26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Según análisis realizados por el científico Tomás Pueyo, el número real de infectados con datos oficiales oscilaría entre 232.917 y 784.400 personas

Coronavirus: Así se formó y expandió la pandemia que amenaza con diezmar España

Ni las meninas se han quedado en el cuadro de Velázquez.
Ni las meninas se han quedado en el cuadro de Velázquez.
Todo comenzó en España el 31 de enero, cuando un turista italiano dio en Tenerife positivo en coronavirus, ese mismo día Fernando Simón, convertido en portavoz antipandemia del Gobierno de Pedro Sánchez, dijo que como mucho se llegarían a los 10 casos en España. Al cierre de esta edición España se acerca, según datos oficiales, al medio millar de muertos y más de 11.000 infectados por el coronavirus.Sin embargo, el estadista Tomas Pueyo estima que oscila entre los 232.917 y los 784.400 personas.

Empezó el 31 de enero en Canarias, pero el 9 de febrero con dos personas diagnosticadas Pedro Sánchez y su equipo de ministros acuden a Quintos de Mora para planificar su estrategia electoral. Cuatro días más tarde son tres los contagiados oficiales, sin embargo se cancela el Mobile World Congress y el Partido Socialista publica en Twitter: "...la cancelación no corresponde a razones de salud pública...". Siguiendo la hoja de ruta electoral el 24 de febrero, con 4 casos detectados el PSOE anuncia su candidato a las elecciones gallegas. Al día siguiente Sánchez, en clave electoral, declara "España necesita un gobierno de acción, resolutivo y ejecutivo".

Ya con 14 casos, 4 más que el primer pronóstico, el Ministerio de Sanidad anuncia: ”Aquellos que vengan de zona de riesgo pueden hacer su vida normal". Urkullu aprueba el nuevo techo de gasto el 27 de febrero y 28 casos; un día más tarde Sánchez indica: "Somos un gobierno resolutivo, de acción y comprometidos con el diálogo territorial", hay 45 contagiados.

El 8 M se celebró el día internacional de las mujeres.

El 1 de marzo con 84 casos, Sánchez presenta a su candidato en el País Vasco. Al día siguiente la reunión federal del PSOE se centra en la nueva Ley Educativa, vamos por 125 casos. 

Primer muerto

El primer muerto y 169 casos se contabilizan el 3 de marzo, al tiempo que el Gobierno presenta su proyecto de Ley Educativa y de Libertad Sexual. Al siguiente día, el segundo muerto y 228 casos, pero Sánchez se hace la foto con el personal del Centro de Emergencias, sin tomar medida alguna, eso sí, manda condolencias a los familiares. 

El goteo continúa, el 5 de marzo se anuncia el tercer muerto y 282 casos, sin embargo, Sánchez anima por Twitter a acudir a los actos del 8M. 

La curva incremental del coronavirus el día 6 de marzo se dispara a 365 casos y 8 muertos, Sánchez declara "Sin feminismo no hay futuro”. Pero parecen no darse cuenta que con coronavirus tampoco. No hay día sin proclamas, el 7 de marzo con 430 casos y 10 muertos el PSOE invita "Hay que salir a llenar las calles" y el día del contagio masivo contabiliza 17 muertos y 674 casos.

 

Más conmemoraciones del 8 M.

El 9 de marzo se reúne Sánchez en el Ministerio de Sanidad sin tomar decisión alguna. Se presenta en la reunión de la Asociación de Trabajadores Autónomos donde dice que tiene un plan para reunirse con más frecuencia para coordinar. Ese mismo día ya son sólo en Madrid 375 nuevos contagios, 8 muertos con 53 pacientes en UCI y un total de 479 infectados a nivel nacional. El día 12 de marzo la explosión exponencial de casos nos iba situando a la cabeza del ranking mundial.

Ya saben los españoles que durante 43 días y hasta hace 4 días todo era control y bienestar. Fernando Simón a las órdenes de Sanchez ejerce de profeta y bendice y exorciza el futuro como buen burócrata de la salud ajena. Illa pone la filosofía, y Carmen Calvo la gestión. Hace 47 días y 47 noches los casos de Covid-19 estaban ”contenidos” y sólo afectaban a turistas, personas mayores y con otras patologías. El gobierno no aplicó medidas más contundentes, dicen, para no alarmar a la población.

En vez de información ofrecieron recomendaciones autoafirmativas y predicaron que la prudencia normal y el sentido común eran, en realidad, pánico irracional y que las advertencias no eran más que profecías amenazantes. La tesis de que se tiene que evitar el pánico con psicología inversa o calma paternalista es una gran farsa además de una gran irresponsabilidad.

El gobierno y sus autoridades podrían ser justificadas en sus errores, a lo sumo, si fuéramos el primer país en sufrir la epidemia del coronavirus, pero no es el caso. Ni siquiera somos el segundo. China ha sufrido previamente y los datos del comportamiento de la infección y sus necesidades logísticas estaban disponibles hace ya muchas semanas incluso meses. Y mucho más cerca está Italia que lleva alrededor de una semana de adelanto en la epidemia y está siendo esperpéntica. La pregunta es ¿acaso pensaba el gobierno que los chinos y los italianos o iraníes son de una especie distinta a la española? Ni siquiera han seguido los pasos de otros países, han actuado incluso más tardía y parcialmente, según los estudios del científico de la Universidad de Stanford, Tomas Pueyo.

Ahora tenemos una situación descontrolada, con una alarmante explosión de casos: un total de 11.178 infectados, 563 ingresados en la UCI, 491 fallecidos a día 17 de Marzo a las 13:00 horas. No sería descabellado pronosticar que en diez días esta cifra se multiplicara y alcanzaramos los 60.000 infectados confirmados. No es ninguna sorpresa ni predicción alarmista o pesimista; las predicciones se han calculado de acuerdo con los datos de la epidemia en China y por el momento, se están cumpliendo de forma bastante precisa. Es decir, de momento está siendo terriblemente predecible para quien quiera ver los datos y actuar en consecuencia.

El coronavirus, según la OMS, es más contagioso que una gripe: R0=1,28 nuevos contagios por infectado, frente a 2,69 para el Covid-19. Se propaga de forma exponencial, cada persona infecta de media entre 2 y 3 y cada una de estas, a su vez, a otras tantas. Tenemos entonces que la progresión de casos aumenta cada día multiplicándose por un factor constante. Para tres nuevos contagios por cada infectado la progresión sería: 1, 3, 9, 27, 81, 243, 729,… Personas paucisintomáticas (con leves síntomas o asintomáticas) pueden transmitir la enfermedad durante el periodo de incubación, lo que aumenta la probabilidad de diseminación a todos sus contactos.

Además, el coronavirus es más mortal que una gripe, 3% de los infectados mueren frente a un 0,1%, un orden de magnitud 30 veces superior, en China, porque en Italia es incluso mayor.

El parámetro R0 que explica la capacidad de contagio también explica lo demandante que puede ser una epidemia para el sistema sanitario. Cuanto más alto es este parámetro, mayor probabilidad de tener un volumen alto de infectados en un determinado momento. Esto genera que los recursos disponibles: número de camas, personal médico, material sanitario, recursos humanos y logísticos, no puedan cubrir esas demandas. Si esa misma cantidad de infectados se presentara de forma escalonada serían un reto asumible, pero al generarse un gran volumen de infectados simultáneamente se impide la renovación y la reutilización de recursos.

La epidemia de gripe A en el 2009 ya produjo dificultades en el manejo sanitario y logístico y sólo tenía un R0 de 1,2-1,6 según la OMS, algo ligeramente superior a la gripe común. De tal manera, que en base a este simple número conocido de antemano por las autoridades del gobierno español y por el público en general, se podrían haber anticipado a la gravedad que de forma previsible iba a adquirir la situación. Cuanto más alto este parámetro más agresivas tienen que ser las medidas de contención y más precoces. La idea detrás de estas políticas debe ser evitar la diseminación de la infección pero sobre todo, prevenir que el número de infectados supere la capacidad del sistema. ¿De qué vale tener un sistema sanitario actualizado, con la tecnología adecuada y con profesionales preparados, si está saturado? 

De nuevo analizando la valiosa información disponible del sufrimiento chino y con los recientes datos de Italia, se calcula que alrededor del 20% de los infectados requiere hospitalización y además, un 5%-10% requieren intubación con ventilación mecánica invasiva (respiración asistida) en UCI.

 Estadísticamente el tiempo que pasa desde la infección hasta la confirmación del caso es de 17,3 días en promedio, lo que determina que las cifras oficiales siempre subestimen el número de infectados en un tiempo determinado, pues durante la mayor parte de esos días, la persona infectada va diseminando inconscientemente la enfermedad.

Según análisis de datos realizado por Tomás Pueyo, quien tiene dos maestrías MBA en ingeniería y administración por la universidad americana de Stanford, experto en el análisis de datos estadísticos, el número real de infectados en España con datos oficiales a día 16 de Marzo se estima que oscila entre los 232.917 y los 784.400 personas.

Para que se hagan una idea de la envergadura, tomando de referencia Madrid con 20.473 camas, en los siguientes días, cuando estos nuevos infectados se hagan sintomáticos, el número de personas requiriendo respiración asistida será de 23.000 a 78.000. Es decir, no sólo se cubrirían todas las camas de UCI, sino todas las camas de todos los hospitales de la comunidad de Madrid sólo con los pacientes en estado crítico y todavía faltarían.

Estamos al comienzo de la epidemia y los hospitales ya se encuentran sobrepasados. Los médicos y demás personal son carne de cañón sin protección. Muchos se infectarán y aunque muchos sufran síntomas leves se convertirán en supercontagiadores, vectores de transmisión, llevando la muerte a otros a los que pretendían salvar. Se les niegan las pruebas de diagnóstico obligándoles a trabajar enfermos, y condenándolos a ser verdugos de otros tantos conciudadanos y colegas de profesión. Este Gobierno no ha elaborado ningún plan de suministro, ni de protección específica ni de chequeo prioritario del personal sanitario como sí están haciendo otros países. Según los datos del INE existen un total de 568.350 profesionales en el Sistema de Salud público y privado que bastarían si el gobierno se hubiera anticipado y preparado.

Número de sanitarios en España.

Lombardía, una de las regiones más ricas de Italia, tiene una media de 355 camas por cada 100.000 habitantes (48 camas menos que Madrid) y los médicos ya están en la tesitura de tener que decidir a quién dedican sus esfuerzos, teniendo que decidir a quién salvar y a quién no. Esto mismo nos espera en España.

La mortalidad será superior a la prevista si el sistema sanitario no es capaz de absorber semejante cantidad de enfermos y es previsible que así sea, como ya se está viendo. Y esto se podía concluir mucho antes que teniendo mas de 4.000 infectados sobre la mesa en el momento del decreto de alarma. Esta capacidad de análisis, metódica y racional es la que se le pide a un gobierno, que ha de ser responsable y profesional porque habiendo permitido que se colapse el sistema sanitario, la mortalidad se multiplica hasta por 10 respecto a países que lo evitan como Corea del Sur con una mortalidad del ~0.5%. 

El 8 de Marzo acudieron a las manifestaciones feministas 120.000 personas, según la delegación de gobierno y 50.000 según la policía municipal, en cualquier caso el día 9 de Marzo las cifras oficiales hablaban de 400 nuevos casos y 11 nuevos fallecidos en un día, pero no será hasta 5 días después cuando se anuncia el Estado de Alarma y se decreta un día después, algo inaudito. El goteo de decisiones deja para dos días más tarde el cierre de fronteras. Y cada día importa. Se calcula que por cada día que se retrasan medidas de distanciamiento social, aumenta un 40% la cantidad total de infectados final.

Lo peor es que la cadena de errores continúa: Se han producido aglomeraciones de personas en las estaciones de trenes porque el Gobierno en su decreto no ha obligado a las empresas a suspender sus actividades de forma tajante. Esto alargará la agonía y hará inútil el sacrificio de los ciudadanos inmovilizados en sus casas.

Datos por Comunidades Autónomas.

Hemos sabido que días antes del 8M, autoridades europeas, gobiernos regionales y responsables técnicos alertaron del riesgo del aumento de casos descontrolados y el gobierno los desoyó. Una vez más se demuestra que cada uno rema en una dirección diferente, en 17 direcciones diferentes, produciendo una respuesta ineficaz a un problema que no entiende ni respeta ideologías o fronteras.

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