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INVESTIGACIÓN

Mario Conde enamora a una marquesa: Así es Adriana, el nuevo amor del exbanquero

El exbanquero asistió a una misa en la finca de su nueva novia y sintió la "aprobación" de Lourdes Arroyo

El corazón del exbanquero Mario Conde vuelve a estar ocupado. A sus 72 años el que fuera presidente de Banesto ha encontrado una nueva ilusión con título aristocrático: Adriana Torres Silva, Marquesa de Casa Mendaro.

Adriana, veinte años menor que el banquero de Tuy, es una reconocida artista y pertenece a la nobleza más clásica. Es hija de Esteban Torres González-Camino y Luisa Fernanda Silva Mendaro, los fallecidos Marqueses de Casa Ulloa y Casa Mendaro, título que Adriana heredó en 2014. Además, está divorciada del empresario Felipe del Cuvillo, con el que tiene tres hijas. Si nos remontamos en su árbol genealógico encontramos que su tatarabuelo fue Jefe de Palacio durante los años de la Regencia de María Cristina de Hasburgo y su bisabuelo hombre cercano al círculo de  Alfonso XIII.

 

Más allá de los vínculos familiares, Adriana es una reconocida pintora que ha llegado a exponer en distintos países y que entre sus seguidores cuenta con el mismísimo Antonio Banderas. Dicen que la afición al arte es lo que ha unido a Conde y la Marquesa que habrían estrechado su relación tras el confinamiento. Una de las primeras pistas la dio el propio exbanquero en su cuenta de Instagram donde hablaba sobre su afición a la pintura junto a una imagen con elementos habituales para esta actividad como pinturas, pinceles y aguarrás. “El arte ha vuelto a mi vida y según mis meigas gallegas volvió para quedarse. Digo volvió porque nací rodeado de arte”, escribió Conde. Ahora la relación ha sido confirmada por la revista Vanity Fair.

 
 
 
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El arte ha vuelto a mi vida y según mis meigas gallegas volvió para quedarse. Digo volvió porque nací rodeado de arte. Mi mente conserva las notas suaves arrancadas por las manos de mi madre al desplazarse con ternura sobre las teclas del piano que adornaba el hall de la casa de mis abuelos en Lisboa. También mi almacén interior custodia el gesto inequívoco de mi padre cuando mezclaba —sin orden aparente pero imagino que con algún concierto interior— colores vivos y tenues sobre su paleta de pintor aficionado, para trasladarlos, una vez compuesta la mezcla, con un exquisito cuidado, al óleo en el que traería mi padre a la vida del arte a unos estremecedores payasos en cuyos ojos y boca se adivinaba, elocuente y sutil a la vez, ese sentimiento que tiempo después califiqué como tristería: el matrimonio morganático entre tristeza y alegría Qué gallega es mi querida tristería!. Y ahora vivo en Andalucía, al sopié de la sierra Norte sevillana, en donde la palabra mas usada en esta tierra de María Santísima es, precisamente, la palabra arte. Cuando alguien ejecuta algo bien por estos lares de Dios es que, según el dicho andaluz, tiene arte. Y arte hay que tenerlo para pintar, esculpir, cantar, bailar, hablar, contar chistes y para hacer el amor, porque el amor sin arte es una intolerable ordinariez. Curioso pero esa noción del arte como habilidad de componente perfeccionable por estudio y práctica, se corresponde con el concepto grecorromano, que excluía del arte a la Poesía., porque ésta no vivía de la técnica sino de la intuición. Por cierto, ayer meditaba sobre este asunto: la relación que existe entre Arte y Poesía. Así que cuando lo tenga mas o menos diseñado volveré por estos sitios a dar la lata con mis ideas. De momento, bienvenido sea el arte de nuevo a mi vida para todo lo dicho

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Adriana también ocupó en su momento la actualidad del corazón cuando la revista ¡Hola! habló de ella como posible novia del príncipe Felipe de Bélgica. Lo cierto es que sus abuelos maternos, los Duques de Miranda, eran íntimos amigos de los entonces Reyes de Bélgica,  Fabiola y Balduino. Sin embargo, el romance nunca existió como tal.

Aunque es cierto que el hoy monarca belga y la novia de Mario Conde se conocían nunca hubo un romance. La noticia de la revista del saludo vino propiciada por el interés de la Reina Fabiola de unir a su sobrino, al que quiso como a un hijo, con una noble española que siguiera sus pasos en el trono belga. Sin embargo, con el tiempo, Fabiola hubo de ver cómo su sucesora fue su polémica cuñada, Paola de Lieja que junto a Alberto II protagonizó varios escándalos debido a las infidelidades del matrimonio regio con hijas secretas incluidas.

La vida sentimental de un banquero

Esta nueva relación llega a la vida de Conde después de romper su historia con Pilar Marín. Mario Conde y Pilar se conocieron en una fiesta en la finca Los Carrizos, situada en la provincia de Sevilla, que en su día estuvo rodeada de polémica por las subvenciones que el ex banquero habría cobrado de la Unión Europea por sus plantaciones de olivos. Conde vendió la finca en 2016.

 
Una mujer con cabello oscuro y suelto, sonriendo y usando un suéter verde, sentada en un entorno oscuro posiblemente al aire libre.
Pilar Marín/ Facebook. | El Cierre Digital

La relación entre Mario y Pilar era muy pasional, aunque preferían mantenerla fuera de los focos. El exbanquero publicó fotos de ambos juntos en sus redes sociales en algunas ocasiones, aunque siempre sin aclarar qué relación tenían. Conde pasaba en esos momentos la mitad de la semana en la ciudad hispalense en la casa de su novia, con la que el verano de 2018 visitó Vejer de la Frontera (Cádiz) y la Rivera Sacra, en Galicia.

Personas del entorno del banquero consideraban, sin embargo, que la relación estuvo marcada por el carácter volcánico de ambos. “Se les ha visto montando broncas en cenas. Tanto él y como ella son muy celosos y enseguida elevan el tono”, aseguraban en su momento a El Cierre Digital fuentes cercanas al entorno del banquero. “Sus hijos y amigos no están contentos con esta relación y consideran que Pilar no es la mujer adecuada para Mario, que no es el perfil habitual en él, no en el sentido físico, sino con respecto al comportamiento”, nos apuntaban.

Mario Conde siempre ha sido uno de los hombres públicos con más atractivo entre el público femenino en España. En 1989 y 1990 llegó a ser elegido el hombre más deseado de nuestro país. A pesar de estos méritos, la vida sentimental de Conde ha sido bastante estable. Estuvo casado desde 1973 a 2007 con Lourdes Arroyo,  con la que tuvo dos hijos (Mario y Alejandra). A pesar de los rumores, el matrimonio solo se rompió con la muerte de Arroyo, víctima de una larga enfermedad.

Tres años después de quedarse viudo, Mario Conde se casó por segunda vez, en esta ocasión con la profesora de Derecho Constitucional María Pérez Ugena, de la que se separó en 2016 siendo un divorcio poco amistoso al no estar María de acuerdo con el convenio económico. Tras su divorcio vino su relación con Pilar Marín. Ahora, tras su ruptura, el exbanquero parece dispuesto a dar una nueva oportunidad al amor con esta atractiva pintora con título nobiliario.

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