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Una mujer con cabello rubio sostiene a un niño pequeño con el rostro pixelado.
INVESTIGACIÓN

Informe médico-forense del caso Mainat: Así actuó aquella noche Ángela Dobrowolsky

Patrícia Alcaraz, Médico Especialista en Valoración del Daño Corporal y evaluación física y psíquica hace un análisis.

Polémico y tortuoso se presenta este caso pero, desde el punto de vista Médico y Forense, hay datos que, de ser finalmente confirmados, harían pensar en un siniestro perfil criminal de Ángela Dobrowolsky, esposa de Josep Mª Mainat, que fue detenida el pasado 2 de agosto acusada del presunto intento de asesinato de su marido. 

Ese día, horas después de la detención, fue interrogada por el Juez de Guardia en un acto en el que el fiscal solicitó prisión provisional sin fianza. Se trata de una petición manifiestamente opuesta a la determinación del juez, quien debió entender que las pruebas aportadas por los Mossos d'Esquadra eran inconcretas y no suficientes para apuntar de forma verosímil a la comisión de los hechos denunciados y su presunta autoría por Dobrowolski. El asunto, como ya conoce el público en general, continúa en fase de investigación.

El quid de la cuestión

Porque la clínica que atendió a Josep María Mainat no puede demostrar que su mujer le provocara una sobredosis de insulina, ya que esta sustancia desaparece del cuerpo en un tiempo aproximado de una hora.

El juez requirió un informe al centro asistencial -la clínica Quirón de Barcelona- donde Mainat fue tratado durante tres días como consecuencia de la crisis diabética que sufrió. Desde el centro señalan que lo sufrido por el productor pudo haberse debido a una sobredosis de insulina, aunque no descartan la administración de otros productos.

Una mujer con expresión seria sostiene un utensilio mientras está sentada, con un fondo oscuro detrás de ella.
Ángela Dobrowolsky. / El Convidat/ TV3 | ElCierreDigital

En cualquier caso, apuntan que va a ser imposible probar que se tratase de insulina, puesto que ésta se metaboliza en poco más de una hora, es decir, desaparece del cuerpo en ese lapso de tiempo. De tratarse de una sobredosis de insulina no se podrá demostrar porque su metabolismo ya la habría eliminado.

La insulina desaparece en una hora

La insulina humana se utiliza para controlar el azúcar en sangre en las personas que tienen diabetes tipo 1 (condición en la que el cuerpo no genera insulina y, por lo tanto, no puede controlar la cantidad de azúcar en la sangre). La insulina que se pincha se usa para sustituir a la insulina que normalmente produce el cuerpo y que, en el caso de los diabéticos tipo 1 (no es este caso), no se segrega de forma natural. Funciona ayudando a mover el azúcar de la sangre hacia los otros tejidos del cuerpo, en donde se usa para generar energía.

Pero, ¿qué ocurre si se administra más insulina de la necesaria? Que el azúcar o glucosa en sangre baja mucho, incluso demasiado, y el cerebro, que vive o se “alimenta” de azúcar, produce un desmayo en la persona y luego el cuerpo entra en situación de “coma” y, después, muerte.

En el caso que nos ocupa, la utilización de insulina con repetidos pinchazos pudiera haber sido el modus operandi para la comisión de un crimen, puesto que, como se ha expuesto, la administración de niveles excesivos de insulina provoca una bajada excesiva del azúcar en sangre, que, llegando a niveles suficientemente bajos, terminan provocando un coma y la muerte. Está el añadido de que, además, como ya se ha mencionado, la insulina se metaboliza en el organismo con cierta rapidez, lo que viene a impedir su detección a posteriori. 

Consecuencia, una hiploglucemia

Desde el punto de vista Médico Forense, no es necesario encontrar la insulina extra en el cuerpo para entender que ha estado ahí. Basta con observar la consecuencia: una HIPOGLUCEMIA GRAVE SOSPECHOSA. Mainat llegó a la Clínica con un nivel de glucosa en sangre de 10 miligramos por decilitro (cuando el nivel normal suele estar en torno a 80 mg/dl), tal y como se desprende de la información filtrada. Pero, tratándose de un diabético Tipo 2, no es habitual llegar a un “coma diabético”, ya que este tipo de diabetes “benigna” no requiere de insulina, y se trata con pastillas (antidiabéticos orales).

Dos personas sentadas en una mesa compartiendo una comida y conversando.
José María Mainat y Ángela Dobrowolsky. / El Convidat. TV3 | ElCierreDigital

Entonces, ¿cómo llegó a bajar tanto su glucosa? Solo es posible con una, o varias dosis excesivas de insulina. No hay estrés ni causa médica que justifique per se una bajada semejante de azúcar, a excepción de la administración de insulina. Así las cosas, al final en el caso Mainat se plantean dos posibles hipótesis:

A) Se la habría pinchado presuntamente otra persona con probable intención de quitarle la vida.

B) Se la habría pinchado presuntamente él mismo, con intenciones suicidas.

Insulina en casa

Por lo que sabemos, Ángela Dobrowolski (directora de la empresa Neodiet y estudiante de quinto curso de medicina), disponía del conocimiento y tenía al alcance un tipo de Insulina que se utiliza para adelgazar (Liraglutida), que en sobredosis es peligrosa, igual que la insulina normal que usan los diabéticos Tipo 1, y se pincha con el objetivo de que el azúcar en sangre baje y así la persona que está a dieta no sienta la “llamada del azúcar” o, lo que es lo mismo, la necesidad imperiosa de comer dulces, siendo ese el mecanismo de acción por el que ayuda a adelgazar. Este tratamiento adelgazante se inicia pinchando primero dosis mínimas y después subiendo, para que no haya un coma diabético de repente, sino que el cuerpo vaya tolerando esa administración progresiva de insulina. La insulina en tales casos se administra mediante un único pinchazo diario y con dosis muy controladas por un médico internista.

El glucómetro

Otro dato objetivo que ayudará a esclarecer si hubo una intencionalidad criminal es el glucómetro (aparato con el que se mide el nivel de azúcar en sangre) ya que, según se ha sabido a través de la información filtrada, los datos memorizados en el aparato objetivarían que se dio un importante descenso progresivo de la glucosa en sangre en poco espacio de tiempo (compatible con pinchazos de insulina continuados), llegando a niveles críticos, sin que, al parecer, nadie hiciese nada hasta que llegó a una situación de pérdida de conocimiento y coma. Según las informaciones, es sólo una vez que se ha producido el coma, cuando se llama a una ambulancia. Obviamente, si alguien está observando una bajada meteórica de la glucosa o azúcar en sangre, no espera a un dato de 10 mg/dl, siendo lo normal 80 mg/dl, sino que de la que baja a 50 mg/dl se llama a urgencias.

Esperar a la investigación

En conclusión, aún nos quedan datos por saber, y habrá que esperar al desarrollo de las diligencias judiciales de investigación para ver si, finalmente, ante la existencia en su caso de indicios racionales de criminalidad, se formula una acusación formal por estos hechos, y en qué términos, a la espera del juicio posterior. Por el momento, según lo que ha trascendido, la denunciada se encuentra en libertad con ciertas medidas cautelares, como la obligación de comparecencia apud acta, por la que debe acudir al Juzgado cuantos días le sean señalados.

En cualquier caso, el mecanismo médico de la insulina, y sus efectos, es el que describo, y será, junto con algunos otros, un elemento fundamental en la resolución del caso, ya que habrá de explicarse el porqué de su administración, incluso parece que reiterada, y de las circunstancias clínicas que generó, que supusieron un riesgo grave y evidente para la vida del productor de televisión. Habrá que ver si tales hechos terminan o no mereciendo un reproche penal.

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