Caída del emporio de Villar Mir: Multas y problemas judiciales
OHL no levanta cabeza: Marqués cede control a su hijo Juan, y cae al puesto 90 del ranking de Forbes.
Corren tiempos complicados para el constructor, exministro de Hacienda y marqués Juan Miguel Villar Mir después de una serie de decisiones que lo han sacado del top 10 de las mayores fortunas de España de Forbes para situarlo en el puesto 90, con una riqueza que sigue rondando los 350 millones de euros gracias a controlar más del 40% de la pujante generadora de ferroaleaciones Ferroglobe, presidida por su controvertido yerno, Javier López Madrid.
Villar Mir es hijo de un capitán de Estado Mayor que luchó en la Guerra Civil del lado de Franco, se curtió en la Escuela del Pilar —que funcionaba como 'fábrica' de los cachorros 'pilaristas' del Régimen anterior— y tras estudiar Ingeniería de Caminos pasó a asumir varios cargos con el franquismo como el de presidente de los Altos Hornos de Vizcaya, cuando el gigante siderúrgico compró la constructora Obrascon, con la que se hizo en 1987 el empresario por una peseta, convirtiéndose en la primera piedra de OHL, que nacería en 1999.
Villar Mir posteriormente ejerció como vicepresidente tercero del Gobierno para Asuntos Económicos y como ministro de Hacienda en el gobierno predemocrático de Carlos Arias Navarro, se enamoró del golf y del Real Madrid, ejerciendo como vicepresidente de Ramón Mendoza y candidato a presidente en las elecciones de 2006 que ganó Ramón Calderón.
Con el paso del tiempo, Villar Mir se convirtió en uno de los principales constructores de España al urbanizar Sotogrande, construir el mayor rascacielos de España en 2007 (Torre Espacio) o convertirse en 2011 en marqués por gracia de su eterno amigo Juan Carlos de Borbón, al que una empresa vinculada a OHL pagó 4,2 millones de euros en 2009 (tal y como denunció Voz Pópuli).
Verse salpicado en diversos casos de corrupción y los escándalos de López Madrid, acusado de promover una agresión a la doctora Pinto, han dejado en mal lugar a Villar Mir, que hace unos años cedió la gestión empresarial a su primogénito Juan Villar-Mir de Fuentes.
El patriarca, que desmintió ser padre de una ciudadana boliviana, es un "apasionado del trabajo, católico y austero", según señalan algunos de sus allegados. En una entrevista concedida a la revista Fuera de Serie señaló que sus prioridades deberían ser "Dios, familia y trabajo, (pero) en la vida real sucede al contrario: uno acaba prestando más tiempo y atención al trabajo, luego a la familia y, bien poco, a Dios".
Multas y palos de La Moncloa
"Pertenezco a una familia de clase media, pero tuve la suerte de recibir de mis padres una educación excelente. Aprendí de mi padre los valores de disciplina, voluntad de trabajo, cumplimiento de palabra, puntualidad, respeto a los demás y demás asuntos fundamentales. Y de mi madre recibí todo el cariño y la ternura, y lo que es importantísimo, una gran atención, para después aplicarla a los demás. Con ese origen, muy de clase media, porque no tengo ningún antecedente de empresario, político, propietario ni rico en ningún sentido, pensé que era rentable ser buen estudiante. Y lo fui y lo sigo siendo", le explicaba a Expansión en 2016.
En aquellos momentos OHL iba viento en popa, llegando a alcanzar facturaciones superiores a 4.500 millones de euros y contando con más de 30.000 trabajadores. El pasado septiembre, con ánimo de ordenar y sanear su patrimonio, vendió el 7% que le quedaba en la compañía por 23,5 millones de euros. El gigante, hoy renombrado como OHLA, sigue sufriendo una deuda superior a 500 millones de euros que fue generada por el constructor que la creó.
El Grupo Villar Mir también vive días complicados tras la multa de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) de 5 millones de euros a su filial Enérgya VM Gestión de Energía, comercializadora de electricidad y gas.
El motivo de la sanción es la falta de control en el canal que contrató en 2019 para la gestión comercial telefónica. Esta compañía no para de generar disgustos: en 2022 perdió 22 millones de euros y en 2023 sufrió una sangría de clientes.
La política comercial agresiva de 2024 responde a una intentona de levantarla tras varios problemas internos que acabaron provocando la salida de la CEO de Energía María Luisa Huidobro, indemnizada con varios millones de euros para evitar un juicio, o perder en los tribunales contra tres exdirectivos a los que despidió por "competencia desleal y violación de secreto empresarial".
El grupo también se ha llevado un revés de la mano del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que le ha tumbado su proyecto eólico en el puerto burgalés de Estacas de Trueba por ser un espacio protegido. Al menos otra filial, Ferroglobe, pagará de nuevo su dividendo con el fin de aliviar los bolsillos de la familia de Villar Mir.
Problemas con la Justicia
Salpicado por las Black, imputado por la Operación Lezo y detenido por la Púnica. Este conjunto de problemas judiciales de Villar Mir golpeó en su ánimo. A la revista católica Misión le contaba su visión sobre la corrupción: "Quien participa en un entramado de corrupción, comete un error fundamental: pierde el prestigio y el respeto de los demás".
Y hace cinco años en el Congreso negaba sus presuntos vínculos delincuenciales con el PP y PSOE. "Jamás he pagado un céntimo a ningún partido político". "Yo tengo más de 200 empresas en un total de 39 países del mundo, y eso hay personas a las que les molesta. Aunque me han citado en dos o tres ocasiones a lo largo de mi vida, en todas ellas se ha demostrado que la acusación no tenía ningún fundamento. Me citaron en el caso Bárcenas, y en cuanto el juez Ruz hizo una primera lista de personas que no deberían estar imputadas, ahí estaba yo", explicó en una entrevista posterior.
Eso sí, reconocía donaciones a fundaciones afines a partidos: "A partidos políticos no he dado jamás, ni lo haré nunca. A fundaciones impulsadas por personas de los partidos políticos, claro que sí. A María Teresa Fernández de la Vega, cuya fundación, que no es del PSOE, está presidida por ella, es a la que más dinero he dado, con cifras importantes durante una serie de años. A FAES, que organiza cursos de verano y trae estudiantes iberoamericanos, me parece lógico y claro que la ayudo. Y a muchas más".
El Grupo Villar Mir ahora tiene otros problemas como solventar su situación. Y para ello han puesto a la venta la compañía Promociones y Propiedades Inmobiliarias Espacio (Priesa), que les podría generar oxígeno tras varios años de asfixia.
Más noticias: