobierno de Sánchez será el mayor accionista si la siderúrgica logra antes parar un pleito por incumplir un contrato
La siderúrgica Duro Felguera está cerca de conseguir que el Gobierno de España se convierta en su primer accionista a través de la SEPI. El brazo gubernamental transformará en acciones la deuda de 120 millones de euros que tiene la compañía asturiana con ellos.
Eso sí, desde La Moncloa han asegurado que no firmarán nada con Duro Felguera si no encauzan el litigio que tiene abierto en Argelia. Sus incumplimientos en la construcción de una central eléctrica le podrían quebrar.
La sanción puede alcanzar los 413 millones de euros. Pero en la cúpula de Duro Felguera han negociado con su 'cliente'. Y creen que por no cumplir sus promesas en la planta eléctrica en Djelfa abonarán algo menos de 100 millones. Con esta cifra la compañía podría seguir respirando, aunque sea de forma asistida por el Estado.
La mano del Gobierno en su favor también se advierte en la reciente decisión de Indra, controlada por SEPI, de comprarles 'el Tallerón'. Se trata de los talleres de calderería pesada, sitos en Gijón, que cuentan con 120 empleados. La operación se ha advertido como un "minirescate" en algunos sectores de Indra críticos con la operación.
Problemas en Argelia por otro contrato
La multinacional asturiana ha visto como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió a finales de noviembre de 2024 su cotización. La causa, la reclamación de una filial de la argelina Sonelgaz, Societé de Production de l'Electricité.
La argelina exige 417 millones de euros por romper un acuerdo para realizar trabajos en la central térmica de ciclo combinado de Djelfa. El acuerdo se firmó en 2017 y ha sido este verano cuando la asturiana lo ha roto. Duro Felguera anunciaba su decisión "ante la necesidad de ajustarlo a la realidad concurrente. Alterada sustancialmente desde su origen por causas no imputables a Duro Felguera y tras múltiples intentos de solución".

La española advirtió que promovería "las actuaciones necesarias para alcanzar una solución definitiva para todas las partes". El pasado 10 de noviembre recibió la notificación de la solicitud de arbitraje presentada por Sonelgaz ante la Chambre Algérienne de Commerce et d'Industrie (CACI).
La argelina pide que se reanuden los trabajos del proyecto y una importante indemnización. Y Duro Felguera alega que la suspensión "es conforme a derecho por los incumplimientos en que ha incurrido" la filial de Sonegaz.
Pérdida de contratos
Duro Felguera volvió a perder hace unos días un contrato a nivel internacional. En este caso, se trata de unas obras que habían dado comienzo en la ciudad lusa de Signes. Su cliente, la italiana Maire Tecnimont, se ha quedado sin proveedor porque en Gijón apuntan que la obra no era rentable.
La mala situación de la empresa presidida por el mexicano Eduardo Espinosa también provocó que perdiese un contrato en enero. Se iba a firmar con la cementera Holcim para la construcción de una planta de cemento en Canadá.
El diario asturiano La Nueva España avanzó que Duro Felguera ha intentado vender su sede principal por algo más de 20 millones de euros y convertirse en inquilino para obtener liquidez. La negativa de los bancos a seguir financiándole por las dudas que genera le abocan a tirar de imaginación para evitar la quiebra.
Deloitte dudó de su viabilidad
Antes de la reclamación de Argelia, Deloitte ya dudaba de la viabilidad de Duro Felguera, que se desprendió de varios activos para obtener liquidez. El fondo de maniobra negativo que sufre, tal y como señala la auditora, genera dudas sobre su futuro.
Deloitte habla de "la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento y cumplir con sus obligaciones financieras".
El final de 2024 en la compañía con sede en Gijón estuvo marcada por la dimisión de Jaime Argüelles como consejero delegado de Duro Felguera. Fuentes sindicales confirman a Elcierrredigital.com que el final de Argüelles ha sido abrupto.
Los propietarios están fiscalizando su gestión económica, ya que la caja está casi a cero. Los actuales responsables de Duro Felguera creen que habría más de 200 millones de euros de gastos que deben ser estudiados de forma minuciosa.

Por último, el presidente asturiano Adrián Barbón está empujando en favor de la devaluada Duro Felguera, que debe 120 millones a la SEPI. La Moncloa también exige un plan de viabilidad a los grupos mexicanos Prodi y Mota Engil con el fin de evitar que la compañía se convierta en un agujero cronificado para las cuentas públicas.
Dice Barbón que "es normal que exija un plan de viabilidad y un plan de futuro de la compañía. Porque el dinero público es el dinero de todos, y ahí hay 120 millones de euros de la propia SEPI. Y más de 6 millones de euros del Principado Asturias".
Existe cierta prevención con la operación en el Ministerio de Hacienda, que no tendrá más remedio que aceptar el rescate.
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