
Sigue la causa contra el fiscal García Ortiz: 'La UCO podría rescatar su borrado'
Peritos infomáticos alegan que "los registros digitales son casi inmortales y Google puede aportar la cuenta del fiscal"
El escándalo en torno al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, sigue generando un intenso debate. Especialmente, tras confirmarse que García Ortiz intentó eliminar por completo su historial de mensajes de WhatsApp el pasado mes de octubre.
Este miércoles, el juez instructor de la causa, Ángel Hurtado, ha dado un nuevo giro al caso. Mientras mantiene su decisión de imputar al fiscal general García Ortiz, ha archivado la causa contra su número dos. Descarta así la investigación contra Diego Villafañe, teniente fiscal de la Secretaría Técnica, por "no haber motivos suficientes".
La investigación contra García Ortiz surge a raíz de su presunta actuación en el caso que afecta a Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso. González Amador está acusado de fraude fiscal por supuestamente haber eludido el pago de impuestos a través de facturas falsas en 2020 y 2021.
El caso contra García Ortiz se centra en si utilizó su cargo para favorecer la filtración de información sobre el caso de González Amador. En concreto, se estudia si desde la Fiscalía General del Estado se habrían filtrado documentos sensibles con el objetivo de influir en el debate político.

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha revelado que el fiscal realizó un doble borrado de sus conversaciones el 16 de octubre. Justo la semana en que se le notificó que sería investigado.
Posteriormente, el 23 de octubre, restauró su teléfono a los valores de fábrica. Sin embargo, pese a estos intentos, los registros digitales y las copias de seguridad almacenadas en Google podrían facilitar la recuperación de la información eliminada.
La supuesta 'intencionalidad' del fiscal Álvaro García Ortiz
Según el perito judicial Manuel Huerta, Álvaro García Ortiz cometió varios errores técnicos en su intento de eliminar la información. Esto sugiere que actuó sin la ayuda de un profesional. "Si restauras WhatsApp desde un backup, también restauras los registros de actividad. No puedes hacer una cosa sin la otra", explica el especialista.
Además, la secuencia de eventos mostraría “una clara intencionalidad detrás de la eliminación de datos”. El fiscal primero eliminó sus mensajes el 16 de octubre. Luego, el 23, restauró su teléfono a valores de fábrica, y el 24 reinstaló WhatsApp utilizando la misma cuenta.
"Esto indica que no solo quiso borrar las conversaciones, sino que después volvió a acceder a ellas de alguna manera. Esto es contradictorio con sus declaraciones", afirma Huerta.

El hecho de que Álvaro García Ortiz eliminara sus conversaciones y luego restaurara el teléfono plantea dudas. Para algunos, incluso sugiere que pudo haber querido recuperar ciertos mensajes antes de hacer una nueva limpieza. "Si su intención era borrar todo, ¿por qué primero no salvó lo que necesitaba antes de eliminarlo?. Es evidente que no lo hizo aconsejado por alguien profesional. O que hay algo que no sabemos”.
Las copias de seguridad en Google: Una clave para recuperar información
Uno de los datos más reveladores de la investigación es que Álvaro García Ortiz realizó al menos siete copias de seguridad en Google Drive. Esto significa que, aunque haya eliminado información de su dispositivo, muchos datos pueden haber quedado almacenados en los servidores de Google.
"Sabemos que la cuenta de Google vinculada al teléfono tenía, al menos, siete backups. Esto podría permitir recuperar todo el historial de mensajes hasta el 16 de octubre", explica Manuel Huerta.
La UCO también señala que García Ortiz eliminó recientemente su cuenta personal de correo electrónico de Gmail. Esto ha dificultado la recuperación de información almacenada en copias de seguridad de Google Drive.
Google, por su parte, tiene la capacidad de congelar cuentas de usuarios investigados para evitar la eliminación definitiva de los datos. "Google siempre responde a este tipo de solicitudes judiciales y, mientras se documente correctamente la petición, facilitará la información requerida".

En su defensa, García Ortiz ha argumentado que el borrado regular de datos en su dispositivo es una práctica habitual. Un procedimiento destinado a proteger información "ultrasensible" y que se ajusta a las normativas europeas de protección de datos. Sin embargo, otras voces cuestionan por qué no siguen este procedimiento de forma oficial todos los miembros del Ejecutivo.
Otros también cuestionan los 'métodos' de borrado de García Ortiz. Expertos como Manuel Huerta sostienen que "claramente el borrado no es completo. Además, por su naturaleza, pues WhatsApp usa multitud de servidores, estos datos son muy complicados de eliminar de forma definitiva. La eliminación de datos y la posterior reactivación de dispositivos indican que García Ortiz actuó sin ayuda de un profesional o por alguien sin mucho recorrido en recuperación de datos".
En este sentido, la UCO ha solicitado la recuperación de la cuenta de Google del fiscal. Esto podría ser clave para esclarecer qué intentaba ocultar. "Si Google restaura esa cuenta, se podría conocer qué mensajes había, qué contactos estaban implicados y qué información se intercambió antes de que intentara borrarlo todo", señala Manuel Huerta.
El papel de la UCO en la investigación
Desde que la UCO inició su investigación, han surgido dudas sobre si el proceso se llevará a cabo sin interferencias políticas. "Las presiones deben estar ahí desde hace tiempo. Otra cosa es cuánto de fuertes son y si se cede ante ellas", opinan fuentes cercanas a la investigación.
Las mismas fuentes sostienen que los informes de la UCO han sido exhaustivos y bien documentados. "La UCO está actuando con un alto nivel de detalle. Están abordando la investigación de manera muy profesional. Esto demuestra que no están dejando margen para que se ponga en cuestión su trabajo".
A pesar de la solidez de la investigación, algunos sectores han expresado preocupación sobre posibles intentos de frenar el proceso. "Hemos visto en otros casos cómo la presión política puede influir en las investigaciones. Sin embargo, hasta ahora, la UCO sigue adelante con firmeza".
Consecuencias políticas y legales
Más allá de las implicaciones técnicas, este caso también tiene un fuerte impacto político y legal. La eliminación de mensajes por parte del fiscal general del Estado plantea dudas sobre su conducta y su posible implicación en la filtración. Algunas voces sugieren que también podrían encontrarse datos o información sobre otros casos o personalidades relevantes.
Para los expertos en materia de recuperación de datos, "la pregunta clave es: ¿qué intentaba ocultar García Ortiz?. Porque nadie borra su historial de WhatsApp, formatea su teléfono y luego lo restaura si no tiene algo que esconder".
Si la UCO logra recuperar los mensajes, el contenido de estos podría revelar información comprometedora sobre el fiscal y otros funcionarios. El juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, ha criticado estas acciones. Considera que la eliminación de pruebas podría afectar al desarrollo de la investigación, aunque reconoce que dicha acción carece de relevancia penal.

Además, el informe de la UCO ha identificado que García Ortiz tenía dos cuentas de Google vinculadas a su teléfono. Una, que fue eliminada de forma irreversible y otra, que todavía está en periodo de restauración. "Si Google permite recuperar esta cuenta, se podrá acceder a correos electrónicos, archivos almacenados en Google Drive y registros de ubicación en Google Maps", recuerda el perito judicial Manuel Huerta.
¿Se podrá recuperar toda la información?
A pesar de los intentos del fiscal por eliminar sus mensajes, la tecnología forense y la cooperación de Google pueden recuperar gran parte de la información.
Si bien el proceso puede tardar semanas o meses, los expertos consultados consideran que la investigación avanza a buen ritmo. "La recuperación de datos en casos como este suele tardar meses o incluso años, pero la UCO está trabajando con rapidez y eficiencia".
El caso sigue abierto y las expectativas son altas. Si se logra recuperar los mensajes eliminados, se podría esclarecer qué papel jugó García Ortiz en la trama investigada. Y si realmente hubo una intención de ocultar información clave.
Por ahora, lo único cierto es que, en la era digital, borrar no siempre supone desaparecer.
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