26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Estas grabaciones demostraron que existía una operación extrajudicial que tenía como supuesto objetivo usurpar documentos comprometidos a Bárcenas

Boicot a la ‘Kitchen’: La cúpula de Interior de Rajoy pide anular los audios de Villarejo

El 'caso Kitchen' ha recibido un nuevo revés. Algunos de los procesados tratan de anular la validez de las pruebas principales del caso: las grabaciones de voz que le fueron intervenidas a José Manuel Villarejo, comisario jubilado y protagonista indiscutible de esta macrocausa judicial. Con esto, Francisco Martínez y José Luis Olivera, al igual que el excomisario Villarejo y Enrique García Castaño, luchan porque las grabaciones no valgan como prueba en el juicio.

La que fuera la cúpula del Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy sigue intentando frenar el avance del caso Kitchen. Ahora, algunos de los procesados tratan de anular la validez de las pruebas principales del caso y que constituyen, precisamente, el origen de la investigación: las grabaciones de voz que le fueron intervenidas a José Manuel Villarejo, comisario jubilado y protagonista indiscutible de esta causa judicial.

En los mencionados audios se muestran conversaciones de Villarejo con el que era chófer de Luis Bárcenas –extesorero del Partido Popular–, Sergio Ríos, además de con otros posibles implicados en el caso, como son los comisarios Enrique García Castaño, Eugenio Pino y José Luis Olivera. Las grabaciones se encontraron en 2017, cuando la policía detuvo al excomisario y se procedió al registro de sus propiedades y de los que colaboraban con él.

Con esto, Francisco Martínez –exsecretario de Estado de Seguridad, muy cercano a la figura del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz– y José Luis Olivera –antiguo jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)– pretenden evitar el desarrollo natural de la investigación.

Estas grabaciones ya han demostrado que existía una operación fuera del control judicial que tenía como supuesto objetivo usurpar documentos comprometidos a Bárcenas durante la investigación de la caja b y la trama Gürtel, puesto que podían perjudicar a la cúpula del PP. Sin embargo, también Villarejo y García Castaño han tratado de invalidar estos audios, piezas fundamentales en el avance del caso.

El caso Tándem

Forman parte de esta macrocausa judicial casos tan mediáticos como el caso Dina o la operación Kitchen. Villarejo, por su parte, está acusado de delitos de cohecho, revelación de secretos, blanqueo y organización criminal, y se enfrenta a una petición de pena de prisión que acumula más de 50 años.

El juicio del caso Tándem, en el que está implicado el excomisario José Manuel Villarejo, empezó su tanda de interrogatorios a acusados a mediados de diciembre de 2021. Pero, ¿qué es exactamente la operación Tándem? Se trata de una gran causa judicial que está formada por unos 30 casos individuales y que están dirigidos a investigar lo que podría ser una trama de corrupción protagonizada por altos cargos de la policía española, aunque el protagonista indiscutible no es otro que el excomisario Villarejo.

En este marco se encuadra el caso Kitchen, una investigación de la Fiscalía Anticorrupción española destinada a pesquisar al excomisario Villarejo, al también jubilado comisario Eugenio Pino, al antiguo número dos de la policía y a Sergio Ríos, exchófer de Bárcenas. Se estudia la supuesta operación por la cual se intentó sustraer información delicada al extesorero Luis Bárcenas.

Los juegos de dilación de Villarejo

Durante el pasado mes de diciembre de 2021, la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid desestimaba la querella presentada por el excomisario contra el exfiscal de la operación Tándem, Ignacio Stampa, y el actual fiscal de la investigación, Miguel Serrano, "ante la total inexistencia de indicios de infracción penal".

José Manuel Villarejo.

El comisario jubilado les atribuía a ambos presuntas "amenazas y coacciones, descubrimiento y revelación de secretos, falsedad documental y prevaricación administrativa". Responsabilizaba a los dos fiscales, además, de "haber querido aceptar inicialmente una denuncia anónima" y de "haber aceptado la denuncia presentada por un agente del CNI" con datos que se habrían "obtenido ilegalmente".

Villarejo también les acusaba de ordenar su detención y la de otros acusados sin autorización del juez instructor, y les reprochaba que no persiguieran ni investigaran el origen de presuntas filtraciones que se han hecho a los medios de comunicación sobre el contenido de la operación Tándem.

Por otro lado, señalaba a los fiscales por "haber ocultado y/o eliminado y manipulado pruebas trascendentes bajo el eufemismo de expurgar lo que no era procedente", además de haberle mantenido "un excesivo tiempo en prisión preventiva con la excusa de riesgo de fuga" y de haber fomentado "el saqueo indiscriminado de sus bienes".

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