Juan Carlos Escotet maniobra con el 'SúperDepor' para subirlo a Segunda y venderlo
Dueño de Abanca da crédito de 17 millones al club gallego para sacarlo del concurso antes de posible regreso a la LFP.
Olía a feria hace unos días en Sevilla y este fin de semana huele a fútbol premium en el estadio coruñés Abanca-Riazor, que este sábado acoge a las 19.00 horas el encuentro entre el Deportivo, primero en el grupo 1 de la primera RFEF (antigua 'segunda b'), y la Cultural Leonesa, que es sexto y aspira a colarse en la promoción de ascenso a Segunda División.
El club coruñés cuenta con 6 puntos de ventaja sobre el Barça 'B' a seis jornadas de finalizar la campaña regular, y pretende una victoria que les consolide en un primer puesto que les otorga el ascenso directo.
Más de 32.000 almas llenarán el mítico estadio gallego, hoy renombrado como Abanca-Riazor porque el banco gallego controla desde hace más de tres años este histórico conjunto que ganó la Liga en la temporada 1999-2000 y se paseó varios años con autoridad por Europa.
El origen de la relación entre el club gallego y la entidad de crédito propiedad del banquero Juan Carlos Escotet se inició en 2017, cuando los bancos antecesores de Abanca concedieron un crédito de 45 millones de euros al Deportivo, que languidecía en primera división antes de su derrumbe hasta la categoría de bronce del fútbol español.
Esta deuda se convirtió en acciones por orden de Escotet, que ha sufrido al ver cómo hasta en cuatro temporadas el Deportivo de la Coruña intentaba retornar a Segunda División sin suerte.
El pasado año, tras acometer una revolución en la estructura del club, el empresario aseguró que su compromiso con el Deportivo era "a largo plazo" y no descansaría "hasta verlo de nuevo en Primera División".
Esta promesa pareció evaporarse hace unos meses tras conocerse que Abanca tenía previsto vender el club este próximo verano una vez fuera del concurso de acreedores en el que entró hace nueve años para evitar la quiebra.
Del eterno concurso comenzó a salir en la jornada de este martes, cuando un juzgado de A Coruña ha autorizado su salida gracias al crédito de 17 millones de euros que Abanca otorgó hace unos días al club. El Depor ronda una deuda concursal de 21 millones de euros pese a lograr una quita. Si logra salir del concurso y ascender a Segunda División, Abanca podría amortizar parte de su inversión en este conjunto del que posee el 80% de su capital (y del que es su principal acreedor).
Escotet intentará venderlo a precio de oro, pero fuentes del club señalan que, pese a la gran diferencia que existe entre vender un club en segunda fuera de concurso de acreedores o uno en primera RFEF en concurso (lo cual limita fichajes y salarios), "Abanca difícilmente podrá amortizar todo lo que ha invertido" en el Deportivo, aunque al menos les ha mejorado la imagen.
Vida y milagros de Juan Carlos Escotet
El banquero hispanovenezanolano Juan Carlos Escotet sigue ensanchando su poderío en España al ritmo del lento pero constante crecimiento de Abanca, rey de las entidades de crédito en el noroeste del Estado.
Escotet sigue cultivando sus contactos políticos (Alberto Núñez Feijóo, el presidente autonómico Alfonso Rueda o el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero), quizá consciente de lo fácil que es perder apoyos en la vida pública.
Y es que no olvida que su otro banco, el venezolano Banesco (uno de los principales privados del país boliviariano), fue intervenido en 2018 por el chavismo después de haber recibido previamente tantos premios desde los aledaños del Gobierno de Hugo Chávez.
Escotet nació en Madrid por casualidad cuando morían los años 50 del siglo pasado. Hijo de un leonés y una asturiana exiliados en Venezuela, estudió en Estados Unidos y desde mediados de los 80 fundó entidades económicas venezolanas que fueron los mimbres de los que nació Banesco en 1992.
El banquero nunca cortó lazos con España y estuvo atento a la crisis de 2008 que hizo polvo a las gallegas Caixa Nova y Caixa Galicia, fusionadas en 2010 con el nombre de Nova Galicia Banco (que tuvo que ser rescatado por el fondo gubernamental impulsado para frenar la epidemia bancaria, el FROB).
Este fondo les inyectó en 2011 alrededor de 2.500 millones de euros, lo que supuso su nacionalización tras la autorización de Bruselas, y de otros 5.500 a finales de 2012. A ambas cicatrices se le sumó el adiós de su banco digital EVO Banco, hoy en las fauces de Bankinter.
La decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de subastar bancos rescatados a precio de saldo conllevó que el histórico betancino Banco Etxeverría, con más de 300 años de vida y filial de la venezolana Banesco, se hiciera con lo que hoy es Abanca por poco más de los 712 millones de euros que pagó al FROB, que asumió la mayor parte de unas pérdidas públicas con las cajas gallegas de 8.269 millones.
Escotet, propietario del 85% de Abanca y con una fortuna de alrededor de 4.000 millones de euros según Forbes (que le sitúa en la cuarta posición del ranking español, por encima de Juan Roig) ha ensanchado el negocio de las cajas gallegas tras hacerse con la filial portuguesa de Deutsche Bank.
Escotet también sigue al frente del timón de Nueva Pescanova al no haber podido vender el 80% de la compañía a la canadiense Cooke. Mientras lo intenta, quiere dejar atrás los peores momentos vividos personalmente, ya que su hijo menor, Juan Carlos Escotet Alviárez, falleció en 2022 a los 32 años a consecuencia de un accidente náutico ocurrido en la localidad de Los Cayos (Florida, Estados Unidos).
Problemas tras no vender Nueva Pescanova a Cooke
Precisamente, otro ojito gallego en la estrategia finaciera del banquero Escotet es Nueva Pescanova, la principal compañía pesquera de España y quinta de Europa. Esta reconocida empresa sigue en problemas y ejecutó hace unos meses un ERE, que afectó solo a una pequeña parte de los trabajadores que componen su numerosa plantilla (unos 10.000 empleados). De los cuales, unos sesenta optaron voluntariamente a acogerse a él.
La multinacional alimentaria, con sede en la localidad pontevedresa de Redondela, señala que resulta "imprescindible optimizar su estructura para adaptarla a un mercado que atraviesa un momento muy difícil". Por eso, "Nueva Pescanova busca, con estos ajustes, mejorar su posicionamiento en el mercado y mantener la excelencia en sus servicios y productos", afirman.
Pero, por su parte, su comité de empresa no está de acuerdo con la medida y considera "que hay suficientes mimbres para llegar a un punto de encuentro. Le solicitamos que suspendan cautelarmente la medida comunicada para ponernos a trabajar en soluciones para sobrepasar estas dificultades con responsabilidad y en beneficio de todos".
Nueva Pescanova acaba de estrenar consejero delegado, Jorge Escudero, ex de Coca Cola, que según la empresa se une "al equipo de la multinacional pesquera para liderar y potenciar el crecimiento de la compañía e incrementar su rentabilidad".
Escudero tendrá en mente los excesos y defectos de la gestión del expresidente de Pescanova S.A., Manuel Fernández de Sousa-Faro, que fue ingresado el pasado año en la prisión de Soto del Real para cumplir una pena de 6 años de cárcel por un delito continuado de falsedad en las cuentas de la compañía y otro de falsedad de información económica y financiera.
Cabe recordar que Pescanova SA se fue a la lona en 2008 con una deuda superior a los 1.500 millones que era ocultada a sus inversores, que ahora quieren cobrar de Fernández de Sousa-Faro y han visto cómo el reo intenta derivar a Nueva Pescanova su responsabilidad civil, que rondaría un mínimo de 240 millones.
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