26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

El 80 por ciento de los ingresos de su empresa Euroexplotaciones Agrarias S.A. proviene en algunos ejercicios de subvenciones

Casa de Alba: El lucrativo negocio de las subvenciones agrarias de la UE y las autonomías españolas

Los Alba en el entierro de la Duquesa Cayetana.
Los Alba en el entierro de la Duquesa Cayetana.
Los Alba son una de las familias más poderosas del país. En ellos se da una mezcla de fortuna económica, nobleza y tradición histórica. Uno de los puntales de sus fortunas son, sin duda, las 45.000 hectáreas que disponen, dedicas a actividades agropecuarias. Una actividad especialmente rentable, sobre todo, por la cantidad de subvenciones que han percibido desde hace veinte años de la Unión Europea. Ayudas de la Política Agraria Común (PAC) que pueden sumar más de tres millones de euros anuales.

La fortuna de los Alba se calcula en unos 2.800 millones de euros, según la revista Forbes. Aunque otras fuentes próximas al Ministerio de Hacienda la sitúan en 3.200 millones. Dentro de esta fortuna están las distintas empresas que gestionan las enormes explotaciones agrarias (unas 45.000 hectáreas) de la Familia, entre ellas Euroexplotaciones Agrarias S.A., dueña de un gran latifundio en el municipio cordobés de El Carpio. Una sociedad domiciliada en la calle Princesa número 20, de Madrid, donde está el Palacio de Liria.

Fue constituida el 20 de diciembre de 1988 con el objeto social de explotación de fincas rusticas, explotaciones agrarias, forestales, pecuarias o cinegéticas por cualquier título así como la compra, venta y transporte de elementos y materiales empleados en la construcción y que tiene como principal accionista al actual Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart.

Esta empresa cerró sus cuentas de 2010 con unos activos valorados en 14.989.982,73 euros y con unas ventas de 1.670.218,23 euros. En el año 2017, Euroexplotaciones recibió 964.297,54 euros de ayudas de la Unión Europea. Y en 2018, estas llegaron a 980.000 euros. "Estas subvenciones se corresponden con ayudas para la explotación de cultivos por campaña y la cría de ganado en base a la Política Agraria Común y con la devolución parcial del impuesto sobre gasóleo agrícola", ha publicado elportal Vanitatis.

Por esas tierras ganaderas y agrícolas, ubicadas principalmente en Sevilla, Córdoba, Ávila y Salamanca, la Casa de Alba ingresa aproximadamente, desde hace ya veinte años como media por empresa, un millón de euros al año en subvenciones agrarias. Una cantidad que ha llegado a suponer el 80% de sus ingresos en algunos ejercicios. El sistema de ayudas agrícolas se basa sobre todo en el número de hectáreas de las fincas.

Y todos sus números positivos han salido, por supuesto, gracias a las cuantiosas subvenciones, principalmente por el cultivo de campaña y la cría de ganado. Además, también ha recibido subvenciones de la Junta de Andalucía, que, por ejemplo, pagó  1.093.434,66 euros en 2009 y 1.192.588,78 euros en 2010 como ayudas a estas explotaciones.

Finca El Carpio (Córdoba). 

Pero todas estas ayudas a la Casa de Alba, que ahora han salido a luz por la reorganización de cuentas y sociedades que han tenido obligatoriamente que realizar para la partición de la herencia tras la muerte de la matriarca Cayetana Fitz-James,  no son nuevas. Así, ya entre los años 2000 y 2004 sus empresas arrojaron unos beneficios de 6.458.672,55 euros, gracias a unas subvenciones por parte de la Junta de Andalucía, presidida entonces por el socialista Manuel Chaves, por un montante total de 6,8 millones de euros. Con esta cuantía se cubrían muchos gastos, entre ellos su plantilla de jornaleros. 

Otras empresas

El resto de las siete empresas agrícolas de la familia Alba recibe también ayudas europeas. Valga como ejemplo Agralsa, sociedad que presidió Cayetana Fitz-James en su día, que recibió más de un millón de euros en el último ejercicio conocido por sus extensas fincas de Salamanca. Esta sociedad también tiene su domicilio social en la calle Princesa, 20 de Madrid, la dirección del Palacio de Liria. También Eurotécnica Agraria es otra de las grandes compañías agrícolas de la familia y en el ejercicio del año 2017 sumó un total de 764.000 euros en ayudas agrícolas europeas.

Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart. 

Pero lo más curioso es la trayectoria de esta sociedad, que fue traspasada a la sociedad dedicada a la explotación de fincas rusticas, explotaciones agrarias, forestales, pecuarias o cinegéticas, Eurotécnica Agraria S.A.

Esta empresa que a pesar de sus 9,2 millones de capital está evaluada con claros problemas de solvencia por empresas especializadas. Llegó a acumular 3,8 millones de euros de pérdidas en trece ejercicios, que cerró siempre en negativo salvo los bienios 2002-2003 y 2008-2009.

Las desgravaciones de la casa de Alba

Además de recibir estas ayudas, las empresas agrícolas de la Casa de Alba también se han beneficiado de desgravaciones, gracias a las donaciones que han dado a la Fundación Casa de Alba, que cuida del patrimonio inmobiliario y artístico propiedad de la familia, un tesoro cultural. Las donaciones de una empresa como Euroexplotaciones Agrarias le han dado derecho a desgravarse en los últimos años un total de medio millón de euros.

También desde hace años, su sociedad de cartera "Inversiones Princesa" también efectuó donativos a la Fundación Casa de Alba, lo que le ha permitido beneficiarse de desgravaciones durante varios ejercicios.

Palacio de Liria (Madrid).

Así, las empresas de la familia Alba han utilizado este sistema para desgravar impuestos durante muchos años mediante la Fundación Casa de Alba. Bajo su manto se gestionan los tesoros artísticos y los palacios de los que disfruta la familia. Esta entidad cultural es la que recibe donativos de las empresas de la Casa. Durante años, las principales empresas facturersa de los Alba estuvieron bajo la presidencia única de la duquesa Cayetana Fitz James, hasta que las repartió todas en vida entre su familia.

Monumentos como el Palacio de Liria están declarados Bienes de Interés Cultural (BIC). Esto les supone obligaciones como la apertura de sus instalaciones al público y un gasto añadido de conservación. Por eso, los Alba han pasado de abrir obligatoriamente a redirigir esta obligación. Así actualmente mantienen la intención de abrir todos los días como museo.

Precisamente, en los últimos años la Fundación Casa de Alba ha decidido obtener réditos económicos de su patrimonio cultural, a lo que se ha sumado la iniciativa de prestar su nombre para la comercialización de productos gourmet. Productos a los que curiosamente hacen publicidad en la misma página donde se divulgan los objetivos culturales de la Fundación.

Esto ha llevado a un cambio en la gestión del patrimonio cultural de la Casa de Alba que se vio ya traducido en la organización en 2012 de la mayor muestra realizada hasta ahora de su patrimonio artístico. Los ingresos por las visitas a estos tesoros, también en el Palacio de Liria, le servirán para mejorar unas cuentas que no iban del todo bien.

A pesar de que su situación contable nada buena en anteriores ejercicios, los auditores han señalado que es precisamente su gran patrimonio el respaldo necesario para mantener vivo el legado de la Casa de Alba. 

En una ocasión, la fallecida duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, defendió que tiene tanto derecho para cobrar subvenciones y ayudas como cualquier otro ciudadano. Se había producido entonces una polémica sobre el cobro de ayudas públicas por la renovación de las calderas de los edificios aledaños al Palacio de Liria, y la duquesa no dio ni un paso atrás.

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