Las polémicas de 'Don Simón': Luces y sombras en la publicidad de la marca vinícola
El grupo García-Carrión está acusado de "estafar con la venta de vino" y tiene un juicio pendiente contra su antiguo CEO
Todas las escuelas de marketing españolas, y algunas de negocios, estudian el modelo del grupo García-Carrión. Esta compañía fundada en la murciana localidad de Jumilla en 1890 se ha convertido en ejemplo empresarial. Y en controvertido ejemplo de modelo publicitario.
La compañía propiedad de Don Simón fue alumbrada en el siglo XIX por José García-Carrión, que pretendía exportar sus vinos a Francia. Su bisnieto, con el que comparte el nombre, ha convertido a la empresa es la primera bodega de Europa y cuarta de Europa.
La innovación y la publicidad han sido claves en este éxito compartido por el actual presidente de la compañía y su mujer y copropietaria, Fala Corujo. El único hijo de la pareja, Luciano García Carrión, vicepreside el grupo y promueve la expansión internacional del mismo. La compañía vende sus productos a más de 150 países.
Innovación y broncas publicitarias
El grupo García-Carrión disparó sus ventas en 1980 tras plantar batalla al vino de mesa, que tenía el lastre de su envase. La compañía murciana lanzó Don Simón, en vez de ser embotellado en cristal apostó por el tetra brik.
Este envase era menos pesado y caro que el cristal, que por aquel entonces debía ser retornado a los vendedores. La publicidad contribuyó al éxito del grupo, que en 1986 vendía 70 millones de litros de vino.
Sus caldos accesibles de precio, e iconos de la mezcla con bebidas como Cola-Cola o limonada, se hicieron famosos. Lo lograron gracias a la campaña publicitaria "Voy a comer con Don Simón", que contó con actrices como Lydia Bosch. El gurú publicitario Ricardo Pérez ideó el eslogan tras inventar otros breves y pegadizos como 'El que sabe, Saba' (Saba) y 'El rey de las camas' (Reig Martí). O "Claro Calvo" (Atún Calvo).
Sin embargo, otro hit publicitario más polémico marcó el camino comercial del grupo. "Si este vino fuera envasado en cristal costaría más de 100 pesetas, en tetra brik cuesta la mitad", decía el spot.
Décadas de enfrentamientos
García-Carrión se ha convertido en el máximo exponente de la publicidad comparada desde que se atrevió a estrenarse con ella en 1995. Hace casi 30 años, los nuevos zumos Don Simón entraron en guerra contra los de Coca-Cola. "Don Simón: zumo exprimido directamente de las naranjas; Minute Maid: zumo a base de concentrado", señalaba el anuncio.
Otros anuncios similares le llevaron a los tribunales contra el Grupo Pascual (en los años 2007 y 2011), Granini (2020) y Félix Solís (2024). Por todos ellos fue acusado de competencia desleal. Pero los tribunales le dieron la razón en todos los casos frente a los demandates, que criticaron la supuesta "falta de elegancia" de su adversario.
Especialmente cruenta es su guerra contra Félix Solís, que le plantó batalla en el mercado de vino de mesa con sus Valdepeñas. García-Carrión invirtió fuertes sumas en esta Denominación de Origen. Y la batalla puede acabar mal para ambos porque la Audiencia Nacional llamó hace unos meses a declarar a los presidentes de ambas compañías por presunta estafa en la venta de los vinos.
Autocontrol le vigila de cerca
García-Carrión ha perdido otros pulsos publicitarios. El organismo independiente Autocontrol dio la razón a Granini en 2010, lo cual llevó al dueño de Don Simón a retirar sus spots. "Granini es zumo a base de concentrado", decían para insinuar que la compañía alemana sólo comercializaba este tipo de zumos. El organismo también consideró que la compañía murciana incidía en el descrédito de su competidor. Lo hizo con una pregunta lanzada en un spot: "¿Dónde están los naranjos de Granini?".
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