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INVESTIGACIÓN

Así viven Jaime de Marichalar y Elena de Borbón 28 años después de su boda

A día de hoy la relación es inexistente aunque ambos velan por el bienestar de sus vástagos.

El 18 de marzo de 1995 Sevilla se vestía de gala para acoger un evento histórico. La infanta Elena de Borbón y Jaime de Marichalar escogieron la ciudad hispalense para la celebración de su enlace. La primera hija de los reyes Eméritos, pletórica y algo inquieta, desfilaba del brazo de su padre Don Juan Carlos, engalonada en un vestido confeccionado por el diseñador sevillano Petro Valverde. El hijo de los condes de Ripalda, vitoreado por los sevillanos, lo hacía luciendo un chaqué junto a su madre Concepción Saénz de Tejada, vestida como mandaba el protocolo con peineta y mantilla.

La boda de los exduques de Lugo fue retransmitida por Televisión Española y considerada una de las grandes obras televisivas de la exdirectora general de la cadena Pilar Miró. El lugar escogido para el sí quiero fue la Catedral de Sevilla, en la que se congregaron 1.500 invitados entre los que se encontraban miembros de casas reales internacionales, personalidades políticas como el entonces presidente del Gobierno Felipe González, alta nobleza y amigos de los contrayentes.

Una de las invitadas más especiales fue María de las Mercedes de Borbón, abuela paterna de la novia quien gozó como nadie la gran boda sevillana de su nieta pues residió en la ciudad andaluza hasta 1931, año en el que partió al exilio. Era la primera boda real que se celebraba en España en 80 años y la cual dejó anécdotas que han pasado a la historia como el olvido de la novia en el momento de solicitar la venia a su padre antes de dar el sí quiero, las lágrimas del rey Emérito o la emoción de Doña Sofía.

Tras doce años de matrimonio y dos hijos en común, en 2007 la Casa Real anunciaba el “cese temporal de la convivencia” entre los entonces duques de Lugo y dos años después se confirmó la separación “de mutuo y común acuerdo”. veintiocho años después del gran enlace real y catorce tras el primer divorcio de la familia Borbón, el vínculo es inexistente entre Elena y Jaime aunque coinciden en mantener una buena relación con sus dos vástagos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.

La infanta Elena, el gran apoyo del Emérito

Elena de Borbón y Grecia llegó al mundo un 20 de diciembre de 1963 en la clínica Nuestra Señora de Loreto en Madrid, convirtiéndose así en la primogénita de los futuros reyes de España quienes se hacía tan solo unos meses que se habían instalado en el Palacio de la Zarzuela, donde fijaron su residencia. La primera hija de los entonces príncipes de España colmó de alegría al matrimonio el cual dió la bienvenida a dos hijos más, la infanta Cristina y Felipe de Borbón, futuro rey de España. De no ser por el nacimiento de un hermano varón, un hecho por el cual quedó desplazada de la línea de sucesión, su vida habría sido muy distinta pues habría llegado a ser reina de España.

De todos los hijos de los Eméritos, Doña Elena siempre ha sido el “ojito derecho de su padre” aunque Don Juan Carlos jamás vió en su primogénita como soberana y de hecho fue él quien lo decidió en una conversación con su gran amigo y expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. Según cuenta la periodista Pilar Eyre, el exlíder de la UCD apostaba por “los nuevos tiempos” y por “imponer en la Constitución la superioridad dinástica masculina sobre la primogenitura femenina”. Don Juan Carlos sentenció que “mi hija no está en condiciones de reinar”.

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La infanta Elena junto a sus hijos. | El Cierre Digital

No obstante, a pesar de las palabras de Don Juan Carlos, la infanta Elena es uno de sus grandes apoyos. Según la escritora Nuria Tiburcio, autora de la biografía 'Elena. La infanta Castiza', en una conversación con elcierredigital.com, afirma que “el Emérito y su hija tienen una relación muy estrecha y unos caracteres muy parecidos. Ellos están muy unidos y el hecho de que el rey esté en Abu Dhabi ha sido un duro golpe para ella”. Los encuentros entre padre e hija son muy habituales. Uno de los últimos y mas significativos sucedió el 30 de agosto de 2022. Don Juan Carlos se reunió con sus dos hijas, Elena y Cristina, en el Hotel ‘Four Seasons des Bergues’ en Ginebra.

Todos los rumores eran posibles y según testigos, aquel encuentro podría haber estado relacionado con la herencia millonaria del Rey Emérito de más de mil millones de euros según varias revistas americanas como Forbes. Don Juan Carlos visitaba Suiza tras quedar libre de la investigación abierta desde haces varios años por el fiscal Yves Bertossa, por canalizar presuntamente dinero opaco a sus cuentas.

Una investigación que ha quedado archivada por falta de pruebas. Quizá su presencia se debiera a que, ya libre de toda investigación y del bloqueo de cuentas, pudiera acceder con facilidad a ellas y mover y dejar poderes a quienes serán sus futuras herederas, sus hijas las infantas Elena y Cristina de Borbón.

La vida actual de Doña Elena dista mucho de la que llevaba años anteriores. Desde que despertó a la juventud ha sido considerada como el verso suelto de los Borbones, aficionada a la hípica, y a la tauromaquia y relacionada con múltiples hombres como con Cayetano Martínez de Irujo y el  jinete Luis Astolfi hasta el 24 de noviembre de 1994 cuando la Casa Real anunció el compromiso entre la primogénita de los reyes y Jaime de Marichalar Saénz de Tejada. Junto a el consejero de la firma Loewe dió la bienvenida a sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica.

Para ambos, sus hijos son su mayor prioridad y junto a ellos Doña Elena había fijado su residencia  en el barrio madrileño de Retiro. La convivencia era insostenible ya que los diversos escándalos que ha protagonizado Froilán y la nueva profesión de influencer de Victoria Federica no habrían sido el agrado de la primogénita del Emérito. A pesar de los deseos de Victoria Federica de marchar de casa de su madre, lo cierto es que ambas siguen viviendo bajo el mismo el techo, no así ha sido el caso de su hijo Froilán a quien ha enviado a vivir junto a Don Juan Carlos en Abu Dhabi para evitar la persecución de los medios de comunicación.

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La infanta Elena junto a sus hijos. | El Cierre Digital

Doña Elena mantiene un perfil bajo aunque sea miembro de la Casa Real española. Las continuas polémicas de sus hijos, el “supuesto” distanciamiento de  su hermano el rey Felipe VI y la mala relación con su cuñada, la reina Letizia, han hecho mella en la mujer que podría haber llegado a reinar. Lejos de la Corte, la primogénita de los reyes Eméritos continúa al frente de la dirección de Proyectos Sociales y Culturales de la Fundación Mapfre, aunque sin agenda oficial.

Jaime de Marichalar, el ‘bon vivant’ 

Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada es el cuarto de los seis hijos de los condes de Ripalda, Amalio de Marichalar y Bruguera y Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla. El exmarido de la infanta Elena de Borbón y Grecia nació en Pamplona el 7 de abril de 1963. Estudió en su infancia en los colegios de los Jesuitas de Burgos, San Estanislao de Kostka de Madrid y en la Yago School de Dublín (República de Irlanda). A pesar de su detallada formación, esta no le sirvió para terminar una carrera universitaria. Sin embargo, su orientación fue encaminada a la gestión de empresas y marketing, estudios que amplió en París, donde residió de soltero.

El 18 de marzo de 1995, y gracias a su enlace matrimonial con la primogénita del Rey en la catedral de Sevilla, comenzó a ostentar el título de Duque de Lugo, que años más tarde perdería por su divorcio con la infanta. Pero este nombramiento no es el único que empezó a aparecer en su currículo después de contraer nupcias reales, sino que figura el haber sido nombrado managing director senior advisor (director gerente) del banco de negocios Credit Swiss First Boston, en su oficina central del Paseo de Recoletos de Madrid; el haber sido nominado presidente de la Fundación Winterthur, perteneciente al grupo asegurador del mismo nombre e integrado en Credit Swiss; el ser consejero de la cementera Portland Valderribas, filial del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Y el haber sido nombrado consejero de la elitista marca Loewe y del grupo francés Louis Vuitton Moët Hennessy. Marichalar se convirtió en el hombre de confianza en España del presidente de este importante grupo francés, Bernard Arnault.

Durante esta etapa llegó a estar en siete de los consejos de administración de empresas de dentro y fuera del ámbito nacional. Pero con el divorcio llegó su expulsión de varios de estos cargos y el adiós definitivo del adiós de su escolta del Ministerio del Interior y sus vuelos gratis en la compañía aérea de bandera Iberia.

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La infanta Elena junto a sus hijos. | El Cierre Digital

A pesar de los dos ictus que sufrió en 2001 y del trauma público de su separación de la infanta Elena, Marichalar había logrado hacerse un hueco en el mundo del lujo y la moda. Gracias a su relación con la Casa Real, y en concreto con el Rey Emérito, ya había conseguido penetrar en el organigrama de Loewe y ser persona de confianza de Bernard Arnault, un íntimo amigo de su exsuegro y uno de los hombres más ricos del mundo.

Pero además del lujo, también es un amante de la caza –no hay que olvidar el incidente de su hijo Froilan con una escopeta disparándose el pie–, como a su vez es un gran gourmet y adora los buenos restaurantes. Es capaz de cogerse un avión e irse solamente a cenar a París o a Nueva York. También es un apasionado de los vinos, hasta el punto de que hace unos años montó una bodega con un grupo de elitistas amigos, entre los que se encontraban el que fue presidente de Repsol, el ya fallecido Alfonso Cortina; el hermano de éste, el exbanquero Alberto Cortina; Ignacio Galán, presidente de Iberdrola; el naviero Fernando Fernández Tapias, más conocido por “Fefé”; y el experiodista Lalo Azcona. Juntos compraron parte de los viñedos de las bodegas Matarromera, en Valladolid, propiedad del empresario Carlos Moro. En estos terrenos, que lindan con la prestigiosa bodega de Vega Sicilia, comercializaron la marca de vino de autor llamada Vermilion. Precisamente, las bodegas Matarromera fueron las que sirvieron el vino en las comidas ofrecidas por los Reyes en la XV Cumbre Iberoamericana celebrada en octubre de 2005, y también en la cena anterior a la boda del príncipe de Asturias.

Tras su divorcio en el año 2010, Jaime de Marichalar intenta pasar desapercibido en la prensa, aunque su nombre no deja de aparecer en los titulares, en la mayoría de ocasiones vinculado a sus hijos, Froilán y Victoria Federica. De hecho, se ha visto a lo largo de los últimos años a Jaime de Marichalar acompañar a su hija a diversos desfiles de moda. Además de porque ambos son apasionados de la moda, porque su trabajo se encuentra en ese sector.

Actualmente vive en un triplex en el barrio de Salamanca de Madrid, una propiedad suya comprada a la familia Corsini con parte de la herencia que le dejó su abuela María Teresa de Marichalar. Actualmente Jaime de Marichalar mantiene cargos directivos en tres sociedades, todas relacionadas con el mundo del lujo y la moda. Así, figura como apoderado de la empresa Fendi Retail Spain, propiedad de LMVH (es decir, Louis Vuitton Moët Hennessys, dedicado a la "importación, exportación de ropa, joyería, accesorios de lujo"), un grupo en el que figura desde octubre de 2018.También mantiene su puesto en el consejo directivo de Loewe, de su gran benefactor Bernard Arnault, donde figura como consejero desde 2013. Y, por último, figura en la empresa Boabreimab S.L., dedicada al "comercio minorista de prendas de vestir". Sus activos y su patrimonio se acercan a los tres millones de euros.

Según la revista People with money, el exduque consorte de Lugo se ha colocado en el número uno de los "príncipes mejor pagados de 2023" con unas ganancias estimadas de 46 millones de dólares, entre enero de 2022 y enero de 2023, con una ventaja de casi 20 millones de dólares sobre su competidor más cercano. Según esta revista, Marichalar tiene un patrimonio estimado de 145 millones de dólares y "debe su fortuna a inversiones en acciones inteligentes, participaciones sustanciales en propiedades, lucrativos acuerdos de patrocinio con los cosméticos CoverGirl".

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