La prima menor del ciclista Pogacar podría estar retenida por una secta española
Su madre se la habría llevado, presuntamente, para irse a una de las comunas de la secta ‘Lana Praner con los señores’.
El apellido Pogacar llenó la prensa en 2020 y 2021 debido a la victoria de Tadej Pogacar en el Tour de Francia. Dos éxitos que podrían continuar con uno más este año pero que no es lo único que acompaña al apellido del deportista. Y es que la prima del ciclista esloveno —Julija Pogacar, de tan solo 10 años—, lleva 246 días desaparecida o, lo que es lo mismo, más de ocho meses. Su padre, que lleva todo este tiempo intentando localizarla, cree que Julija está retenida por una secta en España.
Una teoría que no es tan descabellada como podría parecer, según ha comentado a elcierredigital.com el investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de Sectas (RIES), Luis Santamaría. “Casos como este no son extraños ni aislados. Los que nos dedicamos a investigar las sectas y a ayudar a sus víctimas y afectados nos encontramos con un montón de casos de familias rotas; de personas que llevan un montón de tiempo sin poder contactar con sus hijos o sus nietos porque su expareja, o porque el padre o la madre de los niños, ha entrado en la órbita de un supuesto maestro espiritual y eso le ha hecho cortar con el resto de la familia”, explica Santamaría.
El investigador apunta que, en muchos casos, los familiares “saben dónde está la persona pero que les es imposible acceder a ella por esa labor de aislamiento que ha logrado hacer el líder sectario”. Sin embargo, en el caso de Julija su posible ubicación es solo una conjetura.
Julija y su madre, desaparecidas
Peter Pogacar, padre de la menor, ha habilitado una página web —find Julija— en la que cuenta su historia y explica los datos más relevantes de su desaparición. Según expresa en este medio, desapareció el 3 de noviembre de 2021 alrededor de las 17:30 junto a su madre, Melisa Smrekar, y el matrimonio formado por Luka y Anka Ule.
Es este matrimonio el que pone la pista de la mujer y la menor desaparecidas en España, ya que avisaron a sus familiares que marchaban a un lugar montañoso “en una choza donde no hubiera señal”. Peter continúa explicando que afirmaron que estarían tres o cuatro días de viaje, ya que lo harían en coche.
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La última vez que se supo algo sobre este matrimonio, fue once días después de la desaparición de Julija y Melisa. El hermano de Anka llamó y preguntó por Julija y Melisa. La mujer dijo que no las conocía y, a partir de este momento, su teléfono dejó de tener señal.
Julija podría estar retenida por una secta
Son muchas las incógnitas y pocas las certezas sobre la desaparición de madre e hija, pero Peter apunta en una dirección: una secta. En concreto, la secta ‘Lana Praner con los Señores’, de la que Melisa era seguidora, según confirma su exmarido, “al menos desde 2013”, año en el que se puso presuntamente en contacto con la líder, Lana Praner.
En El Periódico de España se expresa que un año antes de que la mujer se iniciara en la secta, fue cuando se produjo la separación entre ella y su exmarido, que desde entonces comparten la custodia de la menor. Luis Santamaría confirma que en otras “muchas ocasiones la pertenencia sectaria, la dependencia de ese gurú es la que ha provocado la ruptura de la pareja y la fragmentación familiar. Esto es muy común”.
Aunque este no parece ser el caso de Peter, la secta a la que pertenece Melisa sí que habría logrado separarle de su hija. Además, según explica a través de su página web, la afiliación a este grupo de culto explicaría por qué es imposible contactar con las desaparecidas. “Lana y sus integrantes son serios teóricos de la conspiración y creen que los ricos nos quieren esclavizar, que la señal 5G es peligrosa, que al hacer pruebas y vacunas contra el COVID-19 nos insertan chips en el cuerpo, etc.”.
Los riesgos a los que se enfrenta Julija
El padre de Julija también expresa su preocupación porque Melisa no sea la única en confiar en dicha secta. “Dado que Melisa regularmente llevaba a mi hija Julija con ella a los talleres de Lana Praner y la adoctrinaba con sus puntos de vista, me imagino que Julija también creía en todo lo anterior. Melisa está convencida de que, al escaparse, salvó la vida a ella y de Julija”.
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Este sería, según expresa Santamaría, el riesgo más claro al que se enfrentaría la menor: “Esta niña ha sido y es socializada en un ambiente cerrado en el que rigen unos valores y unas creencias que van en contra de la sociedad. Lo negativo no es que sea una visión alternativa, porque estamos en un mundo libre, sino que es una visión totalmente errada de la realidad en la que una persona —como es en este caso la madre— que está fanatizada por un grupo sectario le esté imponiendo a la menor esa misma visión del mundo”.
La secta de Lana Praner tendría, supuestamente comunas en toda Europa, aunque se mudó en el año 2020 a las Azores, lo que podría situar a las desaparecidas en las islas portuguesas, las Canarias o en la Península Ibérica. Estas posibles localizaciones corresponden a las primeras pesquisas de la policía, que según explica Peter, no “han podido confirmarse”.
Precisamente en una de estas ubicaciones, las islas Canarias, Santamaría recuerda que hubo un caso en 1998 relativo a una secta: “Hubo una operación policial muy importante de desarticulación de una secta alemana por el riesgo de que cometieran un suicidio colectivo”.
Esto lleva a otro riesgo potencial, que podría ser “la muerte de la niña. Es una posibilidad entre tantas que, si se dan las condiciones oportunas, un gurú de este tipo es capaz de llegar a los adeptos hasta hacerse daño a sí mismos y acabar con un suicidio o una masacre. Esto no lo digo por alarmar ni por alertar, sino como una de las posibilidades”, explica el investigador.
La recompensa que ofrece Peter Pogacar para recuperar a su hija
Julija y Melisa han sido declaradas como desaparecidas por la policía eslovena e incluso la Interpol se encuentra en plena búsqueda. Pero además de todos estos esfuerzos, Peter anuncia en la página web habilitada que ofrece “un premio de 10.000 euros por información” sobre el paradero de Julija que le permita “llevarla a casa sana y salva”.
Según explica Peter en un vídeo, debido a que él y Melisa llevaban años separados tenían la custodia compartida de la menor. Sin embargo, como “la policía está tratando esto como un secuestro”, un tribunal asignó a Peter “la custodia total” de Julija.
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