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INVESTIGACIÓN

Escándalo ONCE: Bloquean 400.000 € a una mujer, su marido tiene 'veto' al juego

La administración de la ONCE se negó a abonarle el premio al marido y lo bloqueó por aparecer en el RGIAJ.

En cuanto a sorteos y juegos de azar, el año 2023 cerró con la reclamación interpuesta por las dueñas de una peluquería de Combarro, Pontevedra, que no pudieron cobrar su premio pues su número no se encontraba en los listados oficiales a pesar de haberse "cantado" durante el Sorteo Extraordinario de Navidad de 2023 de la Lotería Nacional. Sin embargo, no se trata del primer caso, ya venía ocurriendo que en este sorteo se cantan números que finalmente no aparecen en el listado oficial, tal y como ha recogido este periódico. 

El segundo puesto en lo que se refiere a sorteos de Navidad, lo ostenta el Cupón Extra de Navidad de la ONCE. Pero aquí también se producen incidencias, aunque de otro tipo. Tal y como recoge ABC, una familia de Valencia obtuvo el premio de 400.000 euros (el mayor premio) en el sorteo de 2022, aunque llevan un año sin poder cobrarlo. El marido de Sandra Tuccelli, la mujer afectada, acudió a las oficinas de la ONCE para tratar de cobrar el premio. Pero este hombre estaba inscrito en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ).

Grupo ONCE
Grupo ONCE | El Cierre Digital

El RGIAJ es un sistema que se puso en marcha en marzo de 1995 cuya función es recoger la información necesaria para hacer efectivo el derecho subjetivo de los ciudadanos a que les sea prohibido el acceso a los locales y juegos, con el alcance previsto en los reglamentos técnicos correspondientes. Son los propios individuos quienes deciden, de manera voluntaria, no ejercer sus derechos al libre acceso a los juegos de azar. Este sistema está adherido al Ministerio de Consumo a través de la Dirección General de Ordenación del Juego.

"Deberían bloquear el acceso de personas ludópatas"


Por ende, al figurar en este registro el marido de Sandra no pudo cobrar el premio. La realidad que la mujer narra es que  su madre le regaló el boleto a ella y no a su marido. Sin embargo, el hecho de que su marido intentase cobrar el premio provocó que este fuera bloqueado. Es decir, una vez que alguien registrado en el RGIAJ trata de cobrar un premio, ese premio resulta inaccesible para conocidos o familiares pese a que sea suya la pertenencia del boleto. 

Fuentes cercanas al caso consultadas por elcierredigital.com señalan, “resulta llamativo que para comprar un boleto no te hagan acreditar el hecho de  estar inscrito en el registro de ludopatía, sin embargo, cuando vas a cobrarlo salten todas las alarmas y no se te permita percibir el premio. Esto es algo que resulta un tanto contradictorio”.

Kiosco de la ONCE
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Cabe recordar que  Sandra Tucceli no figura en este registro y de haber ido ella a cobrar el premio lo hubiese podido hacer sin problema. Punto que no entiende la mujer afectada, ya que tras negarle el premio a su marido considera que a ella sí deberían pagárselo. El reglamento interno de la ONCE establece que los premios imposibles de entregar se destinarán a fines sociales propios de la organización.

“A mi parecer, para que esta mujer pueda cobrar el número se le debería permitir demostrar que ella era la titular del boleto. Así podría probar que ella es quien compró el boleto y no su marido. No hay que olvidar que es esta mujer quien tiene derecho a cobrar el boleto”, concluyen las mismas fuentes. Esta familia optó por emprender acciones legales con esperanzas de poder cobrar el premio, aunque varios meses después sigue sin recibir noticias de los juzgados.

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