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Una familia posa para una foto en un evento al aire libre, con una mujer sosteniendo a una niña pequeña y un hombre de traje a su lado.
INVESTIGACIÓN

El Juzgado de Málaga no reabre el caso de Lucía Vivar, a pesar de las nuevas pruebas

La causa se cerró en 2018 al considerar que la niña de 3 años falleció por un accidente en las vías de Pizarra.

Lucía Vivar tenía tan solo tres años cuando su cadáver fue encontrado en las vías de la Estación de Cercanías de Pizarra, Málaga. El suceso tuvo lugar la noche del 26 de julio de 2017, hace ya más de seis años, cuando sus padres perdieron la pista de la menor. Fue hallada un día después a cuatro kilómetros del lugar donde la vieron por última vez. El caso fue archivado por la vía penal, considerando que Lucía había muerto a causa de un accidente provocado por un tren, que la golpeó y acabó con su vida. Sus padres siempre han creído que hay otra explicación.

Almudena Hidalgo y Antonio Vivar, padres de la menor, llevan seis años intentando demostrar que hubo otra persona involucrada en la desaparición de la pequeña. Y por eso han intentado reabrir el caso. Pero su petición ha sido rechazada por el Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, que considera que “de las diligencias aportadas y propuestas no se desprenden indicios suficientes que justifiquen la reapertura de las actuaciones, pues de ninguna de ellas se desprende la existencia de indicios sobre el presunto autor, como tampoco de que el fallecimiento no hubiera sido como consecuencia de la acción del tren”. Así lo expresa el auto, difundido por el periódico Diario Sur.

Para el experto en investigación civil Carlos G. Barrett, conocedor del caso, “la evidencia que necesita la juez es mostrar algún indicio de que a la niña le pasó algo en el trayecto. Pero no hay ninguna prueba que diga que esa niña ha recorrido ese trayecto. Los padres y yo creemos que realmente esa niña no ha recorrido tanta distancia”. Es precisamente la distancia presuntamente recorrida por la niña —unos cuatro kilómetros— lo que hace que los padres crean que hubo alguien más implicado que pudo haber recogido a la niña antes de que llegara al lugar donde fue hallado su cadáver.

Las nuevas conclusiones de una perito judicial

En la noche del 26 de julio Lucía se encontraba cenando con sus padres, tíos y primos en el  bar La Estación. Durante la cena, los familiares de Lucía le perdieron el rastro y a las 23.30 horas los padres de la pequeña comenzaron a buscarla.

Una familia sonriente dentro de un automóvil, con una niña pequeña sacando la lengua en primer plano.
La pequeña Lucía Vivar con sus padres. | El Cierre Digital

Según la versión de las autoridades, la niña de tres años caminó durante cuatro kilómetros por las vías del tren, se quedó dormida sobre estas y fue atropellada por un tren. Hace unos días, el análisis de un vídeo de doce segundos grabado por las cámaras de seguridad de la estación de Pizarra parecía determinante para cambiar la situación.

Estas imágenes muestran cómo la niña camina por las vías del tren y en ellas pueden observarse ciertos detalles que podrían ser claves. Cuando se aproxima a la caseta de la estación, a tan solo 100 metros del bar donde estaban sus padres, Lucía reduce el ritmo al que caminaba, como si hubiese visto a una persona.

Además, justo en ese momento se puede ver un destello de luz que podría provenir de una persona que estuviera escondida y que supiera que había cámaras. En la grabación también se ve a la pequeña extender sus brazos en dirección a lo que podría ser un adulto. Estas imágenes han sido sometidas a la Inteligencia Artificial, que concluye que en el vídeo de la estación de Pizarra hay dos personas, una de ellas es Lucía, sin embargo, se desconoce quién sería esta supuesta persona.

El video se graba a las 23.34 horas de la noche del 26 de julio y tan solo seis minutos después se puede ver al padre de la pequeña corriendo por la misma zona donde fue vista Lucía. Según la perito judicial que acudió al programa matinal de Mediaset Vamos a ver hace unos días, si la pequeña hubiese ido sola, su padre la habría alcanzado en tan solo un minuto, por lo que esto podría demostrar que no iba sola. Cabe destacar que justo en la zona donde se produce el destello hay un acceso directo a un parking, por lo que la supuesta persona podría haber cogido a Lucía y haber escapado del lugar.

“A la niña se la habría visto si hubiese pasado por el tanatorio”

El investigador Carlos G. Barrett observa que las imágenes “supuestamente muestran a una persona que coge a la niña a la altura de la cintura, lo que quiere decir que seguramente fue alguien con quien la niña estaba familiarizada hasta el punto de irse con esa persona. Si no es alguien conocido, la niña no va hacía esta persona y menos aún llega con los brazos abiertos. El acceso directo al parking donde supuestamente estaba la persona que se pudo llevar a Lucía da a un tanatorio. En la noche en la que ocurrió todo había más de 100 personas en el tanatorio. Si la niña hubiese pasado por ese acceso se la habría visto”.

Dos personas con mascarillas sostienen cajas con documentos frente a un edificio público.
Antonio y Almudena, padres de Lucia. | El Cierre Digital

Barrett sostiene que Lucía apareció en “un sitio donde había una salida de la vía, la única en 4 kilómetros” y que le resulta llamativo que “no hubiera triangulación de los teléfonos ni se tomase declaración a todas las personas que estaban presentes. La propia familia se prestó a tomar declaración. Se pidieron diligencias de una investigación que no han sido atendidas”.

Para el investigador, “es prácticamente imposible”, a su juicio, que  “la niña anduviera los 4 kilómetros en línea recta y sin bajarse del andén”, y afirma que “los padres son los que tienen toda la información. Merecen ser escuchados, y no se les está escuchando ahora mismo”.

El hallazgo del cuerpo y la condena a ADIF

El  cuerpo de Lucía fue encontrado a las 6:45 horas en las vías del tren, a cuatro kilómetros del bar en el que estaba. Fue un maquinista de Cercanías quien la halló. Sin embargo, hay varias incongruencias. Una de ellas es que, según los investigadores, la muerte se debió a “un golpe accidental en la cabeza con los bajos del tren que la arrolló”. Sin embargo, tras el correspondiente análisis científico no se hallaron restos de ADN de la menor en los bajos del tren. Varios testigos podrían arrojar luz a lo que ocurrió realmente.

Una multitud de personas marchando con pancartas y camisetas blancas que tienen impresas manos negras y el texto
Manifestación para pedir que se investigue la muerte de Lucía. | El Cierre Digital

Los padres de Lucía afirman que la niña fue sustraída y asesinada. La botella de cloroformo, los golpes que le causaron la muerte y la hora de la defunción, explicarían esta versión. Tras varios intentos fallidos, ahora ven una opción real de reabrir la investigación que fue cerrada en 2018 y que ha sido truncada tras la última resolución judicial.

La Audiencia Nacional condenó en su momento al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) a indemnizar a los padres de la pequeña con 176.000 euros por su “falta de colaboración” durante las labores de búsqueda. Esta falta se colaboración se refiere a que la empresa no ordenó la paralización del servicio a pesar de que ya se había dado aviso de que la menor podía andar por las vías y de que el primer tren del 27 de julio salía a las 06.00 horas de la mañana.

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