27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Entre enero de 2001 y octubre de 2020, 235 guardias civiles y 160 policías nacionales se quitaron la vida

Aumentan los suicidios en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado: Once casos en dos meses

Policía Nacional.
Policía Nacional.
El suicidio es una de las principales causas de muerte en España. Duplica a los fallecimientos por accidentes de tráfico y se multiplica por once en comparación con los homicidios. Las alarmantes cifras, crecen todavía más en el seno de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. En julio, siete agentes se quitaron la vida, cuatro en agosto. La lista, por desgracia, seguirá aumentando. Y más teniendo en cuenta los devastadores efectos de la pandemia en la salud mental de los ciudadanos.

En el mes de julio, siete miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se quitaron la vida. El 9 de agosto, un Policía Nacional en Vitoria; el 11, un Guardia Civil en Rivas; el 19, un Policía Nacional en Valladolid; y el 29, un Policía Local en Arona. La lista, por desgracia, seguirá aumentando.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2019, último del que ofrecen datos, se suicidaron en España 3.671 personas, una cada dos horas y media, diez al día. Esta cifra, no obstante, se habrá acrecentado en los últimos meses a consecuencia de los devastadores efectos que la pandemia ha tenido en la salud mental de la ciudadanía. Ayer, sin ir más lejos, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid alertaba que las tentativas de suicidio han aumentado un 250% entre los niños y adolescentes. El impacto de esta “amenaza silenciosa” es todavía difícil de calcular.

Dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, estas cifras, si cabe, preocupan todavía más. Entre 2001 y octubre de 2020 se produjeron 395 suicidios entre miembros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. El dato aparece reflejado en una respuesta remitida por Interior al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, que había formulado varias preguntas para tratar de determinar el número de agentes que se habían suicidado en los últimos 20 años. "Fecha, provincia, edad y género del agente"; "cuántos de ellos estaban en tratamiento psicológico o psiquiátrico"; "cuántos de ellos se suicidaron con su arma de servicio" y "cuántos con otro arma para el que contaban autorización".

Interior, no obstante, respondía que, del total, 235 eran guardias civiles y otros 160, policías. El resto es información clasificada como "reservada" bajo el amparo de la Ley de Secretos Oficiales. 

Una proporción alarmante

De la Memoria de la Primera Jornada para la Prevención del Suicidio en el Ámbito Policial, fechada en 2018 y elaborada por el Sindicato Unificado de Policía, la Asociación Unificada de Guardias Civiles y Comisiones Obreras, se extrae que el índice de suicidios en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es notablemente superior a la media del resto de la población, el triple en el caso de la Guardia Civil y el doble en el de la Policía Nacional.

Guardia Civil. 

En este sentido, en el periodo que va de 2008 a 2015, la tasa por cada 100.000 habitantes en nuestro país osciló entre los 6,8 y los 8,4 casos. En esos mismos años, la incidencia en el seno de la Policía Nacional se elevó a entre 8,7 y 16,4 casos, superando a las muertes por acto de servicio. De hecho, en el periodo que comprende los años 2013 a 2017, solo en la Policía Nacional constan trece fallecimientos en acto de servicio y siete “in itinere”, cuando el agente se desplazaba o regresaba de su trabajo. En cambio, en ese mismo periodo, el suicidio fue la causa de la muerte de 53 agentes.

La Guardia Civil, por su parte, estima que entre sus filas un agente se quita la vida cada 26 días. 

Conducta compleja y multicausal 

Aunque tradicionalmente se tiende a buscar una causa determinada a cada suicidio concreto, la realidad es que detrás de este tipo de muertes se hallan un cúmulo de factores "que van produciendo en el agente ansiedad, estrés y/o depresión que le llevan, ante un episodio detonante, a materializar la intención suicida", explican en la citada memoria.

Entre estos factores, las condiciones del trabajo, en particular en algunas unidades y funciones con un mayor impacto socio psicológico, que figuran en muchos casos como un factor más de riesgo. Debido a su profesión, el trabajador de la seguridad pública se ve abocado a participar activamente en vivencias que muestran el lado más desolador de la experiencia humana. Desde asesinatos, agresiones, accidentes con heridos, violaciones, pederastia, terrorismo, catástrofes... Una exposición a intervenciones violentas que pueden facilitar, además, la desensibilización al miedo

También razones de desarraigo, muy presentes por la movilidad de los agentes, las fracturas familiares, o la dificultad en muchos casos de una adecuada conciliación, que se traduce en un elevado índice de separaciones y divorcios.

La ausencia de vigilancia de la salud psicosocial u otros problemas del ámbito personal, son situaciones todas ellas que pueden conducir a este tipo de decisiones.

Prevención 

En noviembre de 2020, la Dirección General de la Policía aprobaba el primer protocolo para prevenir los suicidios, un ambicioso plan que incluía, entre otras medidas, la puesta en marcha de un teléfono de atención psicológica “gratuito y confidencial” en funcionamiento las 24 horas del día durante todo el año para prestar atención “inmediata”. A pesar del enorme paso que supone para el Cuerpo, desde los sindicatos apuntaban la necesidad de dotar al plan de medios humanos suficientes para hacerlo efectivo.

Una reclamación que también hacen desde la Guardia Civil, cuyo protocolo, aprobado en 2002 y en constante actualización, no cuenta con los recursos suficientes. Por ello, y con el fin de analizar de analizar cómo realizar políticas de
prevención de una forma adecuada en los entornos labores y más concretamente dentro de las Instituciones de naturaleza policial, UnionGC, la Asociación Profesional de Guardias Civiles ha organizado unas jornadas que tendrán lugar los próximos días 7, 8, 9 y 10 de septiembre en la Fundación Laboral de la Construcción en Barreda, Cantabria. 

Programa de las jornadas. 

Mientras se producen las mejoras, los profesionales policiales, como el resto de la población, tiene a su disposición otros canales de ayuda. El Teléfono de la Esperanza (717 003 717), el Teléfono contra el Suicidio (911 385 385) o entidades como la red AIPIS-FAEDS -dirigida a dar apoyo a familiares o amigos que han perdido un ser querido por suicidio-, están a disposición de todos aquellos ciudadanos que lo necesiten.

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