Huelga de letrados: Tensión y miedo al colapso judicial al suspenderse miles de vistas
Protestan para reclamar la equiparación con los jueces en retribución y negociación colectiva.
Aunque se están realizando tareas de servicios mínimos en relación a actuaciones urgentes y prioritarias que no pueden esperar, que son pocas, la mayoría de juicios y actuaciones se están suspendiendo. Sin embargo, no se están suspendiendo las actuaciones o citaciones automáticamente, sino que se comunica a las partes cuando llegan si su actuación se puede realizar o no.
Ante esta situación, lo que está haciendo la mayoría de abogados es llamar a primera hora de la mañana al Juzgado para confirmar si la gestión concreta se va a realizar. En cualquier caso, supone una inconveniencia y un malestar para aquellas personas que llevan meses esperando su actuación judicial. El hecho de que el día de antes no se conozca en la mayoría de los casos si se va a efectuar la actuación está creando, además, gran incertidumbre.
Una buena parte del trabajo de los Letrados de la Administración de Justicia está delegada en los funcionarios de auxilio, tramitación y gestión. Por ello, realmente los Juzgados siguen trabajando y resolviendo cuestiones de mero trámite, pero a la espera de ser revisadas y resueltas por el visto bueno del LAJ.
Los LAJ son los funcionarios de mayor responsabilidad de la oficina judicial y sin ellos la oficina judicial directamente no puede funcionar. Los demás funcionarios de la oficina judicial son los que ejecutan la mayor parte del trabajo, pero conforme pautas e indicaciones del LAJ.
Los Juzgados en España ya llevan mucho retraso por la falta de medios materiales y personales. Con la pandemia los Juzgados se detuvieron y se paralizó el sistema, lo que poco a poco se ha ido normalizando y superando. Ahora con la huelga de LAJ existe un temor generalizado en el sector jurídico a que, si se mantiene en el tiempo, pueda volver a paralizarse la Administración de Justicia y volver al colapso.
Los LAJ piden el cese del secretario de Estado, Antonio Tontxu Rodríguez, después de que haya calificado la huelga como “política” y “sin finalidad profesional alguna”, llegando a manifestar incluso que es una “huelga contra el pueblo” o que “a esto los golpistas lo llaman incumplir”, causando gran enfado e indignación entre los LAJ, algunos de los cuales han contestado a estas afirmaciones. En este clima de tensión el entendimiento va a ser muy complicado, lo que augura que la huelga puede prolongarse en el tiempo.
Todos saben que los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) están de huelga indefinida, pero poco se conoce del motivo que la origina. La principal reclamación de los LAJ es la equiparación con jueces/magistrados en dos cuestiones, la negociación colectiva y la retribución.
Negociación colectiva de los LAJ
En cuanto a la negociación colectiva hay que tener en cuenta que jueces y magistrados, que son los titulares del poder judicial, no pueden sindicarse porque lo prohíbe la Constitución, que sí les permite agruparse en Asociaciones Profesionales que asuman la defensa de sus intereses corporativos.
Por su parte, los Letrados de la Administración de Justicia, que sí pueden sindicarse porque no son Poder Judicial y por tanto no dependen del Consejo General del Poder Judicial sino que dependen del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Justicia, reclaman que sus asociaciones profesionales sean las que asuman la negociación colectiva en detrimento de los sindicatos porque consideran que los sindicatos representan en la práctica a los funcionarios de los Cuerpos Generales al Servicio de la Administración de Justicia (Gestión Procesal, Tramitación Procesal y Auxilio Judicial).
El Ministerio de Justicia se opone a esta reclamación porque considera que las asociaciones profesionales de los LAJ no pueden asumir la negociación colectiva porque la Constitución reserva ese papel a los Sindicatos.
Sueldos de los LAJ
En cuanto al aspecto retributivo, los LAJ reclaman que su retribución, aunque inferior a la de jueces y magistrados, esté vinculada a la de estos toda vez que consideran que su retribución no está acorde a las funciones y responsabilidad que asumen. Especialmente consideran precaria la retribución que perciben los que están destinados en los Partidos Judiciales con menor población.
Después de no llegar a un acuerdo con el Ministerio de Justicia tras dos huelgas, plantean ahora una huelga indefinida que en el día a día de los juzgados supondrá, de tener un alto seguimiento, la paralización de la Administración de Justicia.
Hay que tener en cuenta que los LAJ han asumido una gran cantidad de funciones, especialmente en materia de admisión a trámite de las demandas y en materia de ejecución de las resoluciones dictadas por los jueces (acordando embargos, averiguaciones patrimoniales, entrega de cantidades a los ejecutantes, etcétera).
Por otra parte, los LAJ dan fe de todas las actuaciones judiciales, lo que significa que no se pueden celebrar vistas, juicios ni comparecencias a presencia judicial si no dan fe de las mismas los LAJ y no se pueden notificar resoluciones dictadas por los jueces si no las firman los LAJ.
De este modo, no sólo se paralizan las actuaciones propias de los LAJ sino también las de los jueces, con lo que la actividad de los Juzgados y Tribunales se va a ver muy resentida.
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