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Persona con uniforme de camuflaje y sombrero sosteniendo un rifle con mira telescópica en un entorno boscoso.
INVESTIGACIÓN

El francotirador Eduardo Abril: 'Tenemos la vista entrenada, buscamos el detalle'

Eduardo Abril de Fontcuberta, uno de los mejores tiradores del mundo y francotirador jubilado, charla con este medio

En estos momentos convulsos a nivel mundial donde la guerra ha tomado un papel destacado en nuestro día a día, existe un personaje fundamental en su desarrollo, el francotirador. Profesionales como Eduardo Abril de Fontcuberta son su mejor carta de presentación y es que se podría decir que ya es casi una leyenda dentro del mundo de los francotiradores. Es muy difícil resumir su curriculum profesional y deportivo y de su mano vamos a adentrarnos en este desconocido y enigmático mundo.

A sus 62 años, en el campo profesional está considerado como uno de los mayores expertos internacionales en el tiro a larga distancia, este tirador de larga distancia y francotirador jubilado ha formado a tiradores de fuerzas militares y policiales de varios países entre ellos España, es consultor de armamento y material para fabricantes internacionales del mercado del tiro de precisión y táctico como Barrett, Steyr, Glock, etc. , escritor de libros como Ultimate Sniper –sobre francotiradores que se usa como manual de formación por parte de las fuerzas militares y policiales de la mayoría de los países de habla hispana– y además es experto en un largo etcétera de actividades  contraterroristas, de emergencias y supervivencia.

En el campo deportivo, entre otras distinciones ha obtenido varios campeonatos del mundo de tiro a larga distancia, destacando el hecho de que en 2015 puso en marcha el campeonato Kings of 2 Miles, la primera competición de tiro en la distancia de dos millas y que supuso la creación de una nueva modalidad en el deporte del tiro.  

Eduardo introduce en una conversación con elcierredigital.com el mundo de los francotiradores, un mundo si no desconocido, sí mal conocido y en muchos casos del que se tiene una idea absolutamente equivocada.

Dos soldados en uniforme de camuflaje, uno con equipo de comunicación y el otro con un rifle de francotirador.
Eduardo Abril de Fontcuberta con su equipación. | El Cierre Digital

- Para conocer a nuestro entrevistado lo mejor es preguntarle a él mismo. ¿Quién es Eduardo Abril de Fontcuberta?

- Soy solo un tirador, nada más. He hecho muchísimas cosas en mi vida, pero insisto, solo soy un tirador, alguien que disfruta pegando tiros con cualquier cosa y en cualquier sitio…con un tanque, cazando, en competición e incluso en la guerra cuando era joven (Ríe).

- Entremos en materia: ¿Francotirador, tirador de élite, sniper…cuál sería su denominación adecuada?

La denominación es un tema de política, todo depende del momento y la situación. El problema es el uso politizado del término francotirador porque en general, a cualquier 'imbécil' con una escopeta en una casa le llaman francotirador -cuando solo es un asesino con escopeta- y eso hace que los políticos, que tienen muy poco aguante para la crítica, se resistan a decir que entre sus cuerpos de élite tienen francotiradores. Por esto, en el Ejército se los denomina tiradores selectos…Es el uso de 'palabrejas' para esconder la realidad, y esta es que los francotiradores son eso, francotiradores.

- ¿Cuál es la función de un francotirador?

- Su función es básicamente eliminar amenazas, sea cual sea. Dependiendo de la amenaza, esta permitirá o no el uso de armas letales y de fuego para eliminarla. Pero quiero aclarar que ante la amenaza son los responsables tácticos quienes deciden si disparas o no. O, bien, son las propias reglas de enfrentamiento de las ROE las que te dejan claro cuando puedes disparar por decisión propia.

- Hay diferentes tipos de francotiradores, ¿cierto?

- Cierto, no tiene nada que ver un tirador de Policía que tiene que asegurar el tiro -en general en condiciones muy malas, en calles estrechas, con malos ángulos de tiro-, porque quizá el “malo” este rodeado de rehenes y un fallo puede causar la muerte de alguno de ellos, con un tirador militar que lo hace mucho más lejos, con otros problemas como el viento y en su caso, con el de que le disparen de vuelta… (Sonríe).

- Un francotirador no se hace en un día, ¿cuánto tiempo tarda en formarse?

- Muchos años. No encontrarás ningún francotirador de 22 años, antes hay que haber pegado muchos miles de tiros.

- ¿Cómo se selecciona a un posible francotirador?

- Es una de las plazas más codiciadas tanto en las policías como en los ejércitos y son siempre de carácter voluntario. La selección es muy dura y siempre acceden a la formación personas con muchos años de experiencia a los que se les da una preparación por encima del estándar normal y dependiendo de las necesidades que tengan en su caso la policía o el ejército. Por ejemplo los del ejército tienen que saber navegación, estar como un “toro” porque tienen que tirar de mochila horas y horas por el monte, tienen que saber comunicarse con los aviones o helicópteros, hacer de controlador de fuego de artillería… En fin, muchas cosas más que el tirador policial que va con su unidad “hasta la puerta”, que  están preparados físicamente pero no tanto como los del Ejército pero por el contrario, van a estar bajo mucho más stress que los militares porque deben de precisar mucho más el tiro para no fallar y que de este fallo se deriven consecuencias letales para rehenes, pongo por caso.

- ¿Todos los ejércitos y policías tienen francotiradores en sus filas?

- Por supuesto. Aquí en España los GEOS, la UEI (Unidad Especial de Intervención), el GAR (Grupo de Acción rápida de la Guardia Civil), las policías autonómicas, etc. cuentan con unidades de francotiradores. Piensa que, como curiosidad, una unidad normal de francotiradores de la Policía de Miami con la que trabajé realiza unas 200 intervenciones al año… En España unas 5 ó 6 solamente, aquí estamos más tranquilos.

- ¿Cómo actúa un francotirador, solo o acompañado?

- Generalmente va solo, pero pueden ir acompañados de un observador o de unidades más grandes como en el caso de combate urbano en que hay que protegerle porque si se sube a una casa estaría “vendido” si no la vigilan mientras él trabaja.

Dos hombres sonrientes posan frente a una pared decorada con corchos de vino.
José Ignacio Herce con el entrevistado Eduardo Abril de Fontcuberta. | El Cierre Digital

- ¿Con qué objetivo se forma a un francotirador?

- Para cumplir su misión que, pese a lo que se cree, no siempre es la de disparar, aunque sea para la que más entrena.  Su labor casi siempre es la de observador, los francotiradores son los mejores ojos que tiene la unidad y eso es posible porque tiene la vista entrenada, sabe buscar detalles que el resto no detecta y cuenta con una óptica muy especializada.

- Debido a las características de su trabajo, ¿el francotirador necesita de una preparación psicológica especial para llevarlo a cabo?

- No, desde fuera parece que sí se pueda necesitar, pero desde dentro no. Yo no he conocido ningún francotirador que tenga problemas de esa índole por su trabajo, primero porque cada disparo que realiza es ordenado por una instancia superior -el tirador nunca decide si dispara o no-; segundo porque lo hace para parar amenazas y tercero porque no queda más remedio. Hay que pensar no en la vida que quitas, sino en las que salvas… Obviamente se lleva dentro, pero como otros aspectos de la vida.

- Al hilo de lo anterior, ¿qué se le pasa por la cabeza al francotirador cuando tiene el objetivo centrado y tiene que apretar el gatillo?

- Nada especial, estás haciendo tu trabajo y aunque el objetivo te recuerde a tu madre, tienes que hacerlo. Somos humanos y a veces por eso también se falla…Pero piensa que en ocasiones el “malo” puede ser un niño o un ancianito que si no se elimina puede acabar con cuatro, cinco o más personas y te aseguro que eso sí que se lleva mal. Otra cosa es que te equivoques de objetivo o que mates al que no es por una información equivocada… por eso sí he visto llorar a francotiradores.

- ¿Cómo se prepara y se ejecuta una operación?

- Primero se planifica la operación en la unidad, se te indica lo que tienes que hacer –si es abatir, proteger, vigilar o accesos–. Cuando llegas a la posición montas el puesto de tiro y haces lo que se llama la carta de alcance, que es como un mapita donde anotas todo lo que ves, distancias, rumbos, posibles vientos y planificas el disparo. Luego vas a tu calculador balístico, metes los cálculos y te preparas para actuar. Posteriormente -un día o días después- estamos a la espera a que aparezca el “bueno” que hay que proteger como puede ser tu unidad o el “malo” que hay que abatir. El francotirador es una herramienta, se limita a pasar la información al mando táctico y a la vista de ella se le da la orden de disparar o no.

- ¿Cuál es la postura ideal para disparar?

- Por supuesto tendido. No es la ideal, pero sí la más precisa.

- Cuando se sale de misión, ¿cuál es el mayor temor del francotirador?

- Fallar el tiro y/o no cumplir la misión. El francotirador es muy responsable tanto de sus disparos como de sus consecuencias.

- ¿Cómo se selecciona el puesto de tiro?

- Buscando un lugar que te permita realizar el disparo con precisión y ocultación. Y no es tan sencillo, porque eliges un puesto de noche y a lo mejor cuando amanece no ves el blanco… Hay que planificarlo muy bien antes de elegirlo, tienes que prever lo que va a pasar, como estará el tiempo, si habrá niebla o no…

- ¿Existen armas específicas para cada operativo o sirven armas convencionales adaptadas?

- En general lo que varía son las municiones más que el arma. Según la amenaza sea un objetivo blando o duro se requiere la munición adecuada en cada caso, es decir una persona requiere un tiro muy preciso y el arma adecuada y un carro de combate otra evidentemente. Hay munición contra blanco blando a larga distancia con un coeficiente balístico muy alto, hay munición penetradora para atravesar blindajes porque ahora se llevan verdaderas armaduras y si disparas a un objetivo a corta distancia con una bala no adecuada solo le rompes una costilla y el “malo “sale más “cabreado todavía”… Y si hablamos de un vehículo al que se trata de inmovilizar se le tira con un arma multipropósito que es a la vez incendiaria, explosiva y penetradora.

- ¿Hay balas “especiales”?

- Hay muchas, pero por ejemplo hay una preparada para atravesar cristales y evitar que se rompa hacia el interior pudiendo herir al rehén con el resto del cristal.

- ¿Cuál es el elemento más importante del equipamiento del francotirador, además del arma y la munición evidentemente?

- Buenas ópticas y las comunicaciones, porque sin información y sin poder recibir indicaciones estás “vendido”.

- ¿Cuál es el elemento natural que más afecta al tirador?

- Para el tirador militar, el viento y entrar y salir vivo (sonríe). Para el policial, los ángulos, hay algunos muy complicados que, dada la extrema precisión del tiro, pueden hacer que, por ejemplo, los cráneos tiendan a romperse y sus trozos herir al rehén.

Un soldado camuflado apunta con su rifle a través de una mira telescópica.
Eduardo Abril de Fontcuberta con vestimenta especial para el camuflaje. | El Cierre Digital

-¿Se requiere una vestimenta especial como los camuflajes tipo guillie?

- El guillie está sobrevalorado. Yo tengo un montón de ellos y los he usado tres veces en mi vida. Vale para lo que vale, sobre todo en zonas boscosas, pero en las guerras actuales que se desarrollan en desiertos y espacios así no tiene sentido, además de que pesa una barbaridad y te cueces dentro (Sonríe).

- ¿Cómo se puede conseguir un objetivo a distancias kilométricas?

- Muy sencillo: lo primero que hay que hacer es calcular la distancia, lo siguiente saber que tu arma sea precisa, después conocer la velocidad inicial de un proyectil medida en el momento de salida del cañón y al inicio de su trayectoria (velocidad en boca) y lo último la balística (el alcance, trayectoria, etc. de las balas). Una vez que tengas todo eso controlado, solo queda el viento y eso ya son años de experiencia (ríe).

- No dirá que es sencillo acertar a un objetivo que casi ni se ve…

- Se ve, te lo aseguro. Te puedo enseñar blancos a 3.500 metros que se ven perfectamente y solo con 25 aumentos. La gente se equivoca utilizando muchos aumentos porque no saben lo que quieren.

- ¿Sale rentable mantener francotiradores?

- Los ejércitos entienden que entrenar a personal a ese nivel exige tal esfuerzo que quizá no compense mantenerlo, para ellos es más fácil en un momento dado pedir un ataque aéreo, pero eso significan 6 o 7.000 euros la hora de vuelo, un avión de 25 millones de dólares, mas los daños colaterales que implica tirar un “pepino” de estos desde aire. Mientras, lo nuestro requiere un tirador experto, una bala de 15 euros y ponte 20.000 más entre el fusil, ópticas, etc.

- ¿Es verdad lo de que la bala alcanza al objetivo antes de oír el ruido del disparo?

Claro, una bala va a más a 800-900 m/s… Más rápido que la velocidad del sonido y esa es la ventaja del francotirador en el entorno militar. En Norteamérica se dice aquello de que “de algún sitio llegara una bala que no oirás”, y eso es porque producido el disparo, verás a alguien que sale por los aires como si le hubieran dado un puñetazo, pero no oirás ningún ruido.

- ¿Cuál es récord de tiro a larga distancia?

- En un solo tiro, ahora mismo está en 7.070 yardas, unos 6.400 metros. En competición el récord se hizo el mes pasado, en mi competición del King of 2 miles con 4.645 yardas.

- ¿Cuál es su récord personal de tiro?

- Unos 4.300 metros.

- ¿Cuál es su arma ideal?

- Me da igual, para mí son todas iguales siempre que sean precisas, son herramientas sin más. Tengo algunas con afecto emotivo porque las asocio a algo, pero nada más.

La figura del francotirador en un ambiente bélico

- En el tipo de guerra actual, ¿cuál es el papel del francotirador?

- El de ser un multiplicador estratégico. Con muy poquito, se hace mucho. Por ejemplo, en Ucrania, con poco gasto y sin daños colaterales se hace mucho porque son muy efectivos estratégicamente hablando. Por ejemplo, un solo francotirador puede proteger un puente y eso significa que no pase toda una división con lo que eso puede suponer.

- En estos momentos, ¿cuál es la situación del francotirador?

- Se ha pasado por fases diferentes. En épocas de paz se olvidan de nosotros, pero en la de guerra volvemos a resurgir. Desde Vietnam se produjo un bajón, que se recuperó con la Guerra del Golfo y del 11S. Ahora lo que más hay son empresas de operadores civiles, operadores tácticos o como quieran llamarlos… Lo que antes se denominaba mercenarios y eso es otra cosa porque están fuera de reglas, caso Wagner por ejemplo en Ucrania.

- Ahora mismo vivimos dos conflictos armados, el de la franja de Gaza y Ucrania. ¿El francotirador juega el mismo papel en ambas?

En absoluto, porque en Ucrania hay una guerra abierta con artillería y en Gaza una operación de “limpieza”, de guerra urbana casa por casa en la que los francotiradores van apoyando a las unidades que van “limpiando”. Como curiosidad te diré que las unidades de francotiradores israelíes nunca se han caracterizado por ser especialmente buenas, salvo en combate urbano, como es el caso actual.

- ¿Ha abatido algún objetivo “blando”?

- Sí claro, en treinta años en esto te puedes imaginar, he estado en muchos de los conflictos…

- ¿Qué es lo que más le ha impactado en estos años?

- La crueldad de Bosnia, no puedo entenderla. Eran vecinos matándose entre ellos. Es el resultado del odio sembrado durante años, como en Palestina… Hay que matar sin odio porque cuando matas con odio eres un asesino.

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