
La 'oscura' herencia de Gene Hackman: 80 millones en juego y un litigio familiar
El reparto de bienes entre los herederos del actor y su mujer se complica por el intervalo entre sus recientes muertes
El fallecimiento de Gene Hackman, legendario actor de Hollywood, y su esposa, Betsy Arakawa, ha generado una serie de interrogantes y tensiones en torno a la distribución de su millonario patrimonio.
Estimado en más de 80 millones de dólares, el legado de Hackman incluye propiedades, inversiones y derechos cinematográficos que ahora se encuentran en disputa entre sus posibles herederos. A medida que se esclarecen las circunstancias de su muerte, emergen complicaciones legales que podrían desembocar en un largo proceso judicial.
Gene Hackman falleció el 27 de febrero en su residencia de Santa Fe, Nuevo México. Lo hallaron muerto junto a su esposa Betsy Arakawa, la mascota del matrimonio también falleció.
Según los informes forenses, Arakawa murió una semana antes que el actor debido a un síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara transmitida por roedores. Mientras que Hackman, que padecía problemas cardíacos y Alzheimer, falleció por causas naturales. Según estos informes, el Alzheimer de Hackman estaba tan avanzado que no fue totalmente consciente de la muerte de su mujer, dedicándose a deambular por la casa desorientado y sin comer. El perro habría quedado encerrado en una jaula o transportín para mascotas.

Este intervalo de tiempo entre sus fallecimientos podría tener implicaciones legales significativas en la distribución de su fortuna. La legislación de Nuevo México establece que si dos personas fallecen dentro de un período de 120 horas (cinco días), sus muertes se consideran simultáneas a efectos legales.
Sin embargo, al haber transcurrido una semana entre los fallecimientos, los bienes de Arakawa pasaron automáticamente a Hackman antes de su muerte. Un hecho que ha generado controversias sobre cómo se repartirán sus activos entre los herederos.
El patrimonio de Hackman y los beneficiarios en disputa
Gene Hackman acumuló una fortuna estimada en más de 80 millones de dólares gracias a su exitosa carrera en el cine, con películas icónicas como 'French Connection', 'Superman' y 'Unforgiven'. Además de sus ingresos por actuaciones, realizó inversiones inmobiliarias clave. Entre sus inversiones destacan su mansión en Santa Fe, valorada en 3,8 millones de dólares, y varias propiedades en Florida y California.
Hackman tuvo tres hijos con su primera esposa, Faye Maltese: Christopher Allen, Elizabeth Jean y Leslie Anne. En términos legales, ellos son los principales herederos de su fortuna. Sin embargo, la situación se complica con la existencia de otros posibles beneficiarios. Especialmente familiares de Arakawa que podrían reclamar parte de los bienes.

Arakawa no tuvo hijos, pero algunos de sus familiares han cuestionado la transferencia automática de su patrimonio a Hackman. Estos consideran que, de haber vivido más tiempo, habría podido destinar sus bienes de otra manera.
A esto se suma la posibilidad de que Hackman haya realizado cambios en su testamento durante sus últimos años. Si bien aún no se ha hecho público su testamento, si se demuestra que las modificaciones se hicieron cuando ya padecía un deterioro cognitivo significativo debido al Alzheimer, algunos herederos podrían impugnar su validez en los tribunales.
Ausencia de acuerdo prenupcial y complicaciones legales
Uno de los principales focos de conflicto en este caso es la posible ausencia de un acuerdo prenupcial entre Hackman y Arakawa. La pareja contrajo matrimonio en 1991, cuando Hackman ya era una estrella consolidada en Hollywood. Pero no existen registros públicos de un contrato que estipule cómo se repartirían sus bienes en caso de fallecimiento.
Sin un documento legal que defina con claridad la distribución de su patrimonio, los herederos podrían enfrentarse a un proceso judicial complejo.
La falta de claridad en la planificación sucesoria de la pareja podría abrir la puerta a múltiples disputas. Si la familia de Arakawa reclama una parte de los bienes que Hackman heredó de su esposa, el conflicto podría prolongarse años en los tribunales.
En paralelo, si los hijos de Hackman cuestionan la legalidad de decisiones testamentarias tomadas en los últimos años, podrían iniciarse procesos de impugnación que retrasarían aún más la resolución del caso.
Disputa sobre las propiedades y derechos de autor
Las propiedades inmobiliarias de Hackman representan otro punto de conflicto. La residencia de Santa Fe es uno de los activos más valiosos. Pero no está claro si Hackman había dispuesto su venta o si tenía planes específicos para ella en su testamento.
Sus hijos podrían decidir venderla, pero si la familia de Arakawa reclama derechos sobre la vivienda, el proceso se complicaría aún más. Además, Hackman poseía derechos de autor sobre varias de sus obras. Incluyendo libros y guiones en los que trabajó tras su retiro del cine en 2004.

Estos derechos pueden generar ingresos pasivos significativos a través de regalías, por lo que su distribución entre los herederos es otro punto en disputa.
En cuanto a los derechos cinematográficos, Hackman mantenía contratos con varias productoras que aún generan ingresos.
Si el testamento no especifica cómo deben gestionarse estos derechos, los herederos podrían verse envueltos en una batalla legal. Todo para determinar quién tiene el control sobre ellos.
Posibles escenarios de resolución y desafíos fiscales
Si bien el testamento de Hackman aún no se ha hecho público, hay varias posibilidades en cuanto a su contenido. Si el documento designa claramente a sus hijos como únicos herederos, cualquier disputa con la familia de Arakawa podría resolverse con relativa rapidez.
Sin embargo, si establece disposiciones ambiguas o si existen varios documentos con diferentes versiones, la situación se tornará más complicada.
Otro factor a considerar es el impacto fiscal de la herencia. En Estados Unidos, las herencias de gran tamaño están sujetas a impuestos federales y estatales que pueden reducir significativamente el monto que reciben los herederos.

Dependiendo de cómo esté estructurado el testamento, los beneficiarios podrían verse obligados a vender algunos activos para cubrir las obligaciones fiscales.
Además, si los herederos entran en disputas legales prolongadas, los costes de los abogados y los procesos judiciales podrían reducir aún más la herencia.
La posibilidad de alcanzar un acuerdo extrajudicial es una alternativa que podría evitar la dilapidación de los bienes en honorarios legales. Sin embargo, esto dependerá de la disposición de las partes involucradas para negociar.
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