27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El acusado se valía de su condición profesional para engañar a los niños y elaborar material pornográfico que archivaba

Condenan a un fotográfo de La Orotava a 67 años de cárcel por abusar de seis niños menores de edad

El condenado trabajaba como fotógrafo.
El condenado trabajaba como fotógrafo.
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un fotógrafo de la localidad tinerfeña de La Orotava, Pablo Jesús H. G., a un total de 67 años de cárcel por ocho delitos de corrupción de menores -por elaboración de material pornográfico-, cuatro delitos de exhibicionismo y provocación sexual y seis de abusos sexuales a menores.

La sentencia contra Pablo Jesús H.G., hecha pública el pasado martes, recoge también la inhabilitación especial durante cinco años para ejercer una profesión u oficio relacionado con menores y la libertad vigilada durante diez años y orientada a participar en programas formativos de educación sexual.

Asimismo, el Tribunal expone en su sentencia que no podrá haber tercer grado penitenciario hasta que el hombre, que tiene 45 años, haya cumplido la mitad de la condena e impone una indemnización a las víctimas de 43.000 euros a cada una.

Además, se le impide acceder a menos de 200 metros de los menores  y comunicarse con ellos a través de cualquier vía, ya sea telefónica, postal o telemática, aparte de que se han decomisado todos sus dispositivos tecnológicos para destruir o borrar el material gráfico.

El condenado ha sido absuelto de otros dos delitos de corrupción de menores y abuso sexual y todavía puede interponer recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Una imagen de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife.

Los hechos afectaron a más de una decena de menores -todos varones- entre los años 2015 y 2017 cuando el condenado, en su condición de "fotógrafo de eventos", se publicitaba a través de las redes sociales bajo la marca P. J. Photos y contactaba con menores con el pretexto de realizarles fotografías y un "book" personalizado.

En esas sesiones, les solicitaba que se desnudaran íntegramente y les enviaba fotografías de sus órganos sexuales o de otros jóvenes con el fin de que hicieran lo mismo, y en muchas ocasiones, con "ánimo lúbrico" y para "satisfacer su apetito sexual", les realizaba tocamientos.

Así, hubo varias relaciones sexuales completas en su propio domicilio o en otros lugares como Aguamansa, en la zona alta de La Orotava, o en el paraje de Rambla de Castro, en el municipio vecino de Los Realejos. El hombre, que se encontraba ya en prisión, ya había sido condenado en 2010 a más de cinco años de cárcel por hechos de naturaleza similar.

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