Las cárceles más peligrosas del mundo

En las cárceles más peligrosas del mundo los reclusos son denigrados, torturados y asesinados si no mueren por condiciones insalubres, de hacinamiento o desnutrición. En pleno siglo XXI siguen existiendo cárceles donde el sufrimiento y la muerte son una realidad. Actualmente, la peor prisión del mundo es la del Delfín Negro, Rusia, seguida de la cárcel de Gitamara en Ruanda y la de Antanimora en Madagascar. En algunas de ellas los reclusos recurren al canibalismo.

En general, las prisiones en todo el mundo han cambiado mucho a lo largo del tiempo y especialmente en el continente europeo, donde los gobiernos potencian políticas de reinserción para los sentenciados a privación de libertad. En el mundo, organismos internacionales como Naciones Unidas o la UNESCO se preocupan de propagar y propulsar políticas de reeducación y reinserción social de los presos. En España, nuestra legislación establece desde hace años estos objetivos para las instituciones penitenciarias, añadiendo la labor asistencial y de ayuda. 

Sin embargo, no todas las partes del mundo han sido permeables a esta visión. En esta ocasión vamos a dar a conocer doce cárceles especialmente peligrosas, donde los abusos físicos y psicológicos por parte de otros internos e, incluso, de los guardianes o funcionarios son habituales. Muchas de estas prisiones han sido calificadas de superpobladas, insalubres y dónde se mantienen unas condiciones de vida deplorables.

La tres peores prisiones del planeta

La peor prisión del mundo es la rusa del Delfín Negro, en Sol-llestk, Oremburgo. Una de las más estrictas de la federación Rusa. Cada recluso que es enviado allí es condenado a permanecer en ella el resto de su vida. De media, cada interno ha asesinado, al menos, a cinco personas y la cárcel está habitada por pedófilos, terroristas, asesinos en serie y caníbales.

En ella los presos permanecen en una celda individual donde son aislados durante 23 horas al día. En la hora restante se les permite salir a una celda un poco más grande donde solo pueden caminar. Los presos, que acumulan en total más de 4.000 asesinatos probados, tienen un cartel en su celda con la lista de los crímenes que les han llevado hasta allí. 

En esta lista de pesadilla carcelaria, ocupa el segundo puesto en el escalofriante escalafón la prisión de Gitarama, en la localidad del mismo nombre en Ruanda (África). Aunque cuenta con una capacidad para 600 internos, la realidad es que alberga a más de 6.000 reclusos. Por este motivo, los presos han de estar de pie durante el día, lo que provoca que sus pies se gangrenen. La tensión es tal que los prisioneros se matan entre ellos e, incluso, se comen unos a otros.

En el tercer lugar del terrorífico podio se encuentra la prisión de Antanimora, la capital de Madagascar, en África Occidental. Esta cárcel fue construida para albergar a 800 reclusos, pero actualmente se encuentra superpoblada en más del 400 por ciento de su capacidad, por lo que cuenta con un hacinamiento inconmensurable. Los presos reciben una sola comida al día que consiste en yuca hervida. Las malas condiciones de vida hacen que la desnutrición afecte a más del 60 por ciento de los internos, por lo que muchos de ellos acaban muriendo. Ha sido objeto de varios documentales por su total falta de higiene.

Los otros penales peligrosos

Uno de los más conocidos es el centro penitenciario de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, dentro de la isla de Cuba, que cuenta con menos de 50 prisioneros, pero entre estos están entre los más peligrosos del mundo. La prisión es conocida por sus técnicas de interrogatorio, que incluyen el ahogamiento simulado y la privación de los sentidos. En 2011, filtraciones de Wikileaks arrojaron luz sobre lo que ya se sospechaba que sucedía allí, en Guantánamo. Los 759 informes secretos que publicaron destaparon las vejaciones cometidas en la prisión, donde el 60 por ciento de las personas que enviaban hasta allí no suponían una amenaza "probable".

Otra de las más destacadas entre las más duras es la prisión de Cebú, en Filipinas, conocida por las coreografías que interpretan sus reclusos desde que se hicieran famosos en youtube representando 'Thriller', de Michel Jackson. A pesar de contar con un programa de baile para sus reclusos como parte de su rutina de ejercicios y como terapia anti estrés, es una de las prisiones más sobrepobladas de Filipinas y sufre epidemias constantes por la aparición de nuevas enfermedades cada año. Cuenta con uno de los niveles más altos de peligrosidad. 

Le sigue la prisión de Terre Haute, en el Estado de Indiana (EE.UU), que es conocida como 'Guantánamo Norte'. Los presos solo salen de sus celdas tres veces por semana para ir a las jaulas de ejercicio. En ella están recluidos algunos de los delincuentes más peligrosos de Estados Unidos, condenados a pena de muerte. La prisión cuenta precisamente con una sala de ejecución.

En séptimo lugar se encuentra la prisión de San Quintín, en el Estado de California (EE.UU). Esta cárcel era famosa por albergar en ella a los primeros condenados a muerte en Estados Unidos, por lo que se la llamaba el 'corredor de la muerte de San Quintín'. Desde 1983 se ha ajusticiado a hombres y mujeres mediante la soga, la cámara de gas y la inyección letal. Actualmente, con la reforma de la pena de muerte en dicho Estado americano, el corredor de la muerte está cerca de ser desmantelado. 

Al corredor de la muerte de California le sigue en dureza la penitenciaría de Carandiru, ubicada en Sao Paulo (Brasil). En esta prisión es donde tuvo lugar la masacre de Carandiru, en 1992. Tras una rebelión dentro del centro, 111 reclusos murieron asesinados por la Policía Militar del Estado de Sao Paulo. Este suceso fue considerado como la violación de derechos humanos más grande en la historia carcelaria de Brasil. La cárcel alberga hoy en día a unos ocho mil presos y es custodiada por mil funcionarios, lo que es una clara muestra de las carencias de la prisión. 

Prisiones con condiciones infrahumanas

En cuanto a condiciones infrahumanas, todavía más acentuadas, sobresale la prisión Campo 22, en Corea del Norte. Se trata de uno de los treinta campos de concentración que posee el país asiático del que se dice que alberga en su complejo a más de 50.000 personas.

En esta prisión supuestamente se practican diversos métodos de tortura, como el del agua, donde el prisionero tiene que quedarse quieto en un tanque lleno de agua que le cubre hasta su nariz durante 24 horas. O el de la tortura colgante, una técnica por la que el prisionero es colgado del techo con la cabeza apuntando hacia abajo para ser golpeado violentamente por el resto.

Los prisioneros a menudo son encarcelados junto a su familia, incluyendo niños y ancianos. Trabajan en las minas de la región durante más de doce horas al día y la única carne que ingieren procede de ratas, serpientes o ranas que logran atrapar. Muchos de los internos mueren por desnutrición. Todos los prisioneros son retenidos hasta la muerte y casi nunca son puestos en libertad. 

La antepenúltima prisión es la cárcel de la Isla Rikers, en Nueva York (EE.UU). En esta cárcel rige una anarquía total donde los detenidos han tomado un control casi total en algunos edificios sobre unidades enteras, decidiendo quién puede entrar y salir.

Esta prisión se caracteriza por una violencia extrema donde en 2021 murieron doce internos. Es conocida como la ‘isla de la tortura’, ya que incumple los servicios sanitarios mínimos y hay una inmensa cantidad de intentos de suicidio. Las autoridades de Nueva York pretenden cerrar esta prisión para el 2026. 

En el penúltimo lugar de nuestra lista figura la prisión de Armavir, en Armenia, antigua república soviética en la región montañosa del Cáucaso entre Asia y Europa. Este penitenciario ha sido acusado por violar los derechos humanos de los reclusos. Se rumorea que el centro está controlada por varios internos, a quienes se les conoce como los ‘ladrones de la ley’. Este gremio criminal gobierna la prisión bajo sus propias normas. Los ladrones de la ley controlan el narcotráfico y el contrabando, pero nadie sabe quiénes son sus líderes. 

Y ,por último, cierra la lista la prisión 'infierno' de la Isla Petak, ubicada en Rusia. En esta prisión los internos han de permanecer más de 22 horas al día dentro de sus celdas, no obstante, el resto del tiempo lo pasan dentro de pequeñas jaulas. Esta prisión es conocida como el “Alcatraz de Rusia”, ya que la prisión está aislada por el Lago Blanco. En ella muchos de los presos mueren debido a las bajas temperaturas del agua y la nieve. Algunos solo han durado tres horas con vida desde su ingreso en la prisión. Solo los prisioneros acusados de los crímenes más macabros y sentenciados a cadena perpetua o pena de muerte son ingresados en esta cárcel que es una de las más brutales y temidas de la Federación Rusa.