Crimen de Alcàsser: enigmas del paradero de Miguel Ricart tras 26 años de condena.
Liberado en 2013, Ricart fue detenido en Barcelona en 2022 por presunto tráfico de drogas.
En la tarde del viernes 13 de noviembre de 1992 Míriam, Toñi y Desirée decidieron hacer autostop para llegar a una fiesta que estaba a menos de un kilómetro de su ubicación, pero las jóvenes, de 14 y 15 años, nunca llegaron. No fue hasta el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores encontraron unos cadáveres en una fosa. Las menores, que a raíz de su desaparición empezaron a conocerse como las 'niñas de Alcàsser', habían sido secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas.
Poco después de descubrirse los cuerpos de las jóvenes, Miguel Ricart fue detenido. Fue él mismo quien confesó su implicación en el crimen y dio detalles de lo sucedido, aunque desde entonces ha asegurado que hizo esas tres primeras declaraciones bajo tortura y ha negado su participación en los hechos.
Este 5 de septiembre se cumplen 26 años desde que la Audiencia Nacional condenó a Miguel Ricart a 170 años por el triple crimen de las niñas de Alcàsser.
La salida de Miguel Ricart de prisión y su posterior detención
El 29 de noviembre de 2013 Ricart abandonó la cárcel manchega de Herrera de La Mancha, tras aplicarse en su caso la derogación de la doctrina Parot. Tras salir de la cárcel Ricart se dirigió a Madrid, donde fue localizado en una pensión por un equipo de la cadena de televisión Telemadrid.
Allí permaneció cuatro días, hasta el 4 de diciembre, que tomó un AVE en dirección a Córdoba. Luego viajó en autobús hasta Barcelona en compañía de un sacerdote. Allí, en la estación de autobuses Barcelona Norte, se le perdió la pista hasta ahora.
En diciembre de 2022 el triple feminicida fue detenido acusado de dirigir un narcopiso en el barrio del Raval. Después de pasar 48 horas en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Les Corts, quedó en libertad con cargos. Actualmente Ricart sigue escondido en Barcelona.
Ricart no fue el único que estuvo en el punto de mira de los investigadores, ya que en la zona donde se encontraron los cuerpos de las tres niñas se halló un volante médico que señalaba a Antonio Anglés, quien emprendió su huida el mismo día en el que comenzaron a buscarle.
La huida de Antonio Anglés y su supuesta muerte
El rastro de Antonio Anglés se perdió en 1993 en la bahía de Dublín, cuando viajaba como polizón en un barco. Fue precisamente en septiembre del año pasado cuando un oficial de la nave City of Plymouth confirmaba que el presunto autor del triple crimen, al que se le atribuyen los delitos de rapto, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de armas, estuvo a bordo de la embarcación. El oficial aseguró que Anglés huyó en aguas irlandesas y evadió el cordón policial en el puerto de Dublín, desmontado de este modo una de las principales hipótesis de la investigación, que sostiene que el fugitivo murió ahogado.
En marzo de 2023 la familia de Antonio Anglés solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº5 de Catarroja, Valencia, que se tramitara la declaración de fallecimiento de Anglés. Fue uno de los hermanos de Antonio Anglés el encargado de pedirlo, según indican algunos medios, con vistas a acceder a la herencia familiar. La acusación popular del caso de las niñas de Alcàsser, ejercida por la asociación Clara Campoamor, se mostraba en contra porque declararle muerto "extinguiría su responsabilidad penal". Por ahora, el único que ha sido condenado por el crimen ha sido Miguel Ricart.
La relación de Miguel Ricart y Antonio Anglés
Hijo de Miguel Ricart y Encarnación Tárrega, Miguel Ricart tuvo que afrontar la muerte de su madre cuando sólo tenía 6 años. Lo poco que se conoce de su infancia es que estudió en el colegio de niños Huérfanos de San Juan Bautista junto a su hermana Encarnación, hasta que cumplió 13 años. Fue al finalizar quinto curso de EGB cuando consiguió una beca para estudiar en régimen de internado en la Universidad Laboral de Cheste. Ahí fue donde todo cambió.
Según contaba la revista valenciaculture.com Ricart pasó de ser un estudiante ejemplar a frecuentar malas compañías y con 16 años ya salía por las discotecas de Valencia y comenzó a tener contacto con las drogas y el alcohol.
Con solo 18 años comenzó una vida en común con su novia Loli en Benetússer, provincia de Valencia. Con ella tuvo en 1990 a su única hija, Rosa, pero abandonó el hogar familiar en 1991, seguramente harta de los problemas de toxicomanía de Ricart.
Ricart, en contra de lo que pudiera pensarse, no tenía antecedentes penales muy graves, apenas el robo de dos coches en 1992. Su relación con Antonio Anglés (autor material de los hechos de las niñas de Alcàsser) comenzó tras conocer a Loli, ya que Antonio Anglés era quien facilitaba las drogas a Ricart y acabaría viviendo con él tras abandonar a su mujer e hija.
De los familiares que le quedan con vida a Miguel Ricart, su hija es la única que quiere saber algo de él, ya que ha manifestado en muchas ocasiones que desearía reunirse con su padre "para escuchar sus explicaciones".
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