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Hombre de traje hablando en un podio con el logo de FC Barcelona y banderas de fondo.
INVESTIGACIÓN

Los 'intereses ocultos' de Joan Laporta en el Golfo Pérsico: Sus nexos y negocios

El presidente del FC Barcelona estrecha lazos en Oriente al tiempo que sus tratos con la emiratí New Era crean sospechas

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha desarrollado en los últimos años una intensa actividad empresarial en Oriente Medio y el Golfo Pérsico. Allí ha establecido conexiones con inversores y empresas de la región en un intento por fortalecer las finanzas del club y expandir su influencia internacional. Aunque algunas voces cercanas al club sostienen que "sus movimientos en el Golfo podrían esconder intereses ocultos".

A esto se suman las declaraciones de Laporta en el pasado en las que cuestionaba los mismos países con los que hace tratos hoy día. Por ejemplo,  en 2015 calificó a Qatar de 'dictadura islámica'.

Desde su retorno a la presidencia del FC Barcelona en 2021, ha intensificado sus viajes a países como Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. El principal objetivo, según un 'renovado' Laporta, es atraer inversiones y promover la marca del club en la región. 

Un hombre en traje hablando con un micrófono frente a un fondo azul con el escudo del FC Barcelona.
Joan Laporta | Europapress

Estas visitas han incluido reuniones con figuras destacadas. Entre ellos Yasser Al-Misehal, presidente de la Federación Saudí de Fútbol, y Mohammed bin Abdullah Al-Attiyah, presidente de la multinacional Baladi Express  en Catar. 

Uno de los acuerdos más significativos alcanzados en esta región fue la cesión de 425 asientos VIP del futuro Spotify Camp Nou a empresas de Catar y Emiratos Árabes Unidos, lo que permitió al club obtener 100 millones de euros.

Este modelo de negocio, inspirado en prácticas de la NFL y la NBA, permite a los inversores adquirir derechos sobre asientos VIP que pueden utilizar o comercializar durante un período determinado. 

Lo que esconden las visitas de Laporta 

Las iniciativas empresariales de Laporta no han estado exentas de polémica. Una de las alianzas que ha suscitado dudas es la establecida con la sociedad New Era, con sede en Abu Dabi, que adquirió el 70% del primer paquete de asientos VIP. 

Como revela La Vanguardia, esta empresa ha suscitado dudas debido a que su filial en Barcelona cuenta con un capital social de apenas 3.000 euros y un domicilio que parece más un buzón que una sede operativa real. 

Además, fue constituida hace solo un año y su representante en España es Ruslan Bîrladenau. Un ciudadano moldavo con un currículum escaso y cuestionable, según menciona La Vanguardia

LaLiga ha manifestado reservas sobre la solvencia de New Era. Esto ha generado aún más incertidumbre sobre su capacidad para cumplir con los compromisos financieros adquiridos. La compañía se comprometió a aportar 70 millones de euros de los 100 millones totales. Con un calendario de pagos que se extiende hasta diciembre de 2025. Hasta la fecha, New Era solo ha desembolsado 28 millones de euros, dejando en el aire los 42 millones restantes.

Un estadio en construcción con gradas parcialmente cubiertas y una estructura metálica en la parte superior.
Estado de las obras del Camp Nou | Europapress

La incertidumbre sobre si la empresa cumplirá con estos compromisos ha generado preocupación dentro de la directiva del Barça. Hasta el punto de que algunos miembros han sugerido la posibilidad de buscar nuevos inversores para reemplazar a New Era.

Sin embargo, Joan Laporta se ha mostrado reticente a esta opción, insistiendo en que el acuerdo sigue en marcha y que los pagos se realizarán conforme a lo pactado.

Esta postura ha alimentado especulaciones sobre el verdadero origen del dinero detrás de New Era. También sobre la posible existencia de intereses ocultos en la operación.

Un hombre de cabello canoso y traje oscuro habla en una conferencia de prensa con logotipos de marcas en el fondo.
Joan Laporta | Europapress

Las dudas o preocupaciones en torno a los presuntos intereses ocultos de Laporta reside en su 'alcance' empresarial a nivel internacional. En 2011, cofundó la sociedad Core Store SL, dedicada a la consultoría deportiva. Lo hizo en compañía de exdirectivos del Barça como Joan Oliver y Xavier Sala i Martín.

Esta empresa tenía conexiones con otras entidades internacionales, incluyendo CS Sport Brand LLC en Nueva York y SCI Group LTD en Hong Kong.

Además,  Laporta ha participado en actividades empresariales en Uzbekistán. Durante su mandato anterior en el FC Barcelona, su despacho de abogados firmó un contrato de consultoría con la empresa Zeromax, propiedad del magnate uzbeko Miradil Djalalov, por un valor de 10,15 millones de euros.

Algunas de estas actividades han generado controversia. Por ejemplo, Laporta ha sido mencionado en una querella por una presunta estafa de 4,7 millones de euros. Causa relacionada con inversiones en una sociedad con sede en Hong Kong.

Aunque Laporta ha negado su implicación, argumentando que se le señala por su notoriedad, el caso sigue bajo investigación. Esta situación, junto a los cada vez más recurrentes viajes al Golfo Pérsico de Laporta, han suscitado dudas en algunos sectores del club. 

El papel de la familia de Laporta en la gestión del club

En cuanto a la participación de familiares en las operaciones del club, cada vez más voces señalan que Xavier Laporta, hermano de Joan Laporta, “desempeña un papel influyente aunque no oficial dentro de la estructura del FC Barcelona”. 

Según fuentes cercanas, “Xavier actúa como uno de los 'cerebros' en la sombra. Asesora en decisiones clave sin ocupar un cargo formal en el organigrama del club”. Esta situación ha suscitado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y falta de transparencia en la gestión del club.

Además, las mismas fuentes señalan que Joan Laporta ha incorporado a otros familiares en posiciones dentro del club. Entre ellos a su prima Marta Segú y su hermana Maite Laporta.

La gestión de Laporta al frente del FC Barcelona ha sido descrita por algunos como la de una "empresa familiar". Desde su regreso, ha llevado a cabo una reestructuración profunda del personal. 

Un hombre en traje hablando en un podio con el logo del FC Barcelona de fondo.
Joan Laporta | Europapress

Laporta ha prescindido de aproximadamente ochenta trabajadores, incluidos ejecutivos de primer nivel de la era de Josep Maria Bartomeu. Esta reestructuración ha sido interpretada como un esfuerzo por rodearse de personas de su máxima confianza. Entre ellos Rafael Yuste, Elena Fort, Alfonso Castro, Josep Cubells y Josep-Ignacio Macià. 

No obstante, esta política ha generado críticas internas. Cada vez más voces consideran que la gestión se ha vuelto excesivamente presidencialista y centralizada. 

Un ejemplo de esta dinámica es la incorporación de Paloma Mikadze, hija de Manana Giorgadze, jefa de gabinete de Laporta. Mikadze ha sido designada para liderar la fusión de las redes sociales, la web y la marca Barça. Esta es una posición de gran relevancia dentro del club. 

Esta contratación ha sido objeto de debate. Algunos cuestionan si el proceso de selección se basó en criterios profesionales o en conexiones personales. 

Evolución de la postura hacia inversiones en Oriente Medio

Lo que queda claro es que la relación de Laporta con las inversiones provenientes de Oriente Medio ha experimentado una notable evolución. Durante su primer mandato, criticó acuerdos como el patrocinio con Qatar Foundation, calificándolos de "turbios" y "sospechosos". 

Sin embargo, en su segundo mandato, ha adoptado una postura diferente. Laporta ahora ‘merodea’ el Golfo Pérsico. Algo que él justifica como una adaptación a las nuevas oportunidades y a la creciente apertura de la región hacia el fútbol y otros sectores. 

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