El poder de George Soros llega a las apuestas como accionista de una empresa española
Se hace con el 3% de la casa de juegos Codere, donde también está el fondo BlackRock tras reestructurar el accionariado
El reconocido inversor George Soros ha ampliado su influencia en el sector del juego. La última inversión de Soros le ha convertido en uno de los principales accionistas de Codere, una de las empresas líderes en apuestas y juegos de azar en España y Latinoamérica. Esta participación ha sido el resultado de una compleja reestructuración financiera que ha redefinido el futuro de Codere tras años de dificultades económicas.
La historia de esta inversión comenzó en un contexto de crisis prolongada para Codere, exacerbada por la pandemia de COVID-19. La pandemia afectó severamente a la industria del juego físico en la que la compañía tenía una fuerte presencia.
La empresa, con un historial de dificultades financieras, se encontraba en una posición precaria. Concretamente, contaban con una deuda que ascendía a más de 1.200 millones de euros.
Para hacer frente a esta situación, Codere se vio obligada a realizar una profunda reestructuración de su deuda. Parte de esa remodelación incluye la conversión de una parte significativa de sus bonos en acciones de la empresa. Fue en este proceso donde el fondo de inversión familiar de George Soros, Soros Fund Management, adquirió una participación del 3,03% en Codere.
Este no es un movimiento aislado, ya que otros grandes fondos de inversión como BlackRock también incrementaron su participación en la compañía. Los analistas económicos han expresado que esta es una muestra de la confianza renovada en el potencial de Codere tras la reducción de su deuda.
Esta reestructuración permitió a la empresa reducir su deuda a unos 'manejables' 128 millones de euros. También ha ayudado a mejorar significativamente su apalancamiento financiero, lo que le da una nueva oportunidad para enfocarse en el crecimiento a largo plazo.
La reestructuración de Codere ha sido descrita como un paso crucial para la empresa. Le ha permitido superar una crisis que había amenazado con llevarla a la quiebra. La operación no solo incluyó la capitalización de la deuda en acciones.
También la inyección de nuevos fondos por parte de sus acreedores, lo que resultó en un alivio financiero significativo.
La participación de Soros en Codere refleja su interés continuo en sectores que, aunque riesgosos, ofrecen oportunidades de alto rendimiento. Soros, a través de su fondo, ha mostrado una estrategia de inversión que incluye tanto apuestas en sectores tradicionales como en mercados emergentes.
En el caso de Codere, su inversión está alineada con una visión a largo plazo. En la cual la empresa, ahora más saneada financieramente, puede capitalizar la creciente demanda de apuestas y juegos en línea. Especialmente en mercados clave de América Latina.
Codere, por su parte, planea utilizar esta nueva estabilidad financiera para expandir su presencia en mercados estratégicos y fortalecer su plataforma de apuestas en línea. Esta ha mostrado un crecimiento constante a pesar de las dificultades económicas globales.
Este enfoque renovado en el juego en línea es una respuesta directa a los cambios en las preferencias del consumidor. Estas se han acelerado durante la pandemia.
La crisis de Codere
La crisis financiera de Codere ha sido una historia de altibajos. Comenzó mucho antes de que la pandemia de COVID-19 agravara aún más su situación.
Fundada en 1980, Codere se convirtió en una de las principales empresas de apuestas y juegos de azar en España y América Latina. Alcanzando su punto álgido en 2012, cuando su facturación llegó a los 1.664 millones de euros.
Sin embargo, este éxito fue efímero, ya que la empresa comenzó a experimentar pérdidas significativas poco después. Lo que marcó el inicio de una serie de reestructuraciones financieras y problemas operativos que han durado más de una década.
En 2007, Codere salió a bolsa con una valoración de 1.100 millones de euros, pero los problemas comenzaron a surgir con fuerza en 2012. Ese año la empresa reportó pérdidas de 168 millones de euros debido a la depreciación de activos en España. Desde entonces, la mayoría de los ejercicios fiscales de la compañía han terminado en números rojos.
Esto llevó a una primera gran reestructuración financiera en 2014, en la que los bonistas tomaron el control mayoritario de la empresa.
A lo largo de los años, Codere ha enfrentado una continua pérdida de valor, exacerbada por la crisis global del COVID-19. La pandemia afectó gravemente a la empresa debido a su alta exposición al juego físico, especialmente en mercados internacionales donde las restricciones sanitarias fueron más estrictas y prolongadas.
Esto resultó en la necesidad de nuevas inyecciones de capital y más reestructuraciones. En 2021, la situación alcanzó un punto crítico cuando Codere dejó de cotizar en bolsa.
Entonces, pasó a estar controlada casi en su totalidad por sus acreedores. Estos asumieron el 95% del nuevo holding de la empresa domiciliado en Luxemburgo.
Además de las dificultades financieras, Codere también ha enfrentado problemas de gestión interna y conflictos entre los accionistas. En 2018, los fundadores de la empresa, los hermanos Martínez Sampedro, fueron destituidos de sus cargos ejecutivos. Desde entonces la empresa ha pasado por varias manos, incluyendo la participación de fondos de inversión especializados en empresas en crisis.
A pesar de las múltiples reestructuraciones, la empresa sigue enfrentando desafíos. Los últimos informes financieros indican que, aunque Codere ha logrado reducir su deuda a niveles más manejables, aún opera con pérdidas significativas, y su posición de liquidez sigue siendo precaria. Los ingresos operativos han caído en varios de sus mercados clave, como México y Argentina, debido a cierres temporales y restricciones normativas.
La participación de George Soros y otros grandes inversores en Codere tras su reestructuración más reciente, marca un nuevo capítulo en la lucha de la empresa por salir de la crisis. Estos inversores parecen apostar por la capacidad de Codere para reinventarse y aprovechar el crecimiento del mercado de juegos de azar en línea. Un sector que ha mostrado resiliencia incluso en tiempos de crisis.
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