Nuevo giro en el caso Daniel Sancho: 'Arrieta no tenía un millón de euros en España'

Una nueva versión ha emergido en el 'caso Daniel Sancho', desafiando las informaciones difundidas hasta ahora.  Este testimonio, respaldado por documentos y fuentes directas, dementiría afirmaciones previas. Y arroja dudas sobre la validez de ciertos datos que han sido ampliamente divulgados en medios de comunicación y redes sociales. 

La fuente de esta nueva información es la periodista y tiktoker Laura Rodríguez Rojas. Laura ha recopilado pruebas y testimonios que contradicen la narrativa establecida. A través de su investigación, ha puesto en cuestión elementos clave que antes se daban por ciertos, promoviendo una revisión profunda de los hechos. La clave tras su recopilación e investigación es "desmentir el móvil económico del crimen".

Uno de los puntos más controvertidos es la supuesta transferencia de 1.350.000 euros que Edwin Arrieta habría enviado a Daniel Sancho. "No existe evidencia bancaria que sustente dicha transacción", afirma Laura Rodríguez Rojas tras revisar los documentos bancarios de ambos. 

"Daniel Sancho no tenía tal cantidad en el Banco Santander". Esta nueva versión sería totalmente contradictoria a las anteriores que daban por hecho la existencia de estos fondos. 

Además, una fuente cercana a la situación asegura que "los ahorros de Edwin Arrieta no superaban los 100.000 euros. Ese dine ro fue transferido a España para invertir en un restaurante", desmintiendo la supuesta fortuna que se le atribuyó.

Según otros testimonios obtenidos por Rodríguez Rojas, Arrieta estaba interesado en establecer un negocio gastronómico en España. Pero no poseía los fondos que se le han atribuido en diversas publicaciones. "Quería hacer una inversión prudente, pero no manejaba cifras astronómicas", aclara una fuente cercana a su entorno.

Rodolfo Sancho y el documental de HBO

Otro aspecto puesto en duda es la cifra que Rodolfo Sancho habría cobrado por el documental de HBO sobre el caso. "Se ha dicho que recibió un millón de euros, pero el contrato firmado revela que la cifra real fue de 250.000 euros", expone Laura Rodríguez Rojas, quien tuvo acceso a la documentación. 

Este dato dementiría informaciones que habían circulado ampliamente en medios y redes sociales. En muchas publicaciones se aseguraba que el padre de Daniel Sancho había obtenido una gran suma de dinero por contar su versión.

La ‘fixer’ Alice y su papel en el proceso

El papel de Alice, la 'facilitadora' que ha colaborado en el proceso judicial en Tailandia, también ha sido objeto de distorsión según esta nueva versión. "Se la ha presentado como una persona peligrosa, con antecedentes y una ficha en Interpol. Pero tras una verificación detallada y una conversación directa con ella, Alice confirmó que su rol ha sido meramente el de traductora y facilitadora en el proceso legal".

Además, Alice habría intentado facilitar la situación legal de Sancho proponiendo alternativas legales dentro del sistema tailandés. "No ha estado involucrada en ninguna actividad ilegal y su único propósito ha sido mediar en el proceso", añade Rodríguez Rojas.

Otro punto desmentido es el presunto pago de 650.000 euros al abogado tailandés de la familia Arrieta. "El contrato revisado establece que la cifra real abonada fue de 22.000 euros, una diferencia abismal respecto a lo que se había divulgado", sostiene Rodríguez Rojas. 

Las fuentes en entredicho

Las fuentes que han proporcionado información en versiones previas también han quedado en entredicho. Entre ellas Samira, amiga de Edwin Arrieta, niega haber proporcionado datos que sustenten la idea de que "el cirujano colombiano tuviera una fortuna millonaria o relaciones con el lavado de capitales".

Rodríguez Rojas también ha detectado inconsistencias en las declaraciones de otras fuentes que han alimentado la versión oficial. "Hay un claro interés en desinformar y exagerar ciertos elementos del caso", señala la periodista.

Acusaciones de estafa en redes sociales

Desde el ámbito de los medios y redes sociales, también se han revelado prácticas cuestionables. Moderadoras que han trabajado en un canal de YouTube vinculado a la difusión del caso han denunciado que "se les ha pedido dinero para supuestas investigaciones en Tailandia y luego han sido bloqueadas sin recibir compensación alguna".

 "Al menos cinco personas han vivido esta situación", aseguran las afectadas, según la información recopilada por Rodríguez Rojas. Esta táctica, según la periodista, refuerza la hipótesis de que algunos actores habrían usado la tragedia para lucrarse económicamente.

El testimonio de la familia Arrieta

El testimonio de la familia Arrieta también es clave en esta nueva versión. Darling Arrieta, hermana de Edwin, ha manifestado su profunda indignación. "Estamos cansados de ver informaciones falsas circulando sobre mi hermano", ha declarado. 

"Se han tergiversado hechos y se han introducido datos falsos que manchan su imagen". Insiste en que Edwin "era un profesional trabajador y honrado, pero en ningún caso un millonario o un narcotraficante".

Según Rodríguez Rojas, la familia Arrieta ha expresado su frustración por la manera en que la imagen de Edwin ha sido manipulada en diversos medios. "Sienten que su duelo se ha convertido en un espectáculo mediático", concluye la periodista.

“El caso está rodeado de manipulación mediática e intereses”

Esta nueva investigación, liderada por Laura Rodríguez Rojas, apunta a que muchas de las informaciones previas "carecen de pruebas sólidas. Además han sido deliberadamente manipuladas para generar interés mediático y beneficios económicos". 

Rojas señala que algunas personas "han utilizado el caso para lucrarse. Ya sea mediante la participación en programas de televisión o a través de difusión de contenido en redes sociales sin una base documental sólida".

Las revelaciones de esta nueva versión podrían cambiar significativamente la percepción pública del caso. Y obligar a los medios de comunicación a "replantear el tratamiento que se ha dado a la información difundida hasta ahora". 

La duda para Rojas es "cuántas de las afirmaciones previas podrán sostenerse ahora que se han presentado pruebas documentales y testimonios que las contradicen directamente". Rodríguez Rojas concluye que "lo importante ahora es exigir transparencia y no dejar que el sensacionalismo defina la verdad".