19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Su traumático divorcio del millonario Víctor Vargas tuvo que ser resuelto por el Tribunal Supremo venezolano para repartir su rico patrimonio

Carmen Santaella: la suegra de Luis Alfonso de Borbón también es una gran fortuna Venezolana

Carmen Leonor Santaella y su ex esposo Víctor Vargas
Carmen Leonor Santaella y su ex esposo Víctor Vargas
Además de la fortuna amasada por Víctor Vargas, uno de los principales banqueros de Venezuela y suegro de Luis Alfonso de Borbón. El linaje de la venezolana Margarita Vargas, también destaca por su lado materno. Carmen Leonor Santaella Tellería, ex esposa del Víctor Vargas y madre de Margarita también dispone de una fortuna destacable entre la casi extinta élite del país caribeño.

El bisabuelo Juan Tellería fue un conocido poeta caraqueño que se casó con Carmen Guerra Rauseo, quien vivió más de un siglo y a la que apodaban la “Malaguerra”. De este matrimonio nació un solo hijo, Héctor Santaella Guerra, abuelo materno de María Margarita. El joven Héctor se crió en Río Caribe, dentro del estado de Sucre. Pero pronto se trasladaron a Caracas donde había mejores condiciones de vida y más oportunidades. Estudió en el Colegio La  Salle y luego se licenció en Ciencias Económicas en la Universidad Central de Venezuela.

Fundó la Corporación Venezolana de Fomento (CFV), donde trabajó como gerente, y que le sirvió para introducirse en el mundo político. A comienzos de la década de los 50 del siglo pasado participó como experto en la creación de bancos en Venezuela, como el Banco del Caribe, y representó a su país como director ante el Fondo Monetario Internacional.

En 1958 fue nombrado embajador en Washington (EEUU). Tras el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, pasó a ser secretario de la segunda Junta de Gobierno.

Foto familiar de Victor Vargas, Margarita Vargas y Carmen Leonor.

Después con la llegada al poder de Rómulo Betancourt, primer presidente de la democracia venezolana, se dedicó a la asesoría de empresas y presidió el Banco América del Sur, que más tarde se uniría al Banco de la República. Pero su vida en la política no terminaría aquí, ya que en 1962 salió elegido diputado por el estado de Miranda, apoyando la candidatura de Wolfang Larrázabal en el llamado “Gobierno de Ancha Base”. Fue elegido presidente de la Cámara de los Diputados.

Más tarde, bajo el gobierno de Rául Leoni, fue nombrado embajador en Londres y encargado de negociar con el gobierno inglés la independencia de Guayana. Su último cargo público lo obtuvo en 1966, cuando fue nombrado ministro de Comunicaciones.  

El abuelo político de Luis Alfonso se casaría con Margot Tellería, maestra de profesión. De esta unión llegaron al mundo cuatro hijos: Juan, Margarita, Isabel Cristina y Carmen Leonor, que es la suegra de Luis Alfonso de Borbón. Todas ellas, según las páginas de sociedad de la prensa venezolana, muy pijas y asiduas a fiestas de la jet set venezolana donde no tienen reparo en dejarse fotografiar. La familia vivió primero en una lujosa urbanización de San Agustín del Norte y más tarde en Valle Arriba, otra zona exclusiva de la clase adinerada de Caracas.

De los cuatro hijos, quien encabeza hoy en día el poder y el emporio en esta rama familiar vinculada al duque de Anjou es el “tío Juan”, el primogénito. Dicen que es un economista trabajador, banquero. Pero resulta chocante que entre los Vargas y los Santaella exista una gran rivalidad empresarial, convertida a veces en enemistad, como sucedió en la pugna por el Banco Nororiental de Venezuela (Bancor), que acabó con la armonía entre las dos familias. Sobre todo, entre el suegro de Luis Alfonso, Víctor Vargas, y su tío político, Juan Santaella.

Divorcio muy duro para toda la familia Vargas-Santaella.

En 2008, se supo que de forma abrupta Santaella quiso poner fin a la vida conyugal con el banquero, con quien permanecía casada desde hacía décadas. Esta noticia sorprendió no solo a la familia, sino también a la alta sociedad de Caracas y Miami, a la que el banquero accedió desde un primer momento por su relación con la familia de su mujer.

¿Los motivos? Una mujer más joven habría robado el corazón de uno de los banqueros más importantes del país sudamericano. Desde un primer momento, la mayoría de los medios venezolanos presumieron de una “tolerancia” a los presuntos cuernos puestos por el banquero a Carmen. La fortuna que amasaron y la división de la sociedad de gananciales supondrían una auténtica pesadilla.

Victor Vargas junto a su nueva esposa, María Hernández.

No obstante, el tiempo demostró que los que preveían una continuidad del matrimonio, se equivocaron. Después de pasar cinco años separados, en los que Luis Alfonso se convirtió en soporte afectivo, no solo de su esposa, sino también de su suegra, el caso escaló a tribunales. La inmensa fortuna se dividiría en un juicio complejo, que duró varios años.

Que el banquero se haya relacionado con la segunda mujer, treinta años más joven, nunca salió a la luz pública, según algunas fuentes por decisión de la misma Carmen que simplemente se limitó a llevar el juicio para divorciarse de su marido. En el año 2013, se concedió la separación a la pareja, poco después el caso llegaría a la sala de lo civil del Tribunal Supremo de Justicia, que daría marcha atrás a la ruptura.

La decisión del alto tribunal supuso un revés para el banquero, que seguiría compartiendo todas sus propiedades y su fortuna con una mujer con la que llevaba un lustro separado. En aquel momento, el alto tribunal ya estaba controlado parcialmente por el régimen chavista, por lo que se sospechó de una intensión política en la decisión.

No obstante, Vargas, llamado por varios venezolanos como “el banquero del chavismo” logró conseguir sus objetivos; o bien por la vía regular; o bien, por las influencias que mantenía entre algunos miembros del régimen que en 2014 había ganado más control sobre el alto tribunal.

El 15 de mayo, la Sala Constitucional también dentro de la estructura del Tribunal Supremo interpretó uno de los artículos del Código Civil, que permitiría, contra la opinión de varios letrados, el divorcio definitivo de Vargas y Santaella. El artículo modificado decía: “Cuando los cónyuges han permanecido separados de hecho por más de cinco años, cualquiera de ellos podrá solicitar el divorcio, alegando ruptura prolongada de la vida en común”.

El problema estaba en la segunda parte del artículo:  “si el otro cónyuge no compareciere personalmente o si al comparecer negare el hecho (la separación por cinco años), o si el Fiscal del Ministerio Público lo objetare, se declarará terminado el procedimiento y se ordenará el archivo del expediente”.

En esta oportunidad el alto tribunal modificó la segunda parte para permitir exigir a la parte que niega el hecho, pruebas al respecto. Finalmente, la separación se consumó y el empresario pudo casarse con María Hernández, su actual esposa y madre de dos de sus hijos. A pesar de la ruptura, Carmen Leonor sigue manteniendo una presencia importante entre las familias de la alta sociedad venezolana, la mayor parte fuera del país.

Luis Alfonso de Borbón abandonó el país junto a su esposa hace ya varios años para escapar de la inseguridad jurídica, política y económica ocasionada por los regímenes de Chávez y Maduro. La relación con sus suegros es cercana y parece estar totalmente integrado en tanto con los Vargas como con los Santaella.

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