La posible llegada de Juan Carlos I a Albacete reaviva una guerra aristocrática
La posible llegada de Juan Carlos I a Albacete reaviva una guerra aristocrática en España.
El rumor de que el Rey Emérito, Juan Carlos I, estaría planteándose instalarse en Albacete, en la finca la "Dehesa de Los Llanos", devolvía el foco a la familia propietaria de esta heredad, la de los Marqueses de Paul. Lo cierto, es que el padre de Felipe VI ha acudido en varias ocasiones a cazar a esta extensa propiedad y su cercanía con esta familia era tal que, incluso, intentó mediar en la guerra que los enfrenta desde hace años.
Casi dos décadas llevan enfrentados Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna, actual marqués de Paul, con su madrastra, Bárbara Kalachnikoff –la segunda mujer del anterior marqués–, y sus hermanastras Christina y Bárbara Gutiérrez-Maturana-Larios Kalachnikoff.
Y es, precisamente, en este contexto de batalla familiar dentro la nobleza española, donde algunas fuentes encuadraban el rumor de la llegada de Juan Carlos I a la finca la "Dehesa de Los Llanos", propiedad del marqués de Paul, con 10.000 hectáreas y situada a tan solo cinco kilómetros de esta capital manchega.
Fuentes muy próximas a la marquesa viuda, Bárbara Kalachnikoff, han asegurado a elcierredigital.com que "la falsedad de esta noticia se enmarcaría dentro de un movimiento más de Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios y Altuna para intentar presionar a la Justicia. Piensa que con noticias así, el litigio se resolverá definitivamente de forma favorable para él", afirman las fuentes consultadas por nuestro periódico.
Otras fuentes afirman a elcierredigital.com que el Rey Emérito estaría pensando en "seguir teniendo su residencia en Abu Dabi, tanto fiscal como judicialmente, para ahorrarse muchos problemas futuros, y en caso de que le interesara visitar España, lo haría desde Portugal, para acudir a las fincas cercanas de caza de sus amigos, tanto en Extremadura como en Castilla-La Mancha". Un exclusivo círculo, el de los amigos de cacerías del monarca, del que forma parte Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios y Altuna, íntimo amigo de 'los Albertos' (Alberto Cortina y Alberto Alcocer) y de Juan Abelló.
Pero más allá de estas ilustres amistades, lo cierto es que el anterior Jefe del Estado intentó mediar en 2009 en el arduo conflicto familiar, buscando un acercamiento entre las dos partes que nunca se produjo. De hecho, el conflicto está a punto de entrar en un nuevo capítulo judicial tras decidir el actual marqués de Paul solicitar medidas cautelares en un juzgado de Albacete ante su derrota en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Una guerra que viene de lejos
Fue a finales de los años 60 cuando el viejo marqués de Paul se enamoró de una mujer más joven que él, la rusa Bárbara Kalachnikoff. En ese momento el aristócrata estaba casado con Julia Altuna y tenía dos hijos: José Antonio y Carlos.
Ante el escándalo que supuso, el marqués decidió huir a México con su enamorada casándose con ella en 1970. Juntos tendrían tres hijas: Alejandra (fallecida de forma prematura), Christina y Bárbara Jr. Doce años más tarde, en 1982, se casaron en España tras el divorcio del marqués con JuliaAltuna, aprobada de la Ley del Divorcio por el Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo en 1981.
La historia dio un giro más cuando, según algunas fuentes, la nueva marquesa consorte, durante un viaje a Nueva York, mantuvo un flirt con su hijastro Carlos Altuna. Esta historia nunca se confirmó pero lo cierto es que los rumores coincidieron con un distanciamiento evidente del Marqués de Paul con su hijo y en principio, también con su mujer.
Años más tarde se produjo el reencuentro familiar, aunque duraría poco tiempo ya que la salud del aristócrata comenzó a resentirse, teniendo que enfrentarse en el año 2000 a una complicada operación en Houston (Estados Unidos). Antes de la intervención, Carlos Altuna pidió a su padre que firmara unos documentos para controlar el patrimonio familiar. Carlos Altuna también consiguió que fueran ratificados por la esposa del Marqués y por sus dos hijas.
En abril de 2002, Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna llevó a su padre a juicio para hacer valer la donación que éste le había hecho de 135.252 acciones de Mazacruz (el 23% del capital social del grupo), así como el acuerdo adoptado en una junta general fechada en mayo de 2000 por el que se dio a Carlos hijo un privilegio de voto por el que cada una de sus participaciones equivalía a cinco.
Tras la muerte del anterior marqués, en 2004, las tres mujeres empezaron a luchar por controlar la sociedad familiar Mazacruz así como el usufructo de la finca Dehesa de los Llanos (Albacete), de 10.000 hectáreas y a cinco kilómetros de la ciudad manchega.
En mayo de 2014, Bárbara y sus hijas solicitaron un procedimiento de arbitraje al no llegar a un acuerdo con el marqués de Paul para disolver la empresa. En ese momento, se desató el enfrentamiento judicial que sigue todavía a día de hoy.
Y es en esta dura batalla judicial donde, según fuentes cercanas a la marquesa viuda, Bárbara Kalachnikoff, se enmarca la falsa noticia de la posible llegada del Rey Juan Carlos I a la Dehesa de los Llanos de Albacete, rumor que habría salido del entorno del actual marqués de Paul en su litigio judicial por ahora perdido.
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