Ithaisa Suárez, madre de Yéremi Vargas: esperan un informe con datos del culpable

Ithaisa Suárez, la madre del niño desaparecido Yéremi Vargas, denunció el pasado 10 de marzo que un informe, que podría ser clave para resolver el caso de su hijo, lleva cinco meses paralizado en el Instituto de Medicina Legal. La importancia de este informe se debe a que en él se podría esclarecer si Yéremi Vargas –al que se le perdió la pista en 2007 con siete años– padecía falta de aire que derivaba en cianosis, algo que ocurre por falta de oxígeno en la sangre y que le habría provocado que su aspecto fuera azul. Este factor podría ser esencial, ya que solo la familia del desaparecido sabía que solía ponerse de ese color porque padecía asma.  

Elcierredigital.com ha contactado con Ithaisa Suárez que reclama: “Deberían hacer algo ya porque me da la impresión de que nadie quiere mojarse en el tema, como si se pasaran la pelota y nadie quisiera tocar este tema. Parece que llega algo de Yéremi y lo dejan para lo último, porque pasa desde hace tiempo. La familia llevamos viviendo 16 años en el día 10 de marzo de 2007 y esto es un sin vivir. Todas las navidades las hemos pasado esperando recibir novedades mientras esto nos quita el sueño”.

En ese informe se podría determinar la incriminación del principal sospechoso de la desaparición, Antonio Ojeda, conocido como el Rubio. Durante el tiempo que Antonio estuvo en la prisión de Algeciras por abusos sexuales a otro menor, a otros internos les contó que Yéremi se ponía azul. La madre del joven sostiene que "ese dato solo lo pudo saber si tuvo contacto con él, ya que la piel de Yéremi solo adquiría esa tonalidad en situaciones graves de estrés". El Rubio siempre estuvo en el foco de los investigadores ya que vivía a pocos metros del lugar de la desaparición de Yéremi.

“Debería hacerse justicia ya, el presunto culpable está en la calle desde hace tres años después de violar a un menor. Es muy raro que supiese lo de la cianosis de Yéremi. Mi hijo nació prematuro con siete meses y cogió bronquiolitis, además los pulmones de los niños prematuros no nacen bien desarrollados. Necesitamos que salga la verdad y se pongan medios para conocer qué le pasó a Yéremi, pero no puede ser que llevemos cinco meses esperando porque parece que no hacen nada”, concluye Ithaisa. 

El abogado Marcos García Montes, que actualmente representa a la familia, indica que “la cianosis se proyecta toda la vida y no se cura después de nacer por un problema asmático y por eso el niño se ponía azulado. Hemos pedido a los médicos forenses, por tercera vez, que lo hagan constar conforme con la literatura científica”.

El juez cerró el caso en 2017 pero se volvió a abrir

Pese a que se presentaron importantes indicios para que fuese vinculado con la desaparición, el juez cerró el caso en 2017 contra el criterio de la Guardia Civil al considerar que no había suficientes pruebas contra el Rubio. La Guardia Civil trató de recabar más pruebas y a día de hoy mantienen que el Rubio es el autor del secuestro. También están las declaraciones de un menor, que tenía once años por aquel entonces, que estaba presente en el lugar de los hechos cuando desapareció Yéremi. Este menor explicó haber visto un coche blanco, con una pegatina de palmeras en la parte trasera, en el solar en el que desapareció Yéremi a la hora a la que el rastro del niño se perdió. El coche que fue descrito es similar al de Antonio Ojeda.

El mismo día que Ithaisa denunciaba estos hechos se cumplían 16 años desde que Yéremi fue visto por última vez. El pequeño tenía siete años cuando desapareció mientras jugaba en un descampado cerca de la vivienda familiar, en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria. Ithaisa escribió una carta para su hijo donde se puede leer: “No hay día que no estés presente en nosotros, pequeño. Te echamos de menos cada segundo de nuestra vida. Sin entender aún el porqué cada vez que damos un paso hacia adelante tenemos otro hacia atrás, seguiremos en la lucha hasta el final. Necesitamos que se haga justicia”.

“Eras un pequeño de siete años inocente jugando con sus primitos en el solar donde yo jugaba de pequeña y donde todos los niños de este barrio han jugado siempre de pequeños. Jamás imaginamos que esto podía pasarte y a día de hoy, seguimos sin creerlo. Vivimos cada día en el ayer. El tiempo va pasando pero nosotros seguimos en ese 10 de marzo de 2007, día donde te arrancaron de nuestro corazón, de nuestra vida. Quién más lo sufrió fuiste tú porque te quitaron tu preciosa vida pero la nuestra se fue contigo”, explica la madre en la carta.