El frutero de Valdeavero, acusado de pederastia, vende su casa por miedo a huir.
Cristóbal López, acusado de abusar de más de una decena de niños, está en libertad provisional.
El frutero de Valdeavero, más conocido como 'El Toba' o el presunto pederasta del municipio madrileño, vuelve a saltar a los medios de comunicación. Después de pasar diez meses en prisión por la denuncia de hasta once niños por presuntamente haber abusado sexualmente de ellos, Cristóbal López de la Cruz era puesto en libertad provisional en octubre de 2021. Los motivos de esta decisión por el Juzgado de Instrucción número 5 de Alcalá de Henares han sido su "arraigo" y su falta de medios económicos para emprender una supuesta fuga.
Sin embargo, la condición de Cristóbal ha dado un significante giro, pues el frutero ha vendido su chalet con piscina por valor de 200.000 euros. Según defiende ante elcierredigital.com el abogado Juan Manuel Medina –que lleva la defensa de cuatro de las once supuestas víctimas de pederastia–, "con esa venta el acusado dispone de una gran suma de dinero y ha perdido su arraigo en el pueblo". Aunque Medina no cree que pueda fugarse, por tener retirado el pasaporte por la Justicia, expresa que "al disponer ahora de los medios económicos, las víctimas temen que huya antes del juicio".
Una venta que podría significar la huída del frutero
Tal y como expresa a elcierredigital.com el abogado Juan Manuel Medina, "desde el verano tenemos conocimiento de que estaba intentando vender su casa, por ello, solicitamos al juzgado en septiembre que paralizara la venta para evitar que pudiera eludir posibles responsabilidades civiles".
A pesar del seguimiento de los abogados de las víctimas, "el juzgado a fecha de hoy no ha tramitado ese escrito y además el pasado octubre le dejó en libertad, sin ningún criterio ni informe psiquiátrico que avale su condición", alega Medina, y además expresa: "Ahora no solo dispone de medios económicos sino que el posible arraigo que tuviera ya no lo tiene al vender su vivienda. Estamos a la espera de que la Audiencia Provincial resuelva y decida si él va a prisión o le mantiene en libertad".
A pesar de que la jueza había definido a 'El Toba' como una persona con "comportamiento sexual depredatorio", ahora Cristóbal vive con su padre en un pueblo cercano, Villalbilla, y solo debe presentarse una vez a la semana ante el juzgado. Las víctimas, de entre cuatro y catorce años, habían relatado cómo el acusado les tocaba los genitales, les ponía películas pornográficas y les hacía felaciones. Por todo ello, las familias de los denunciantes se opusieron en octubre su libertad a través de un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid, solicitando que volviera a ser encarcelado.
Una decisión "equivocada"
Tras conocerse la decisión de dejar en libertad provisional al presunto pederasta, Cristóbal López de la Cruz, Juan Manuel Medina, abogado de varias de las víctimas, señalaba al elcierredigital.com que cree que es una decisión “equivocada” y explicaba que este hecho ha sentado como “un jarro de agua fría” a las familias de los menores afectados.
“Son muchísimos los menores afectados y además, yo considero que esta decisión judicial puede afectar muy negativamente en el desarrollo emocional y en el estado psicológico de esos niños, que muchos de ellos están siendo tratados por psicólogos o se encuentran en tratamiento médico en estos momentos. Por lo tanto, entendemos que esto puede suponer un empeoramiento en el estado de los menores” añade.
¿Quién es el frutero de Valdeavero?
Cristóbal López, natural de Alcalá de Henares, vivía desde hacía un tiempo en Valdeavero, un pequeño pueblo cerca de Madrid, en el que tenía su propio negocio: la frutería Keai, donde conocía a sus víctimas, niños de entre cuatro y catorce años.
El presunto pederasta era conocido como "el amigo de los niños" por las habilidades que los habitantes del pueblo pensaban que tenía con los más pequeños. No obstante, en el mes de agosto de 2020 salió toda la verdad a la luz y se descubrió no era "el amigo de los niños" sino todo lo contrario, un pedófilo que, presuntamente, se aprovechaba de los menores del pueblo.
Todo empezó cuando una de sus víctimas confesó a su madre que 'El Toba' (alias de Cristóbal López), a quien todo el mundo definía como una persona carismática y amable, había abusado sexualmente de él. Lo hizo en su casa, cuando, presuntamente, le metía la mano por el pantalón y le tocaba los genitales al niño.
Su modus operandi era siempre el mismo: se ganaba la confianza de los padres de sus víctimas para que no sospechasen de él y captaba a los menores ofreciéndoles golosinas en la frutería. Una vez había abusado de los niños, los amenazaba de muerte para que no lo denunciaran.
Después de esta primera denuncia, muchos menores se atrevieron a denunciar todas las atrocidades que el frutero del pueblo les había hecho. En total, dieciséis niños de entre cuatro y quince años lo han acusado de abusos y agresiones sexuales. La investigación continúa abierta y hay que esperar al juicio para saber cuál será la resolución final, pero todo apunta a que será acusado de un delito de abusos y agresiones sexuales a niños menores de edad.
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