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INVESTIGACIÓN

El 'Pequeño Nicolás' sale absuelto de sus causas penales

Absuelto por falta de pruebas de los cargos de usurpación y cohecho tras simular funciones públicas en Ribadeo en 2014

Esta semana se ha conocido que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha absuelto a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, mejor conocido como el ‘Pequeño Nicolás’, de los delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho, por los que fue condenado a 3 años de prisión en 2021, al determinar que no hay suficientes pruebas para considerar que se cometieron estos delitos y que la única vía que queda abierta es la administrativa y no la penal.

De esta manera, Francisco Nicolás, de 30 años, se ha librado de una de las múltiples causas penales que le han ido acechando en los últimos años. El polémico Nicolás estuvo en la coronación del Rey Felipe VI y se relacionó con altos cargos del Estado y de la inteligencia, pero su fama quedó marcada por el escándalo que protagonizó en Ribadeo en el año 2014, por el que ahora ha sido absuelto en la vía penal.

Este episodio fue el comienzo del fin para él y sus aspiraciones de poder. Tal y como informó este medio, recientemente se publicó un documental sobre Nicolás donde él mismo explica su versión de este acontecimiento, en el que se presentó como enlace entre la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real cuando solo tenía 19 años.

Persona con sudadera blanca caminando al aire libre.
Francisco Nicolás, absuelto por el Tribunal Supremo de los delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho | El Cierre Digital

En agosto de 2014, Francisco Nicolás llegó a Ribadeo con una escolta y luces de coche del Ministerio del Interior,  simulando ser un representante importante de la Casa Real. Esta farsa fue descubierta poco después, lo que llevó a Francisco Nicolás a sentarse frente a la Justicia por delitos como usurpación de funciones públicas y falsedad en documento oficial.

En el juicio, Nicolás justificó sus acciones como un intento de impresionar a un empresario y sentirse poderoso, negando cualquier intención delictiva. Finalmente, fue absuelto de estos cargos, alegando que su comportamiento no estaba tipificado como un delito en el Código Penal. A pesar de esta absolución, el escándalo de Ribadeo permanecerá como un hito en la vida de Francisco Nicolás Gómez Iglesias.

Esta misma semana, tras conocerse la resolución del Tribunal Supremo,  Francisco Nicolás ha 'celebrado' su absolución sometiéndose a otra sesión de masculinización facial, tratamiento estético al que ya recurrió hace tres años para tratar de alcanzar su imagen ideal.

Un médico examina a un paciente en una consulta.
El 'Pequeño Nicolás' sometiéndose a un tratamiento de masculinización facial | El Cierre Digital

Concretamente, el 'Pequeño Nicolás' y el doctor  Ángel Martín Hernández han compartido un vídeo en el que el joven  recibe varias inyecciones en diferentes áreas de su rostro para resaltar sus características. Específicamente, le aplicaron ácido hialurónico en el mentón, el arco mandibular y los pómulos. Al parecer, con este método se logran definir los rasgos faciales y darles un aspecto más angular y masculino en tan solo diez minutos y con un precio que oscila entre los 400 y los 700 euros.

Francisco Nicolás mostró en redes el antes y el después de su tratamiento, el cual ya había realizado en 2021, como evidenciaron tanto él como el médico. Este procedimiento es muy popular entre pacientes que desean resaltar sus características masculinas y tener una barbilla más marcada. Aunque los resultados son visibles de inmediato, su duración es de aproximadamente uno a dos años.

Los procesos judiciales del ‘pequeño Nicolás’

Uno de los últimos procesos judiciales a los que se ha enfrentado el pequeño Nicolás tiene relación con un suceso de septiembre de 2012, cuando, según la información del caso, Francisco Nicolás habría presuntamente planeado junto a un amigo la  suplantación de su identidad para que éste realizara el examen de selectividad en su nombre utilizando un DNI del primero con la foto del segundo.

Por este proceso, en junio de 2021 la Audiencia Provincial de Madrid condenaba a Francisco Nicolás Gómez Iglesias a  un año y nueve meses de prisión por un  delito de falsedad documental. En diciembre de 2023,  el Tribunal Supremo confirmó la condena. Gómez recurrió, y ahora queda pendiente la resolución del recurso.

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El Tribunal Supremo absuelve a Francisco Nicolás por la causa de su viaje a Ribadeo en 2014 | El Cierre Digital

En julio de 2021 el pequeño Nicolás volvía a enfrentarse a la justicia. La Audiencia Provincial de Madrid le imponía una pena de tres años de prisión por  hacerse pasar por un emisario del Rey durante un viaje a Ribadeo, en Lugo, para reunirse con un empresario.

En concreto, la Sección 17 le condenó a una pena de nueve meses de prisión como autor responsable de un delito de usurpación de funciones públicas con la atenuante analógica de anomalía psíquica y dilaciones indebidas, y a otros dos años y tres meses de reclusión en recinto penitenciario por un delito de cohecho activo, en el que concurrían las mismas atenuantes. Sin embargo, esta semana se ha conocido que el Tribunal Supremo le ha absuelto de estos cargos, que sólo continuarán por la vía administrativa.

En este sentido, la sentencia declaraba probado que Gómez Iglesias "padece un trastorno de la personalidad con características narcisistas y de rasgos inmaduros, así como un trastorno adaptativo con sintomatología ansioso-depresiva, situación que le condicionaba la percepción de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas".

Por otra parte, el pequeño Nicolás también recibió una pena de tres años y cinco meses de prisión por haberse hecho pasar por enviado del CNI y de Soraya Sáenz de Santamaría ante un empresario.

En marzo de 2023, la Audiencia Provincial de Madrid volvía a emitir una condena para el pequeño Nicolás. La pena de la sentencia, que ascendía a cuatro años y tres meses de prisión, era relativa a una presunta trama ilegal  en la que, según afirma la justicia, el pequeño Nicolás, supuestamente compinchado con diversos mandos policiales, obtenía información confidencial de las bases de datos a las que estos tienen acceso con el fin de “obtener ingresos paralelos y otras prebendas relacionadas con los ambientes sociales y políticos que frecuentaba” en 2014.

Personas con mascarillas en una sala de reuniones, algunas sentadas en un banco y otras en una mesa con documentos y computadoras.
Francisco Nicolás durante el juicio por el viaje a Ribadeo. | El Cierre Digital

La trama calificada como ilegal, según los magistrados encargados del caso, se habría dado a través de una supuesta “estrecha” relación de amistad entre el pequeño Nicolás con dos agentes de la Policía Local del Ayuntamiento de Madrid, así como con el coordinador municipal de Seguridad y Emergencias y un Guardia Civil.

Todos ellos se encargaban presuntamente de suministrar la información confidencial que daban a Gómez Iglesias. A su vez, este entregaba, en teoría, “gratificaciones” a los policías. El dinero que conseguía, además, se lo terminaban repartiendo, según explicó el órgano judicial.

El salto a la fama del 'Pequeño Nicolás'

Francisco Nicolás Gómez dio el salto a la fama en el año 2014 tras destaparse los engaños que el joven, que entonces solo tenía veinte años, había cometido en los círculos políticos de España. El pequeño Nicolás presumía del estrecho vínculo que le unía a líderes del Gobierno, miembros de la Casa Real, empresarios de primer nivel y personajes públicos. Unas relaciones que, finalmente, le pusieron en el centro de la diana y que le han llevado desde 2017 a ser procesado por falsedad documental, estafa en grado de tentativa y usurpación de funciones públicas y estado civil, descubrimiento y revelación de secretos, cohecho activo, cohecho impropio, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias.

Gómez Iglesias es hijo de una familia de clase media, su padre trabajaba como repartidor y su madre como auxiliar administrativa, y no como agente secreto del CNI, como aseguraba en una de las muchas versiones que ofreció sobre su vida.

Antes de cumplir los 15 ya era el director de una discoteca 'light' y cada fin de semana movilizaba a 800 o 1.000 jóvenes, la mayoría hijos o nietos de gente importante. Así empezó a manejar dinero a espuertas y fue entonces cuando lo fichó la fundación FAES, para que atrajera a jóvenes de su edad. El propio Francisco contó en alguna ocasión que “aquello funcionó como una catapulta”. A partir de entonces comenzó a relacionarse con las altas esferas de la vida política y empresarial de España.

Tres personas conversando en un evento formal con candelabros de fondo.
Francisco Nicolás saludando al rey Felipe VI. | El Cierre Digital

El pequeño Nicolás admitió en una de sus primeras declaraciones ante los investigadores que actuó de intermediario entre la Secretaría de Estado de Comercio y el empresario Juan Miguel Villar Mir; que colaboró con el CNI para mediar en los casos de Iñaki Urdangarin, de Jordi Pujol y del referéndum en Cataluña, y que también trabajó para Ana Botella cuando llegó a la alcaldía de Madrid y con el concejal de Chamartín, con el que desayunaba muchos días para que luego sus chóferes y sus escoltas lo llevaran al colegio en el vehículo oficial.

Su comportamiento fue analizado por un psicólogo que determinó que sufría un trastorno megalomaníaco, una psicopatología que define a una persona con una autoestima muy hinchada o con continuadas fantasías delirantes de poder y de relevancia pública. Todo ello le llevó a coleccionar todo tipo de delitos e imputaciones a lo largo de los años y a provocar algunas estampas, como su presencia en la coronación del rey Felipe VI, que también ponen en duda el sistema de seguridad de las instituciones españolas.

➡️ Investigación

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