25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Santiago Abascal fulmina de la formación a reconocidos miembros díscolos como Cristina Seguí, Juan Jara y Paloma Zorrilla

Operación 'depuración' en VOX, se expulsa del partido a todo aquel que sospecha y pregunta por su financiación

Los miembros fundadores de VOX.
Los miembros fundadores de VOX.
Desde la fundación de Vox en diciembre de 2013 el partido de Santiago Abascal ha ido limando cualquier intento de disidencia interno. Primero fueron Cristina Seguí, fundadora y miembro del Comité Nacional, después el vicepresidente del partido Juan Jara y por último Paloma Zorrilla. La formación nació como disidencia interna del Partido Popular (PP) con un acto masivo celebrado en Vista Alegre a principios de 2014. Lo cierto es que a quien pregunta sobre el dinero, lo echan.

La primera en disentir fue Cristina Seguí, el rostro más mediático de la nueva formación de Abascal, entonces miembro del Comité Ejecutivo Nacional y presidenta del partido en Valencia, cuando denunció que el presidente en funciones del partido, José Luis González Quirós, se estaba lucrando a costa de la formación. Según la denuncia pública de Seguí, González Quirós facturó más de 58.000 euros a VOX en cinco meses a través de la consultoría "Mind and Matters", la cual pertenecía a él y a su hijo. La dirigente política reveló estas prácticas después de recibir críticas de parte de dentro de su partido por conceder una entrevista a la revista Interviú en agosto de 2014. Seguí se convirtió entonces en militante de base y en tertuliana asidua de programas de televisión.

Seguí explicó entonces, el Comité Nacional del que formaba parte no conoció las facturaciones de Quirós hasta un mes antes de dimitir: "Me enteré de que el presidente en funciones cobraba sueldo en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional y pedí explicaciones sobre cuáles son los criterios para cobrar en el partido", explicó Seguí entonces.

González Quirós argumentó que de esa suma, 5.000 euros constituían su sueldo, mientras que "el resto del dinero" no lo podía "justificar".  Seguí señaló también como responsable al presidente de la formación de aquel entonces Alejo Vidal Quadras, quien dimitió como presidente del partido el día posterior a las elecciones europeas porque no consiguió ningún escaño.

Cristina Seguí, una de las simpatizantes más conocidas de Vox.

Seguí denunció todo aquello en su blog. La simpatizante valenciana de VOX escribió entonces que "el verdadero peligro en Vox no es el de una mujer que aparece en Interviú, una entrevista en absoluto reprochable; el verdadero peligro en Vox es un presidente provisional orquestando maniobras de destrucción de su propio partido mientras lo dilapida facturando 11.670,50 euros al mes a través de su empresa", en relación a Quirós.

En aquel entonces, Iván Espinosa de los Monteros, actual vicepresidente del partido, declaró a la prensa que “tenemos una vocación de luchar contra la opacidad" y consideró bien que se subcontratara con gente “de la gente de quien lideraba el partido”. Cuando estalló el escándalo de Cristina Seguí, Santiago Abascal era entonces el secretario general del partido, y según la dirigente, "se ha visto sometido a presiones internas" para alejarle de la toma de decisiones de Vox. Luego se convirtió en presidente del partido tras la dimisión de Alex Vidal Quadras.

José Luis González Quirós, que abandonó VOX en 2015, reconoció al diario El Mundo que su empresa trabajó en la campaña de Vox desde enero hasta mayo y que "la consultoría sigue prestando un pequeño servicio a la web", aunque "Cristina Seguí le ha querido dar más importancia".

La expulsión de Juan Jara

En septiembre de 2016 fue Juan Jara, vicepresidente primero de VOX, quien remitió una carta pública al ya presidente de la formación Santiago Abascal preguntándole directamente: "¿en qué actividad habéis invertido 740.640,36 euros de nuestro dinero, el de todos los afiliados y los donantes?" La pregunta obtuvo como respuesta una inmediata expulsión de VOX del que hasta entonces era la mano derecha de Abascal.

Juan Jara, exvicepresidente de Vox.

En la carta que intentó hacer llegar a todos los militantes Jara se preguntaba: “¿Quién dona a VOX y por qué cuantía? ¿Qué gastos electorales son discrecionales y cuáles no? ¿Cuánto os gastáis del dinero de todos en tarjetas Green?” y exigía a Abascal transparencia. Jara pedía entonces reiteradamente las cuentas de 2015 y Abascal "nunca las ha llevado al Comité Ejecutivo".

Las críticas de Jara llegaron directamente a la persona de su presidente, del que decía que: “Has convertido a VOX en un sistema política unipersonal, que destaca por la arbitrariedad del Comité de Garantías, y en el que todo pasa y se queda en un pequeño grupo: Javier Ortega Smith Molina, Víctor González Coello de Portugal, Rocío Monasterio y Enrique Cabanas”.

Jara denunciaba entonces que la vocación de luchar contra la opacidad nunca se puso en ejercicio. Según Juan Jara, “VOX es opacidad y es arbitrariedad, también en materia financiera, en el que a las estructuras provinciales no llega ni un euro, ni un cartel, ni un pasquín”. En la actualidad Juan Jara continúa dando clases de Medicina en la Universidad.

En la actualidad VOX reconoce, además de los 3.5000 euros oficiales de nómina de Santiago Abascal, pagos de idéntica cuantía a Javier Ortega Smith, actual secretario general, por sus trabajos como letrado para el partido, y a otros personajes como Manuel Mariscal Zabala, jefe de Prensa de la formación.

Actualmente VOX reconoce en su portal de transparencia ingresar en aportaciones privadas durante el año 2017 un total de 463.582 euros reconocidos de ingresos públicos. Por ingresos de afiliados obtuvieron 272.275,99 euros. La cuenta de resultados final en este apéndice arroja un resultado positivo de 82.092,64 euros. Todas las cuentas de VOX están manejadas por Andrés Porta, el tesorero y Enrique Cabanas, gerente de la formación.

Sin embargo, el 80 por ciento de los ingresos que recibe VOX proviene de las subvenciones que conceden las distintas administraciones públicas. La otra gran pata de sus ingresos son las cuotas que pagan sus afiliados o las donaciones. Hasta las elecciones andaluzas VOX no tenía representación institucional y por tanto se financiaba de donaciones, recibiendo 1,8 millones desde 2014, frente a los 1,2 millones de euros que reciben PP y PSOE, por ejemplo. Abascal siempre ha dicho que las cuentas están entregadas en el Tribunal de Cuentas y que son ellos quienes tendrán que aclarar si existen irregularidades. Sin embargo, el Tribunal señaló que hasta que VOX no tuviera representación no existía obligatoriedad de auditar las cuentas de este partido y que el primer ejercicio en el que Vox presentó las cuentas anuales a esta institución fue 2016, coincidiendo con las denuncias de Juan Jara. 

Donaciones de exiliados iraníes

VOX recibió en 2015 recibieron 462.712 euros en donaciones, por los 202.471 euros del PSOE. En 2016, ingresaron por este concepto 216.697 euros, mientras el PP se quedó en 85.983 euros. En 2017, las últimas cuentas accesibles, Vox recibió 189.763 euros; el PP 32.869 euros y el PSOE, 560.912 euros. El escándalo surgió cuando se supo que la mayor parte del dinero usado para la campaña de las elecciones europeas en 2015 provenían de fondos aportados por los exiliados iraníes en España, a pesar de que la formación siempre se ha quejado en su programa del aumento de inmigrantes en nuestro país.

El escándalo Zorrilla

El penúltimo escándalo de la formación de Abascal lo protagonizó la televisiva abogada Paloma Zorrilla en febrero de este mismo año, cuando decidiño abandonar VOX junto a su marido por recibir críticas al regentar el mismo una clínica ginecológica donde se practican abortos.

Tal y como contamos en Elcierredigital.com, la tertuliana y abogada decidió abandonar Vox Navarra quince días después de darse de alta, cuando ella y su marido, el prestigioso ginecólogo José Miguel Gurrea, fueran expedientados porque él posee una clínica donde se practican, entre otras intervenciones, abortos médicos. Zorrilla y su marido se enteraron de su expediente gracias a una persona que lo puso en un grupo de chat, que compartían con otros militantes de Vox navarros.

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