EP Duro Felguera, en situación crítica: La Moncloa podría hacerse con su control
La SEPI podría convertirse en primer accionista de la compañía asturiana Duro Felguera, con una deuda de 100 millones
Los 100 millones de euros que la siderúrgica Duro Felguera debe a la SEPI podrían devenir en la toma de la compañía asturiana por parte de La Moncloa, que podría dar luz verde a la conversión de deuda por acciones.
El Gobierno podría negarse a esta operación por la situación límite que sufre Duro Felguera. El crecimiento de la SEPI en el accionariado, a medio plazo, podría empujar al Ejecutivo a apuntalarla. Previsiblemente, contra los dictámenes del Ministerio de Hacienda.
La empresa sigue en preconcurso de acreedores desde diciembre. Y tiene dificultades para hacer siquiera frente a las nóminas, que rondan los 5 millones de euros mensuales.
Situación límite
Cuenta El Economista que Duro Felguera ha vuelto a perder un contrato a nivel internacional. En este caso son unas obras que habían dado comienzo en la ciudad lusa de Signes. Su cliente, la italiana Maire Tecnimont, se ha quedado sin proveedor porque en Gijón apuntan que la obra no era rentable.
La mala situación de la empresa presidida por el mexicano Eduardo Espinosa también hizo que perdiese un contrato en enero. En este caso, con la cementera Holcim para la construcción de una planta de cemento en Canadá.
El diario asturiano La Nueva España ha avanzado que Duro Felguera ha intentado vender su sede principal por algo más de 20 millones de euros. Su intención es convertirse en inquilino para obtener liquidez. La negativa de los bancos a seguir financiándola le abocan a tirar de imaginación para evitar la quiebra.
Problemas en Argelia por otro contrato
La multinacional asturiana ha visto cómo la CNMV suspendió a finales de noviembre, durante unos días, su cotización. Se debió a la reclamación de una filial de la argelina Sonelgaz, Societé de Production de l'Electricité.
La argelina le exige 417 millones de euros por romper el pasado año un acuerdo firmado en 2017 para realizar trabajos en la central térmica de ciclo combinado de Djelfa. Duro Felguera anunció su decisión "ante la necesidad de ajustarlo a la realidad concurrente. La misma está alterada sustancialmente desde su origen por causas no imputables a Duro Felguera y tras múltiples intentos de solución".
La española advirtió que promovería "las actuaciones necesarias para alcanzar una solución definitiva para todas las partes". Y ahora ha anunciado que el pasado 10 de noviembre recibió la notificación de la solicitud de arbitraje presentada por Sonelgaz ante la Chambre Algérienne de Commerce et d'Industrie (CACI).
La argelina pide que se reanuden los trabajos del proyecto de la central y una importante indemnización. Y Duro Felguera lo rechaza. Y argumenta que la suspensión del contrato por su parte "es conforme a derecho por los incumplimientos en que ha incurrido" la filial de Sonelgaz.
La española anuncia que pedirán una compensación por daños y prejuicios. Su presidente, Eduardo Espinosa, ha intentado tranquilizar a plantilla y sindicatos al asegurar que no habrá suspensión de pagos.
Antes de la reclamación, Deloitte ya dudaba de la viabilidad de Duro Felguera, que se desprendió de varios activos con el fin de obtener liquidez. El fondo de maniobra negativo que sufre, tal y como señala la auditora, genera dudas sobre su futuro.
"La existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento y cumplir con sus obligaciones financieras", dice Deloitte.
Situación límite
El final de 2024 en la compañía con sede en Gijón estuvo marcada por la forzada dimisión de Jaime Argüelles como consejero delegado. Duro Felguera rebotó en Bolsa tras la designación en el cargo del mexicano Eduardo Espinosa.
Este directivo azteca ha sido aupado al cargo gracias a la confianza que tienen en él los dueños de la empresa, Prodi y Mota Engil. "Por su conocimiento profundo de la compañía y su residencia en Gijón es la persona más adecuada para este cargo", dicen.
Fuentes sindicales confirman a Elcierrredigital.com que el final de Argüelles en Duro Felguera ha sido abrupto. Los propietarios están fiscalizando su gestión económica, ya que la caja está casi a cero. Los actuales responsables de Duro Felguera creen que habría más de 200 millones de euros de gastos que deben ser estudiados de forma minuciosa.
Fuentes sindicales de la empresa subrayaron a este periódico el "error" de desprenderse de uno de sus activos más valorados, su filial de defensa Epicom. El 40% se lo vendió hace cuatro años a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Y hace dos años vendió el 60% a Indra y al Grupo Oesía por 5,3 millones de euros.
Problemas
La entrada de Prodi y Mota-Engil México en 2024, decían, iba a abrir "ventanas de oportunidad con nuevos proyectos industriales. Y aportará sinergias para la expansión del negocio y crecimiento en ámbitos internacionales, fortaleciendo la posición de Duro Felguera en el mercado".
Pero la mala situación heredada está complicando la resurrección de la compañía asturiana.
Más noticias: