La cuarta ascensión de Mario Conde: de economía y política a prensa rosa
El polémico exbanquero gallego comparte vida con Adriana Torres Silva, tras romper con Pilar Marín
Mario Conde vuelve a acaparar focos, en este caso de la prensa rosa. El polémico exbanquero saltó a la fama en los ochenta, en las páginas del papel salmón, por sus negocios en el campo farmacéutico junto a Juan Abelló.
Aquel fue el trampolín para que Conde se hiciese con la presidencia de Banesto y se situase como uno de los principales personajes del mundo político-mediático de los primeros noventa, ya que algunas voces lo querían ver como líder de la derecha, en vez de José María Aznar; otros lo temían por su cercanía con Zarzuela; y muchos lo veían como el perejil de todas las salsas por patrocinar varios negocios mediáticos, desde la compra de Antena 3 TV por parte de Antonio Asensio al lanzamiento de El Mundo de Pedro J. Ramírez.
Prisión
Su caída mediática fue 'el caso Banesto', que le llevó a prisión. Y esta herida todavía no ha cicatrizado ya que Hacienda consiguió hace unos meses que su empresa Las Salcedas fuese declarada responsable civil subsidiaria de un agujero de 8,3 millones de euros relacionados con aquel escándalo.
Su tercera ascensión mediática se produjo tras salir de prisión gracias a bestsellers como 'Memorias de un preso' o 'Los días de gloria', obras en las que se vendía como una víctima del Sistema en vez de admitir su culpa.
fue por aquella época cuando frecuentaba las tertulias nocturnas de Intereconomía TV, plataforma desde la que lanzó una efímera formación política, Sociedad Civil y Democrática, con la que batalló sin suerte en las elecciones gallegas de 2012 contra Alberto Núñez-Feijóo, que revalidó por sorpresa su mayoría absoluta.
Y aunque ahora Conde aparece menos en los papeles políticos, económicos y literarios, se ha convertido en pasto de la prensa rosa tras romper con Pilar Marín y ennoviarse con Adriana Torres Silva.
Nobleza y artes: la nueva novia de Conde
Adriana, veinte años menor que el banquero de Tuy, es una reconocida artista y pertenece a la nobleza más clásica. Es hija de Esteban Torres González-Camino y Luisa Fernanda Silva Mendaro, los fallecidos Marqueses de Casa Ulloa y Casa Mendaro, título que Adriana heredó en 2014. Además, está divorciada del empresario Felipe del Cuvillo, con el que tiene tres hijas. Si nos remontamos en su árbol genealógico encontramos que su tatarabuelo fue Jefe de Palacio durante los años de la Regencia de María Cristina de Habsburgo y su bisabuelo hombre cercano al círculo de Alfonso XIII.
Más allá de los vínculos familiares, Adriana es una reconocida pintora que ha llegado a exponer en distintos países y que entre sus seguidores cuenta con el mismísimo Antonio Banderas. Dicen que la afición al arte es lo que ha unido a Conde y a la Marquesa, que habrían estrechado su relación tras el confinamiento. Una de las primeras pistas la dio el propio exbanquero en su cuenta de Instagram hablando sobre su afición a la pintura junto a una imagen con elementos habituales para esta actividad como pinturas, pinceles y aguarrás. “El arte ha vuelto a mi vida y según mis meigas gallegas volvió para quedarse. Digo volvió porque nací rodeado de arte”, escribió Conde.
Según reza en su propia página web, Adriana “es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de pintura y ha realizado cursos de postgrado en el Central Saint Martins, University of Arts London. Igualmente ha ejercido como profesora de pintura durante más de 10 años y realizado exposiciones en Barcelona, Hohenems (Austria), Lisboa (Portugal), Londres (R.U.), Madrid, Málaga, Sevilla, Washington (EE.UU.) y Zaragoza entre otras ciudades. Su obra se ha expuesto en museos como el CAC Málaga, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla o el National Museum of Catholic Art de Washington y en ferias de arte como ARCO o Art Sevilla. El silencio como tema de su tesis doctoral marcó, no sólo su trayectoria artística, sino además supuso el inicio de diversas exposiciones individuales caracterizadas por una gran influencia de lo espiritual y un permanente compromiso social”.
En esta misma página se describe cómo es su pintura: “En su discurso conceptual, estético y emocional se han sucedido las series, y muchos otros trabajos intercalados entre ellas, que reflexionan sobre sus pensamientos y preocupaciones, dibujando en su conjunto un universo de planetas y estrellas en cuyos territorios la artista reflexiona sobre su mundo interior. En Más allá son los ángeles quienes ocupan el lienzo. Ángeles que protegen y cuidan. Ángeles que vigilan y salvan. Ángeles que tranquilizan una existencia de conmoción. El Silencio y Las flores del silencio, lo habitan seres blancos y solitarios que descubren la introspección, el pensamiento y la meditación”.
Su exposición Vengo a ofrecer mi corazón, que tuvo lugar en la galería sevillana Weber-Lutge fue recogida ampliamente por los medios de comunicación en la primera mitad de 2018. Un año antes, sus obras pudieron verse en el parlamento andaluz en una muestra homenaje a Murillo.
Adriana también ocupó en su momento la actualidad del corazón cuando la revista ¡Hola! habló de ella como posible novia del príncipe Felipe de Bélgica. Lo cierto es que sus abuelos maternos, los Duques de Miranda, eran íntimos amigos de los entonces Reyes de Bélgica, Fabiola y Balduino. Sin embargo, el romance nunca existió como tal.
La noticia de la revista del saludo vino propiciada por el interés de la Reina Fabiola de unir a su sobrino, al que quiso como a un hijo, con una noble española que siguiera sus pasos en el trono belga. Sin embargo, con el tiempo, Fabiola hubo de ver cómo su sucesora fue su polémica cuñada, Paola de Lieja que junto a Alberto II protagonizó varios escándalos debido a las infidelidades del matrimonio regio con hijas secretas incluidas.
El recuerdo de Conde a Lourdes Arroyo
Mientras su nueva pareja ocupa los titulares, Conde recordó en su cuenta de Instagram a su primera esposa Lourdes Arroyo en el aniversario de su muerte que tuvo lugar el 13 de octubre de 2007. “Hoy, día 13 se cumplen 13 años desde que, en aquella mañana limpia y fría del año 2007, Lourdes Arroyo, envuelta en una serenidad que estremecía, con su rostro rebosante de calma interior, abandonaba esta encarnadura para ascender a otro plano de vibración”, iniciaba su texto el exbanquero.
Por supuesto, en su mensaje también apareció una velada referencia a su nueva situación sentimental con misticismo incluido: “El pasado domingo asistí a una misa en Torrijos (Sevilla), la Hacienda que trae causa de Casa Mendaro, en la que se descubrió un Cristo, al que llaman del Milagro, muy venerado en la zona, y sobre el que pesa una historia que tiene componentes míticos. Pues bien, en la capilla, profusamente adornada con claveles rojos que depositaban con amor los muchos fieles que asistieron a visitar la imagen venerada, se alza en el retablo del XVII el Cristo milagroso. Estaba yo acompañado cuando lo miré fijamente. Me dio en ese instante la sensación de que quería transmitirme un mensaje. Se produjo en mi interior el mismo sentimiento que en la prisión y percibí que el mensaje era de parte de Lourdes. Decía: “ahora sí; ahora estoy feliz”. Lo entendí. Dije un día que los seres amados no mueren porque siempre viven en nuestros corazones; es el caso de Lourdes, así que debió de darse un paseo por las dependencias de mi corazón, contempló el paisaje, percibió el sentimiento, y por ello mismo dijo: “ahora sí; ahora sí estoy feliz contigo”. Frente a estas vivencias solo cabe una expresión: gracias a Dios, por tanto”.
Según el que fuera presidente de Banesto, Lourdes “ahora” está feliz con la nueva compañía de Conde. De lo que se puede deducir que no lo estaba antes, con Pilar Marín, tal y como contó este periódico en su momento.
Más noticias: