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Mujer de pie en un podio con un micrófono, vestida con un traje azul y bufanda, hablando en un evento.
INVESTIGACIÓN

Ana Patricia Botín se acerca a Moncloa: En juego la compra de Unicaja por el Santander

La santanderina quiere pescar en el río revuelto bancario propiciado por la 'fallida' OPA del BBVA sobre el Sabadell

El triunfo de Donald Trump  ha golpeado contra el bancarizado sistema bursátil español, temeroso por las posibles regulaciones norteamericanas en favor de las criptomonedas. El sector bancario autóctono sigue pendiente de la OPA del BBVA sobre el Sabadell. 

La operación no tiene visos de salir adelante, lo que provocaría una crisis en la cúpula del BBVA. Pero, por de pronto, la luz verde de Bruselas a la OPA abre futuras posibles operaciones. Es el caso de la posible compra de Unicaja por parte del propio Sabadell. 

El banco malagueño también es objeto de deseo para el Santander, que está sufriendo una investigación en Estados Unidos que le podría generar una multa. El  regulador del mercado estadounidense (SEC) analiza si directivos de su filial norteamericana se intercambian información por un cauce no apto para ello: WhatsApp. 

No sería la única multa que abonaría este año el Santander, ya que el Tribunal Constitucional desestimó un recurso de la compañía. El asunto, que le ha costado algo más de un millón de euros, está relacionado con deficiencias a la hora de informar sobre posibles casos de blanqueo de capitales por parte del Banco Popular. 

Unicaja levanta el vuelo

El sexto banco de España por activos ha levantado el vuelo. En el primer semestre de 2024 Unicaja se anotó un beneficio de 294 millones de euros. La cifra duplica las ganancias del mismo periodo del ejercicio 2023. 

El banco malagueño presidido pro José Sevilla y dirigido por Isidro Rubiales ha suavizado sus tensiones internas tras casi 3 años de guerra. El conflicto nació en 2021 tras la absorción de Unicaja de Liberbank (que una década atrás se había constituido con varias cajas regidas por el equipo de Cajastur). 

El poder, entonces, se repartía entre el presidente Braulio Medel y Manuel Menéndez, consejero delegado de Cajastur primero, Liberbank más adelante y, hasta hace unos meses, de Unicaja. 

Esta pinza entre Medel y Menéndez soliviantó al sector malagueño. Y mostró su enfado a través de sectores del banco (incluido Tomás Olivo, que se ha convertido en el segundo accionista del banco). O políticos 'populares' como el presidente autonómico Juanma Moreno, el alcalde Paco de la Torre y Elías Bendodo.

La vieja guardia del PSOE andaluz se hacía cruces al ver la actitud de su eterno aliado Braulio Medel, que había prometido renunciar a la presidencia de la Fundación Unicaja. El enfado socialista estaba motivado porque Medel está íntimamente vinculado al partido. Este catedrático de Hacienda Pública ejerció en los años 80 como viceconsejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía. 

Unicaja podría pasar a manos del Santander gracias a la mejora de las relaciones entre Ana Patricia Botín y Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno, admiten fuentes cercanas al banco de origen cántabro, ha doblado el brazo a la todopoderosa banquera. 

Botín y Sánchez

El reciente fichaje de Carlos Barrabés como consejero del Banco Santander remataron el acercamiento de Ana Patricia Botín a su antaño 'enemigo' Pedro Sánchez.

El socialista no escondía en 2022 su falta de feeling con la banquera. Lo hizo con relación al impuesto a la banca y las energéticas. "Si Botín y Sánchez Galán protestan ante los impuestos, vamos en la buena dirección", dijo el presidente. 

Fachada de una sucursal de Unicaja con un cajero automático y un cartel publicitario que dice
Unicaja. | EP

Sánchez para entonces ya había logrado que Botín rompiera los acuerdos del Santander con compañías como Telefónica. Hasta entonces el banco y la teleco controlaban Prisa. El multimedia fue presidido hasta 2018 por el amigo íntimo de la presidenta del principal banco español, Javier Monzón. 

Las relaciones entre La Moncloa y el Santander eran "muy mejorables", reconocen fuentes de la compañía. Y las acciones de Botín en favor de amabilizar sus relaciones con Sánchez no han dejado de multiplicarse en los últimos tiempos. 

Dicen que en el Gobierno llamó la atención el interés de la hija de don Emilio de hacerse una fotografía con Sánchez. Fue en Davos, a inicios de 2024. Lo hizo tras justificar su ausencia en la reunión que el presidente tuvo con algunos de los principales empresarios españoles.

Parte de la estrategia de Botín es la incorporación de Barrabés. Este emprendedor diseñó el Máster en Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid dirigido por Begoña Gómez. Es cierto que Barrabés ya formaba parte del consejo de administración de la unidad de negocio de Santander España. 

Ana Patricia Botín, al igual que otros grandes empresarios del Ibex35, ahora se muestra comprensiva con Sánchez. No parecía pensar lo mismo en el pasado. "Está muy bien que paguemos más impuestos, pero que los paguen todos", aseguró en febrero de 2023. 

Eso sí, luego apostilló. "Estamos siempre preparados para ayudar, con acuerdos con todos los gobiernos en los países en los que trabajamos". 

Seis años de relaciones complicadas entre Santander y Gobierno

El Gobierno de España dio luz verde en 2022 a la aplicación de un impuesto a la banca. Con un tipo del 4,8% sobre el margen de intereses y comisiones netas de las entidades por su negocio en España. Este impuesto y el de las eléctricas ha dotado al Estado de alrededor de 1.500 millones de euros anuales.

El Banco Santander, dolido con La Moncloa, llegó a utilizar la web del banco, que no suele darse a comentar actualidad. Lo hizo para tildar el impuesto de "un fraude de ley, al eludir trámites parlamentarios esenciales para aprobar un impuesto". También decían de él que "presenta graves problemas desde el punto de vista constitucional y vulnera elementos esenciales del Derecho Comunitario". 

En otro artículo, el Santander añadía. "Resulta chocante la imposición de un gravamen que elude la consulta pública y todo informe preceptivo previo. Es ineficaz para luchar contra la inflación, además de tener efectos negativos en el crédito (50.000 millones menos según estimaciones del sector). También en el PIB y en el empleo (destrucción de entre 25.000 y 35.000 puestos de trabajo). Además, acrecienta la inseguridad jurídica entre los inversores. Y reduce el retorno para los 6 millones de accionistas minoristas que tienen invertidos parte de sus ahorros en el sector bancario".

Las derrotas de Ana Patricia frente al 'sanchismo' parecen horadar su influencia. Y eso que en 2020 intentó dar una imagen más cercana al conceder una entrevista al aventurero Jesús Calleja. 

Cambios

Ana Patricia Botín está inmersa en varios cambios tras colocar en septiembre a Ignacio Juliá como nuevo CEO de Santander España. El sillón de este cargo se ha convertido en una silla eléctrica. Y es que Juliá es el cuarto directivo que ocupa el puesto en los últimos 10 años. 

Antes que él lo hicieron Rami Aboukhair, Antonio Simões y Ángel Rivera, que había sido designado por el actual CEO global Héctor Grisi. Juliá, hasta ahora CEO de Santander España, intentará potenciar el negocio digital de la compañía. 

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