Montaje propio La nueva vida de Monica Lewinsky: De ser amante de Clinton a productora de series
Cuando Clinton cumple 79 años, la activista lidera proyectos como productora y dirige la compañía Alt Ending Productions
A propósito del 79 cumpleaños de Bill Clinton (Arkansas, 1946) el 19 de agosto, la figura de Monica Lewinsky (California, 1973) vuelve a cobrar relevancia. No como la becaria que fue, sino como una productora y activista influyente que ha reescrito su propia narrativa. Lejos de ser una simple espectadora de su pasado, Lewinsky ha tomado el control de su historia a través de una serie de proyectos profesionales.
En 2019, se anunció que sería coproductora de la tercera temporada de American Crime Story, titulada Impeachment, que se centró en el escándalo Clinton-Lewinsky y se estrenó en septiembre de 2021. Este proyecto le permitió ofrecer su perspectiva sobre los eventos que la marcaron. En octubre de 2021, fue productora ejecutiva del documental de HBO15 Minutes of Shame.
La culminación de esta nueva etapa profesional llegó en junio de 2021, cuando Lewinsky fundó su propia compañía de producción, Alt Ending Productions. Firmó un acuerdo de primera vista con 20th Television. Su enfoque, según ha expresado, es dar voz a aquellas perspectivas que históricamente no han sido escuchadas.
Su proyecto más reciente es el podcast "Reclaiming with Monica Lewinsky", que se lanzó el 18 de febrero de 2025. El podcast presenta conversaciones en profundidad con invitados sobre "recuperar lo que se ha perdido o quitado".
Lewinsky lo describe como un espacio para tener "entrevistas honestas y de amplio alcance con todo tipo de personas" sobre cómo encontrar el camino de regreso a uno mismo.
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Se basa en su propia experiencia de "sobrevivir a un escándalo global a los 24 años". Entre los invitados iniciales se encuentran Ronan Farrow,John Oliver y Cindy Crawford. Con este trabajo, Monica Lewinsky ha demostrado que su historia no ha terminado. Ha sido el punto de partida para una carrera dedicada a la reinvención y a dar voz a los silenciados.
El escándalo Clinton-Lewinsky
El escándalo Clinton-Lewinsky, que estalló en 1998, se originó a partir de una relación sexual entre el presidente de EE. UU., Bill Clinton, y MonicaLewinsky, una becaria de la Casa Blanca. La relación comenzó en 1995, cuando Clinton tenía 49 años y Lewinsky 22, y duró hasta 1997.
Lewinsky, graduada de Lewis & Clark College, fue contratada como becaria a través del Programa de Becarios de la Casa Blanca. Trabajó en la Oficina de Asuntos Legislativos. Se cree que la relación con Clinton inició mientras ella formaba parte de este equipo. No hay que olvidar que desde 1975 Bill está casado con Hillary Clinton.
Los detalles de la relación fueron confidenciados por Lewinsky a Linda Tripp, una colega del Departamento de Defensa, quien grabó en secreto sus conversaciones a partir de septiembre de 1997. Tripp también convenció a Lewinsky de guardar varios regalos de Clinton, incluyendo un vestido azul manchado con semen, como "póliza de seguro".
En enero de 1998, Tripp descubrió que Lewinsky había negado la relación en una declaración jurada. Esto ocurrió en el caso de Paula Jones, una demanda por acoso sexual contra Clinton. Tripp entregó las cintas a Kenneth Starr, el Fiscal Independiente que investigaba el caso Whitewater, lo que desencadenó la revelación pública del escándalo.
El terremoto político del escándalo
El proceso de destitución de Clinton fue impulsado por el Informe Starr, elaborado por el Fiscal Independiente Ken Starr en septiembre de 1998. Este informe detallaba la relación sexual entre Clinton y Lewinsky, señalando once posibles motivos para la destitución, como perjurio, obstrucción de la justicia, manipulación de testigos y abuso de poder.
Los cargos específicos surgieron de su testimonio en la demanda por acoso sexual presentada por Paula Jones, donde Clinton negó la relación con Lewinsky. También se originaron en sus esfuerzos para ocultar pruebas relacionadas.
https://youtu.be/zrtq1ulbYFA?si=bPJJSotPeqwFHprd
El 8 de octubre de 1998, la Cámara de Representantes inició la investigación de destitución. El 19 de diciembre del mismo año aprobó formalmente dos artículos: perjurio y obstrucción de la justicia. Otros cargos, como el abuso de poder, fueron rechazados.
El juicio en el Senado comenzó el 7 de enero de 1999 y terminó con la absolución de Clinton el 12 de febrero de 1999. Clinton fue exonerado de los cargos de perjurio y obstrucción de la justicia, ya que ninguno de los artículos alcanzó la mayoría de dos tercios necesaria para su destitución.
Impacto en la Presidencia de Clinton y la opinión pública
El escándalo tuvo efectos devastadores en la moral del personal de la Casa Blanca. Aunque muchos se mantuvieron leales a Clinton, la confianza y el respeto se vieron gravemente dañados, lo que afectó la eficacia operativa del gobierno.
Sin embargo, a pesar de la crisis, las encuestas de opinión mostraron un aumento significativo en la aprobación pública de Clinton, alcanzando cerca del 70%. Aunque su imagen de carácter y honestidad se desplomó, muchos estadounidenses apreciaban su desempeño como presidente y no consideraban que sus acciones justificaran la destitución.
Este hecho llevó a una pérdida significativa de apoyo para el Partido Republicano. Las elecciones de mitad de mandato de 1998, celebradas justo antes de la votación de destitución, resultaron en una sorpresiva derrota para los republicanos.
Perdieron cinco escaños en la Cámara de Representantes, un hecho inusual para un partido de oposición en esa etapa. Adicionalmente, la imagen de Hillary Clinton se vio favorecida por su comportamiento digno durante la crisis, logrando superar en las encuestas incluso al propio presidente.
El 17 de enero de 1998, el Drudge Report fue el primero en informar sobre el asunto, y el 21 de enero, The Washington Post lo hizo público. El 26 de enero de 1998, Clinton negó rotundamente las acusaciones en una declaración televisada: "No tuve relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky".
Sin embargo, meses después, Clinton admitió que su relación con Lewinsky fue "incorrecta" y "no apropiada". La percepción pública de la relación ha cambiado con el tiempo, especialmente en la era del movimiento #MeToo, que ha replanteado la dinámica de poder involucrada en el asunto.
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