Nuevos testigos exculpan a dos de los ocho condenados por agresión en Alsasua.
Declaraciones ante Sala de Apelación podrían reducir penas de acusados en Alsasua.
Los nuevos testigos que no habían prestado declaración en el anterior juicio que condenó a penas de prisión -entre 2 y 13 años- a los ocho detenidos por el Caso Alsasua, han desvinculado de los hechos a dos de los ocho jóvenes condenados durante esta vista de apelación.
La declaración de estos testigos fue propuesta por las defensas de Julen Goicoechea y Jon Ander Cob, ambos condenados en junio de 2018 a nueve años de cárcel, e indicaron que el primero estuvo esa noche en el bar Koxka de Alsasua, pero que no le vieron participar en la pelea, y que el segundo no estaba presente durante los hechos.
Todos los testimonios aceptados por este nuevo tribunal fueron en la misma línea, incluido el de una joven que se presentó como amiga de María José N.C., novia del teniente de la Guardia Civil agredido, que también fue sufrió daños. Según han destacado las defensas de los acusados, esta declaración fue en la misma línea de la que ya prestó otro testigo durante el juicio del año pasado, Kennett Paulette, quien también dijo ser amigo de la joven.
La testigo reconoció que la noche de los hechos vio al teniente tendido en el suelo y a María José agachada ayudándole y asustada, pero dejó claro que no vio a Julen Goicoechea pegar a nadie ni empujar, aunque sí estuvo en el bar, y que a Jon Ander Cob no lo vio en el local.
Para las acusaciones representadas por la Fiscalía, la abogacía del Estado y las asociaciones Covite y AUGC, estas nuevas declaraciones no aportaban mucho valor a este nuevo juicio. El fiscal, José Perals, negó que hubiese ningún tipo de "conspiración" o "montaje policial" en esta causa: "No estamos ante una causa general de la Guardia Civil contra los acusados.
Estamos ante un atentado contra la Guardia Civil y contra dos mujeres, que no se olvide". Por eso, el representante del Ministerio Público siguió pidiendo la condena por agresiones terroristas -lo que podría elevar las penas a 62 años-, al acusar a los detenidos de "herederos" de las ideas y la estrategia que dictó la banda terrorista ETA y que llevó a las "peores atrocidades" cometidas durante medio siglo.
Jokin Unamuno, Ohian Arnanz, Adur Ramírez, Julen Goicoechea, Jon Ander Cob, Iñaki Abad, Aratz Urrizola y Ainara Urquijo fueron condenados a entre 2 y 13 años de prisión el pasado mes de junio, al ser considerados culpables de los delitos de atentado a agentes de la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas. La sentencia les impuso las penas más altas contempladas por desórdenes públicos, si bien descartaron las condenas por delitos terroristas.
Libre absolución para los acusados
Para los abogados de Julen Goicoechea y Jon Ander Cob, los testigos que declararon en esta vista permiten concluir que existen "todas las dudas del mundo" sobre la participación de sus defendidos en los hechos, ya que sólo fueron condenados por las afirmaciones de las víctimas, palabras que no fueron corroboradas por otros testigos. Por eso piden la libre absolución de sus defendidos.
Después de la vista, celebrada en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), la portavoz de los familiares de los condenados, Isabel Pozueta -madre de Adur Ramírez-, manifestó que no entiende por qué las acusaciones continúan pidiendo condenas por terrorismo y que esto debe obedecer a determinados "intereses".
La abogada de Jon Ander Cob, por su parte, ha dicho que las pruebas testificales aportadas en este acto fueron "muy contundentes" y que tanto ella como el letrado de Julen Goicoechea esperan que cambie la sentencia para sus defendidos.
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