26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La organización familiar la componían dos familias de doce personas que se escondían en Brasil y Paraguay

La nueva modalidad de las bandas de narcos: Dos toneladas de cocaína en sacos de carbón

Narcotráfico.
Narcotráfico.
La peligrosa organización narcotraficante desarticulada este jueves en España era dirigida por dos familias, cuyos miembros se encontraban en Brasil y Paraguay. La Policía Nacional y la Guardia Civil investigó durante meses a su miembros satélites en diferentes puntos de España. En la operación han sido arrestados doce miembros del grupo tras confiscar 2.065 kilos de cocaína, algo más de dos toneladas guardadas en sacos de carbón vegetal.

La Policía Nacional, la Guarda Civil y diferentes funcionarios que trabajan en la Agencia Tributaria, han logrado desarticular una organización criminal dedicada al narcotráfico a nivel internacional en la que se ha procedido a detener a  un total de doce personas. 

Esta organización criminal dedicada al narcotráfico ha sido desarticulada en una operación donde se han confiscado 2.065 kilos de cocaína, algo más de dos toneladas guardadas en sacos de carbón vegetal. Una nueva modalidad de las bandas de narcotraficantes.

Contenedor con cocaína entre los sacos de carbón vegetal.

Todas ellas han sido acusadas de participar en la construcción de una gran red de tráfico de droga a nivel internacional entre España, Brasil y Paraguay.

El minuioso trabajo de investigación, realizado durante más de un año, condujo a la Policía ha tomar acción en diferentes provincias españolas, concretamente en Sevilla, Cádiz, Cuenca, Madrid, Tarragona, Valencia, Málaga y Murcia.

Una cooperación familiar bien estructurada

Las familias que estaban al mando de la organización se encontraban en Sevilla y en Murcia, y tenían un señuelo empresarial dedicado a la importación de carbón vegetal.

Las investigaciones policiales se remontan a principios del año 2020, cuando identificaron una organización criminal que parecía haber creado una empresa aparentemente legal, un trampantojo, pues el negocio que realmente se traían entre manos era el de introducir grandes cantidades de cocaína a través de los barcos que llegaban a los principales puertos españoles con procedencia sudamericana.

Uno de los principales puertos objetivos de la banda ilegal de narcotráfico era el puerto de Barcelona, donde desembarcaban un gran número de contenedores con la aparentemente legal mercancía. Una vez recogida la mercancía, se desplazaban a una nave que tenían alquilada en Tarragona donde procedían a extraer la droga camuflada entre los sacos de carbón.

Sin embargo, al cabo de algunos meses, comenzaron a tener problemas de logística por el excesivo cargamento de carbón almacenado y las limitaciones impuestas por la crisis sanitaria del coronavirus, por lo que la banda se vio abocada a modificar la vía de entrada de la mercancía trasladando la estructura logística de Barcelona al Puerto de Algeciras, a partir de mediados del mes de abril.

La intervención policial

Estas acciones se conocieron tras una intervención a uno de los contenedores que la propia organización había importado desde Paraguay, y en el que se encontraban un total de 63 fardos de cocaína que se habían ocultado entre aproximadamente 40 kilos de carbón para así hacer dificultosa su localización y evitar que se les descubriera.

Los miembros principales de la banda delictiva se encontraban en Paraguay y en Brasil, países desde donde hacían el envío de la cocaína que introducían oculta entre el carbón.

Los agentes policiales necesitaron poner en marcha una intervención con una importante logística, contaron con más de 100 líneas telefónicas, realizaron múltiples seguimientos por diversas provincias y necesitaron desplegar un numeroso equipo para conseguir un alto grado de vigilancia. Todo debido a que la organización estaba muy especializada.

Tras estas acciones, se pudieron registrar 16 domicilios y establecimientos, para acabar con una detención de una docena de personas implicadas en la organización. Además, el dispositivo contaba con la cooperación internacional, que había mandado órdenes directas de detención de las personas que en estos momentos se encuentran imputadas y próximas a responder ante una autoridad judicial.

Los contenedores importados también procedieron a ser analizados,contabilizándose un total de 200 contenedores provenientes de los puertos de ambos países.

El nexo de unión empresarial se ubicaba en Valencia, y se dedicaba a canalizar el dinero de la organización criminal para capitalizar el narcotráfico a través del uso de las criptomonedas.

Sus servicios eran utilizados por muchas personas dedicadas a este tipo de organizaciones criminales en países de Europa del este y sudamericanos, ya que su eficacia para ocultar el dinero que procedía de mercado delictivo y darle una salida que hiciera factible la continuación del crimen organizado, era bastante alta.

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