26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La consultora investigada por la Justicia se creó el 19 de marzo de 2019, días después de formalizarse oficialmente las listas de la formación morada

Podemos alega que Neurona le asesoró para crear coaliciones, sin embargo se fundó un mes después de proclamar las listas

Exclusiva Juan Carlos Monedero y César Hernández.
Juan Carlos Monedero y César Hernández.
El agujero de más de 400.000 euros que el Tribunal de Cuentas ve injustificados en los gastos de la campaña del 28 de abril de 2019, amenaza con ser un gran problema para Podemos. La formación morada alega que Neurona le asesoró para constituir coaliciones de cara a esas elecciones y en esa calidad lo contrató. Sin embargo, la consultora investigada por la Justicia se creó el 19 de marzo de 2019, días después de formalizarse oficialmente las listas de la formación morada.

El agujero de más de 400.000 euros que el Tribunal de Cuentas ve injustificados en los gastos de la campaña del 28 de abril de 2019 por Podemos y que investiga ya la justicia como presuntamente desviados a una firma mexicana ofrece un interrogante más. La Justicia cuestiona ya que tales pagos se correspondan con servicios electorales reales. Pero las sospechas se acrecientan con la primera versión que su tesorero, Daniel de Frutos, dio para justificar tales pagos. Aseguró que se pagaba a Neurona Comunidad porque, además de ocuparse de la propaganda audiovisual, asesoró sobre la constitución de coaliciones. Pero Neurona fue fundada el 19 de marzo 2019 casi un mes después de que Podemos formalizara sus candidaturas, el 25 de febrero.

Daniel de Frutos fue tajante. El proveedor, Neurona Comunidad, no sólo realizaba un trabajo de consultoría, sino una multitarea de propaganda electoral. Todo esto para decir que la labor de Neurona trascendía la mera consultoría, por lo que no podía estar la factura en la contabilidad ordinaria de Podemos, sino en la electoral.

Podemos, al atribuir una labor de asesoramiento jurídico a Neurona en materia de coaliciones, se había metido en un difícil callejón. ¿Había pagado más de 300.000 euros a Neurona por asesoramiento y por propaganda electoral? Ya podía resultar llamativo que la formación morada hubiera emitido una factura por valor de 363.000 euros a Neurona el 5 de abril de 2019 cuando la contrató un mes después, el 6 de mayo. Es decir, una semana después del 28A. Por tanto, de ser cierto, Neurona trabajó toda la campaña sin contrato. Neurona tras cobrar podría no haber hecho el trabajo. Nada le obligaba.

Ya es anómalo que se pague por servicios a un proveedor antes de contratarlo, especialmente cuando luego el dinero abonado se deriva a una empresa mexicana. Pero si además se imputa a tal proveedor una labor de asesoría jurídica, a pesar de que Podemos tiene abogados, se alcanza lo imposible. Porque no encajan las fechas. Las candidaturas de Podemos llevaban casi un mes proclamadas cuando se funda Neurona. Y el contrato se firmó casi dos meses después.

Daniel de Frutos. 

El Tribunal de Cuentas fue firme: “los gastos de consultoría estratégica no se consideran recogidos en la ley electoral”. Por el contrario, Podemos detallaba la minuciosa labor del proveedor: “asesoramiento para la constitución de coaliciones electorales; asesoramiento y realización de alegaciones y subsanaciones ante la administración central; subsanación y rectificación de candidaturas”. El Tribunal de Cuentas replicó que “la elaboración de las líneas estratégicas de precampaña y campaña se consideran servicios de consultoría estratégica, esto es, trabajos de naturaleza preparatoria que no se consideran comprendidos en los conceptos enumerados en el artículo 130 de la ley electoral”. Mal podía ser una labor preparatoria cuando Podemos firmó el contrato con Neurona por 363.000 euros electrónicamente el 6 de mayo de 2019. Y las elecciones ya se habían celebrado el 28 de abril de 2019.

Más aún: la convocatoria se produjo el 15 de febrero de 2019. Y las coaliciones y candidaturas se tenían que presentar no más tarde de diez días a partir de la convocatoria. Es decir, el 25 de febrero. Ese día ni siquiera existía Neurona, se fundó el 19 de marzo de 2019. Las coaliciones de Podemos llevaban un mes inscritas.

Creative Advice Interactive

Pero dado que la mayor parte del trabajo contratado a Neurona fue desviado a la mexicana Creative Advice Interactive, esto llevaría al absurdo de que Podemos consideraba que tal firma latinoamericana era la más adecuada para elegir a los candidatos españoles que eran dignos de figurar en las listas moradas. “Solicitamos que se reconsidere la calificación de gasto no electoral de la factura (…) ya que no es única y específicamente un trabajo de consultoría tal y como afirman. Las líneas de campaña, la estrategia, el análisis de candidatos/as, la coordinación con varios equipos en los que participa e impulsa este proveedor [está aludiendo a Neurona] se materializan en la producción por su parte de material de índole electoral (decenas de vídeos dedicados al programa electoral, a intervenciones de candidaturas etc.”

La investigación judicial corrobora las sospechas del Tribunal de Cuentas sobre la insuficiente justificación de que Neurona hiciese el trabajo para el que fue contratada en materia de propaganda. Pero resulta aún menos creíble que pudiera analizar candidatos un mes después de proclamarlos Podemos. Y resulta igualmente imposible el argumentario que planteó el gerente de la formación morada. “El asesoramiento jurídico en un proceso electoral constituye un servicio imprescindible para cualquier formación política, siendo que además en dicho periodo es necesario un asesoramiento específico y particular, que permite solucionar las dificultades que se puedan presentar y que resultan especialmente significativas cuando se concurre al proceso electoral con la forma de coalición electoral, conformada por distintas políticas, hecho que requiere, necesariamente, contar con asesoramiento jurídico que además de participar en los trámites necesarios para su constitución, permita solucionar las incidencias que se producen durante todo el periodo electoral, y que pueden abarcar distintos servicios y trámites, como hemos mencionados, precisos, en definitiva para poder concurrir al proceso electoral”.

El menor de los problemas es que el Tribunal de Cuentas consideró que este gasto no era electoral, sino previo a las elecciones. Por tanto, debió correr dentro de los gastos de funcionamiento ordinario de Podemos. Y lo zanjó ahí. No entró en el lado más flagrante del gasto. Si el mismo proveedor que le hacía la consultoría y la propaganda según el gerente de Podemos, Neurona, hubiera realizado tal cobertura jurídica… Podemos no se habría podido presentar a las elecciones del 28A. No habría podido hacer los trámites previos para conformar las listas… porque Neurona todavía no existía. Y Neurona no era un bufete. Ni tenía abogados en plantilla especializados en derecho electoral. Ni consta su contratación. Ni consta que los aportara la mexicana Creative Advice. Porque tenían que ser abogados colegiados en España.

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