27 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Se niega a echar a su jefe de Gabinete Luis Miguel Barroso que fue director del Despacho Ministerial de la Presidencia de Venezuela

García Egea sopesa dejar caer a Josep Bou, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona

/ Josep Bou
Josep Bou ha enfadado a la práctica totalidad del PP catalán por sus formas y su decisión de despedir a asesores que militaban en el partido para colocar a personas afines. El portavoz 'popular' en el Ayuntamiento de Barcelona todavía conserva un amigo poderoso, Teodoro García Egea, que podría dejarle caer.

La versión oficial asegura que el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, el polémico empresario pastelero Josep Bou, se ha atrincherado en el cargo y no admite las órdenes de Génova 13, que le ha instado por boca de Ana Beltrán (vicesecretaria de Organización) a echar a su jefe de Gabinete.

Este cargo es uno de los controvertidos fichajes del concejal, que se desprendió de varios asesores militantes del PP para incorporar a amigos como su mano derecha: el consultor venezolano Luis Miguel Barroso, exteniente de navío de la Armada Bolivariana de Venezuela y exdirector del Despacho Ministerial de la Presidencia de Venezuela, entre mayo de 2015 y abril de 2017 bajo la presidencia de Nicolás Maduro.

Esta filtración a El Mundo, y la consiguiente llamada, han puesto en jaque a Josep Bou, que hasta ahora creía que podría repetir como candidato en 2023 gracias a su pacto subterráneo con Teodoro García Egea, del que fuentes del PP catalán dicen que "le ha reído las gracias a Bou en su guerra contra el líder autonómico Alejandro Hernández".

Según fuentes municipales, Bou no se habla con su único compañero de bancada en el Ayuntamiento de Barcelona, Óscar Ramírez, que fue jefe de campaña de Hernández en la debacle autonómica. Los malos resultados del PP catalán (mínimo histórico con tres parlamentarios y menos del 4% del voto) han provocado, según estas mismas fuentes, un runrún interno del que parece aprovecharse Josep Bou, que aseguró que si hubiera sacado "los resultados de Alejandro Fernández, pondría el cargo a disposición del presidente".

Josep Bou. 

Pero ahora, García Egea, que no ha podido tumbar a Hernández, quizá corte amarras con Bou al ver el numeroso grupo de enemigos que se ha granjeado el concejal dentro del PP catalán donde, según algunas voces consultadas por elcierredigital.com, advierten con recelo los fichajes externos tanto de Hernández (que incorporó a Lorena Roldán de Ciudadanos o a Eva Parera, de Barcelona pel Canvi) como de Bou, que cuenta con un jefe de Gabinete con pasado chavista.

El pacto con alfileres

Y según las fuentes consultadas, esas pésimas relaciones entre Bou y Ramírez (que se niega a casar a personas del mismo sexo y accedió al puesto tras relevar a Daniel Serrano, acusado de agresión sexual) han estado a punto de provocar la ruptura del grupo del PP en Barcelona.

Esta fractura hubiera enviado a ambos al Grupo Mixto, les hubiera impedido presentar iniciativas y habría dejado al PP sin sus 107.000 euros anuales, seis asesores y tres consejeros por cuenta del consistorio.

El choque estuvo a punto de cristalizar después de que seis de los siete presidentes de distrito por el PP en Barcelona firmasen una carta contra Bou. La misiva, evidentemente, buscaba la renuncia del portavoz. Pero este amagó con marcharse al Grupo Mixto y esta amenaza, tal y como señalan fuentes de Génova 13 a este medio, provocó una llamada de Casado al concejal para "templar gaitas".

Bou ha explicado que está "en manos de una persona, que es el presidente del partido, Pablo Casado. Tengo un pacto de caballeros con él. Yo siempre le pregunto. Si en algún momento me dijera que me fuera –por el motivo que sea– yo me voy. No sé si con los demás se puede decir lo mismo, pero yo soy totalmente leal al Partido Popular. No estoy afiliado, tampoco es tan necesario, quizás me interesaría a mí para tener más poder y llegar a más sitios, pero yo continúo por aquí". A ver por cuánto tiempo. 

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