Ábalos se saltó el cierre de Madrid para una comida familiar en Cuenca
El ministro de Transportes almorzó el domingo 21 de marzo en el restaurante El Vasco, en Villarrubio.
La plácida aprobación de los presupuestos, la crisis de la derecha española y el triunfo de Salvador Illa en Cataluña han provocado que en el PSOE se haya instalado cierta sensación de euforia que está siendo acompañada por algunos gestos excesivos que se evidenciaron en la legítima pero fallida operación de José Luis Ábalos en la Región de Murcia para echar al Partido Popular.
Pablo Iglesias ha roto amarras con el PSOE en plena negociación de la 'ley de Vivienda' que está siendo tutelada por José Luis Ábalos. El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha dejado claro que no piensa apoyar lo que Pedro Sánchez firmó y este hecho le está granjeando cada vez más enemigos por sus formas y fondo.
Ábalos, 'chico de los recados' de Sánchez, según señalan fuentes de La Moncloa a Elcierredigital.com, no deja de participar en operaciones más o menos éticas que van desde la moción murciana, la negociación con el PSOE andaluz para elegir candidato autonómico, verse en Barajas con la chavista Delcy Rodríguez (acusada de expoliar el oro venezolano) o viajar a un restaurante de lujo de Canarias con su polémico acompañante Koldo García pagándolo todo con billetes de 500, según ABC.
"Su restaurante favorito"
Este domingo, 21 de marzo, Ábalos, en su regreso de Valencia a Madrid, paró a comer en el restaurante El Vasco sito en la localidad conquense de Villarrubio y parada obligatoria en la Autovía del Este (A-3) que conecta la capital con la ciudad natal del todopoderoso ministro.
El economista Francisco Simón, colaborador de 'Las cosas claras' de TVE, denunció vía Twitter la escena que presenciaron numerosos testigos: "José Luis Ábalos se para a comer volviendo de la playa con su familia y 4 guardaespaldas. Tú puedes salir ¡Qué poca vergüenza!".
Simón ha confirmado a Elcierredigital.com que Ábalos comió en la localidad castellano-manchega y este periódico ha confirmado por fuentes cercanas al negocio que el ministro "es un habitual de El Vasco. Es su restaurante favorito y siempre para de vuelta de Valencia a Madrid".
A su familia también le encanta El Vasco: "Cuando él no puede irse de fin de semana por algún asunto político suelen venir su mujer Carolina e hijos. A la familia de Ábalos le encanta este restaurante", conocido por su cocina tradicional.
En la carta de este negocio de Villarrubio destacan las 'Alubias rojas con sacramento' (10 euros), el 'Cogote de merluza a la bilbaína' (23,50 euros), las 'Chuletillas de lechal a la brasa' (19,5) y las 'Natillas de la abuela con tarta' (6 euros).
Un negocio con pedigrí
El Vasco es un negocio de origen centenario ya que los abuelos de los actuales responsables inauguraron en 1920 una pequeña Casa de Postas entre Castellón y Valencia que se convirtió en parada de los arrieros que iban con sus carruajes.
En 1945, la hija de los dueños de la Casa de Postas, Juliana, y su marido Esteban, de origen vizcaíno, continuaron con el negocio bajo el nombre de El Vasco, tal y como señala el negocio en su web: "Continuaron trabajando con camioneros y comerciantes de la costa valenciana y murciana, dando a conocer la cocina de leña y elaborando los famosos pucheros fraguados en la lumbre".
"Desde hace más de 30 años, somos Antonio y José Luis, hijos de Juliana y Esteban, quienes actualmente, con nuestros hijos, mantenemos una linea seria y tradicional de trabajo. Métodos tradicionales, verduras de temporada, pescados de los mejores puertos nacionales, carnes seleccionadas de grandes ganaderos de nuestro país y la pasión y el cariño que sentimos por nuestro trabajo y nuestros clientes, muchos de ellos ya grandes amigos, hacen, que 75 años después El Vasco de Villarrubio siga siendo un referente para los viajeros de la Autovía Madrid - Valencia", explican.
La localidad de Villarubio es tristemente conocida por ser la localidad donde el 16 de abril de 1973 falleció en un accidente automovilístico el cantante español de balada Nino Bravo.
Ábalos en el centro de la diana política
En Unidas Podemos se mira cada vez con más desagrado hacia Ábalos, en plena negociación de una 'ley de Vivienda' que se suponía que iba a limitar precios del alquiler, hasta que el ministro socialista, que militó en el PCE en la juventud, ha dicho que simplemente va a intentar rebajarlos vía bonificación fiscal.
Este hecho, unido a la falta de interés de Ábalos por prohíbir los desahucios, han enfadado a la influyente Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que señala que "los 29.406 desahucios producidos en 2020 nos dan la razón y muestran las mentiras del Gobierno que se ha tirado meses afirmando que estaban suspendidos. También ponen en evidencia lo que nos quieren vender los neoliberales, la banca, los fondos buitre, las inmobiliarias, las patronales y todo ese sector capitalista dispuesto a derramar sangre para no ver afectados sus intereses".
"Mientras el ministro Ábalos habla de seguridad jurídica, ¿para quién?, nosotras hablamos de vidas, de personas con ellas en juego, que ven cómo sus derechos más fundamentales son tratados como bienes de mercado y una mercancía para enriquecer a unos pocos", explican.
La PAH asegura que "es imprescindible que la futura 'ley de Vivienda' acabe con esto. Dicha ley debe contemplar, sin discusión, el Stop Desahucios de personas vulnerables sin alternativa de vivienda digna y adecuada. Para ello debe obligar a los grandes especuladores a ofrecer alquiler social estable y, para el resto de casos, garantizar el realojo digno y adecuado a cargo de los poderes públicos".
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