Leonor y Sofía, dos rumbos diferentes: Así será la estancia de la infanta en Gales
El 5 de septiembre, la hija menor de los reyes empieza en el UWC Atlantic y la princesa en Zaragoza.
El próximo 5 de septiembre la infanta Sofía iniciará las clases en el UWC Atlantic College de Gales. El mismo colegio en el que su hermana, la princesa Leonor, estudió bachillerato durante dos años. Tras la graduación de la princesa de Asturias este año y su posterior paso a la Academia Militar de Zaragoza para continuar con su formación castrense, será su hermana la que tome el relevo de los Borbones españoles en el internado de Gales.
Al igual que con Leonor, la casa real ha difundido las primeras imágenes de la infanta Sofía a su llegada al centro. Previsiblemente, será uno de los pocos contenidos que se conozcan de la hija de los reyes en Gales. Y es que la estancia de Leonor en el internado durante los dos años que cursó Bachillerato Internacional estuvo marcada por el hermetismo. No se difundió información sobre las notas de la princesa, ni las asignaturas, ni su vida allí. Sí que se la pudo ver en los actos oficiales que tenía programados en su agenda y cuando volvía a España de vacaciones.
Habitación compartida, toque de queda y libertad para explorar
Todo parece apuntar que la estancia de la infanta Sofía será bastante similar a la de su hermana. Compartirá, al igual que Leonor y como es costumbre en el centro, habitación con otras tres chicas de diferentes nacionalidades, ya que el internado forma parte de la organización Colegios del Mundo Unido (UWC), que aboga por la interculturalidad, la solidaridad y el cuidado del planeta entre otros aspectos.
La Infanta Sofía, en el @UWCAtlantic College de Gales pic.twitter.com/JDhP3ADm8d
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) August 29, 2023
Sofía ha tenido durante este tiempo, al igual que su hermana, una semana para adaptarse a sus compañeros y al entorno. No obstante, a partir de este 5 de septiembre comenzarán las clases, que dan inicio a las ocho de la mañana hasta, aproximadamente, la una de la tarde. Además de las clases ordinarias, en el centro se deben realizar dos horas como mínimo de actividades creativas, físicas y de servicio comunitario.
La infanta tendrá toque de queda —a las 21:30 de domingo a jueves y a las 11:00 viernes y sábados—, pero podrá salir del centro para ver los alrededores. El colegio está situado en el castillo de San Donato, del siglo XII, justo en lo alto de un acantilado. Cerca de este enclave se encuentran las ciudades de Bridgend y Cardiff, capital de Gales. Según la propia página web del centro, hay buenos accesos en transporte público.
Una de las principales diferencias entre su estancia y la de su hermana —además de la posibilidad de no asistir a actos oficiales, ya que no ha tenido por ahora agenda en solitario— está en las instalaciones del internado. Según publicaron en sus redes sociales este mes de febrero, el pasado año se reformaron algunas de las estancias y de los exteriores del lugar. Su objetivo con la reforma era, como ellos mismos indicaron “conseguir una reducción del 50 por ciento de las emisiones de carbono”.
El precio de la estancia de la infanta, que será financiado por los reyes con su asignación anual, según confirmaron, es de 82.700 euros por los dos cursos de Bachillerato Internacional.
El método de estudio, el mismo que el de la reina emérita Sofía
En el caso de las dos hijas de los reyes, la elección del centro estuvo propiciada por la experiencia de su abuela, la reina emérita Sofía, cuya formación se basó en el método ideado por Kurt Hahn, el mismo que ofertan en el UWC Atlantic College, fundado en el año 1962 basándose en sus ideas.
Kurt Hahn fue un político alemán y educador progresista de origen judío convertido al cristianismo y nacionalizado inglés. Para muchos es el padre de la educación experimental, tal y como la entendemos hoy en día. Evidentemente, su metodología educativa no fue fácilmente aceptada por todos. Su visión de la formación era absolutamente rupturista con la educación tal y como se concebía en la primera mitad del siglo XX.
Para Hahn, la escuela era una “caja de tormento”, como llegó a definirla. Consideraba que no fomentaba el crecimiento personal y el desarrollo creativo de los alumnos. De su experiencia, nació su idea de mejorar el modelo educativo, convirtiéndose en uno de los preferidos de cierta élite política y económica con tintes progresistas. Él estaba convencido de que el problema del mundo era precisamente el tipo de educación que recibían las élites, pero ¿en qué se basa su sistema exactamente?
Lo que él mismo denominó Erlebnistherapie (terapia experiencial) se basa en tres elementos que él consideraba fundamentales para la educación de un ser humano: compasión por los demás, voluntad de aceptar responsabilidades y tenacidad para perseguir la verdad. El propio Hahn aseguraba que había que dotar a todos los niños de “independencia moral, bienestar físico y la capacidad de discernir entre el bien y el mal”. La socialización, la capacidad para sacar adelante proyectos, así como la ausencia de castigos, salvo como último recurso, son algunas de las características de este sistema.
Actualmente el método Kurt Hahn se sigue en más 150 escuelas e institutos repartidos a lo largo de más de 40 países en el mundo. El primero donde se aplicó fue Alemania, en concreto en Salem. Fue antes de que el nazismo hiciera huir al político y pedagogo y, de facto, hacer que su sistema se internacionalizara.
El colegio de Salem se instaló en un castillo que perteneció al Príncipe Max de Baden, un hombre al que ayudó Hahn en su carrera política a modo de un moderno Maquiavelo. Algunos rumores a lo largo de la historia han hablado de una posible relación sentimental entre ambos, pero nunca se ha conseguido una evidencia que lo probara.
Tras la II Guerra Mundial, el centro de Salem recuperó su actividad bajo la dirección del Príncipe Jorge Guillermo de Hannover, hermano de la Reina Federica. Por este motivo quiso que sus hijas Sofía e Irene estudiaran en este colegio. Una experiencia que la reina Emérita no recordaba con mucho agrado. Las actividades le obligaban a socializar, algo que a ella le costaba enormemente. Además, estaba muy apegada a sus padres y hermanos y recordaba con terror el frío que pasó entre sus paredes. Así se lo confesó a su biógrafa oficial Pilar Urbano.
Los reyes Pablo y Federica quedaron encantados del sistema y aseguraron que era “el mejor para una democracia responsable”. Tal vez por eso impulsaron su implantación en un internado de Atenas. En Madrid, se instaló en 2017. Un sistema que forjó el carácter no solo de la abuela de Leonor sino también de Felipe de Edimburgo o Carlos de Inglaterra, entre otros, y ahora lo hará con sus nietas y otros jóvenes llamados a reinar en una Europa cada vez más alejada de la que se encontraron sus abuelos.
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