
Florentino Pérez 'se aleja' de España: Qué esconden sus negocios en EE.UU y Australia
El grupo ACS de Florentino suma nuevos contratos invirtiendo en estadios de fútbol e infraestructuras de transportes
La multinacional española ACS, presidida por Florentino Pérez, ha sumado un nuevo proyecto a su consolidada expansión internacional con la adjudicación de la construcción de un estadio en la ciudad de Sacramento, en California (Estados Unidos).
El recinto, con una capacidad prevista de 12.000 espectadores, estará destinado principalmente al fútbol y responde a la creciente demanda de infraestructuras deportivas de tamaño medio en regiones urbanas en desarrollo del país norteamericano.
La obra será ejecutada por Turner Construction, la filial estadounidense de ACS. Reconocida por su historial en la construcción de estadios y complejos deportivos de gran escala. No se han ofrecido detalles sobre los plazos de entrega ni sobre el presupuesto exacto. Aunque fuentes cercanas al proyecto señalan que el diseño contempla criterios de eficiencia energética y flexibilidad de usos.
Simultáneamente, el grupo ha anunciado la adjudicación de otro contrato internacional en Australia, valorado en 70 millones de euros. Tampoco se han hecho públicos los detalles técnicos del proyecto. Pero todo apunta a que se enmarca en el ámbito de las infraestructuras civiles o del transporte. Sectores en los que ACS mantiene una fuerte presencia a través de su filial australiana CIMIC Group.

Este nuevo contrato consolida la actividad del grupo en un país donde ha desarrollado proyectos de gran envergadura en las últimas dos décadas, como el sistema de túneles WestConnex en Sídney o la ampliación del metro de Melbourne. Australia, junto a Estados Unidos y Canadá, se ha convertido en uno de los pilares de crecimiento del grupo en los últimos ejercicios.
La adjudicación de estos dos contratos confirma la tendencia que desde hace años marca la estrategia del grupo: focalizar su actividad fuera de España. La internacionalización de ACS no es un fenómeno reciente, pero se ha intensificado notablemente desde la última década. Actualmente, la mayor parte de sus ingresos y beneficios proviene de mercados como Estados Unidos, Australia, Canadá y varios países asiáticos.
El caso del estadio de Sacramento es representativo de la orientación del grupo hacia proyectos de edificación compleja y valor añadido. En Estados Unidos, Turner Construction ha ejecutado proyectos emblemáticos como el Yankee Stadium. También se encargó del SoFi Stadium de Los Ángeles o la renovación del Madison Square Garden. Además, participa en la construcción del futuro estadio del NYCFC en Nueva York, una instalación con capacidad para 25.000 espectadores y una inversión estimada de más de 700 millones de dólares.
Reducción progresiva de la actividad de ACS en España
En contraste con su expansión en el extranjero, ACS ha ido reduciendo de forma progresiva su participación en grandes proyectos en el mercado español. A pesar de mantener presencia a través de distintas filiales en servicios, concesiones y mantenimiento, el grupo ha optado en los últimos años por no concurrir a varias licitaciones relevantes. Una de las decisiones más comentadas fue su negativa a presentar oferta por TSK, la ingeniería asturiana especializada en energía y grandes infraestructuras industriales.
Analistas del sector interpretan este repliegue como una consecuencia del entorno regulatorio complejo. Sumado a la elevada competencia local y los márgenes más ajustados que ofrece el mercado doméstico. Asimismo, fuentes cercanas a la compañía señalan que en España “el ciclo inversor en infraestructuras está en un punto de madurez”. Al parecer, el grupo prefiere concentrar esfuerzos donde existe mayor margen de rentabilidad y crecimiento.

Los últimos resultados financieros avalan esta estrategia. En 2024, ACS obtuvo un beneficio neto de 828 millones de euros, lo que supone un aumento del 6,1 % respecto al ejercicio anterior. El beneficio neto ordinario, sin tener en cuenta partidas extraordinarias, ascendió a 684 millones, un 14 % más que en 2023. Estos datos reflejan un rendimiento especialmente positivo en Norteamérica y Oceanía.
El peso internacional del grupo también se refleja en su cartera de proyectos, valorada en más de 70.000 millones de euros, y en su facturación diaria, que supera los 100 millones de euros. Estados Unidos se mantiene como su principal mercado, seguido de Australia y Canadá.
Adquisiciones estratégicas y diversificación sectorial
Más allá de la construcción, ACS ha apostado por diversificar sus actividades mediante adquisiciones estratégicas en sectores de alta tecnología e ingeniería especializada. En los últimos meses ha adquirido la empresa irlandesa Dornan Engineering, especializada en instalaciones para centros de datos y proyectos biomédicos, así como la malasia Maverick United Consulting Engineers, dedicada a consultoría en infraestructuras digitales.

La figura de Florentino Pérez resulta inseparable de la evolución de ACS. Ingeniero de Caminos, presidente del Real Madrid y empresario veterano, ha presidido la compañía desde 1997. Desde entonces ha liderado su transformación de constructora nacional a grupo multinacional de infraestructuras y concesiones. En paralelo, desde la presidencia del club blanco también ha impulsado una ambiciosa reforma del estadio Santiago Bernabéu, ahora orientado a la multifuncionalidad y la explotación de eventos.
A pesar de su protagonismo mediático vinculado al fútbol, el núcleo de su actividad empresarial ha girado en torno a ACS. Empresa que bajo su mandato ha absorbido o controlado entidades como Hochtief, CIMIC, Abertis o Iridium. Su modelo de gestión ha sido elogiado por su eficiencia y criticado, en ocasiones, por el escaso arraigo de inversiones recientes en España.
Críticas por el desinterés en el mercado nacional
En los últimos años, diversas voces del ámbito político y empresarial han expresado su preocupación por la desconexión de ACS con las grandes inversiones nacionales. La ausencia de la empresa en proyectos estratégicos, la venta de activos locales y la nula participación en el desarrollo de infraestructuras públicas han sido interpretadas como síntomas de desinterés. A ello se suma el hecho de que muchas de sus filiales operan con escasa visibilidad pública en territorio español.
Desde el entorno de la compañía se defiende que la estrategia responde a criterios puramente empresariales y de eficiencia. "No se trata de una cuestión política, sino de orientación del negocio hacia zonas donde el retorno es mayor", indican.

La adjudicación del estadio de Sacramento y del contrato australiano se inscriben en una hoja de ruta que no parece tener vuelta atrás. En un entorno global marcado por la transición energética y la necesidad de nuevas concesiones de transporte, ACS ha optado por jugar un papel protagonista en el exterior.
Todo indica que la compañía mantendrá su foco en mercados como Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania y el sudeste asiático. Combinando obra civil, edificación, ingeniería avanzada y gestión de activos a largo plazo. Mientras tanto, el mercado español permanece, al menos por el momento, en un segundo plano dentro de las prioridades del grupo.
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