29 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

El ex secretario general de UGT falleció ayer en Madrid a los 95 años tras una vida dedicada al sindicalismo y la lucha por las libertades

Con Nicolás Redondo se va el sindicalismo: De su huelga a Felipe González a no liderar el PSOE

El Cierre Digital en
/ Nicolás Redondo Urbieta
Nicolás Redondo Urbieta falleció anteayer a los 95 años de edad en Madrid. El histórico sindicalista renunció a liderar al PSOE en Suresnes, encabezó la UGT durante 18 años, luchó por la reinstauración de las libertades y llevó a su sindicato a promover la huelga general de 1988 contra el Gobierno de Felipe González.

Nicolás Redondo Urbieta murió anteayer en Madrid a los 95 años de edad tras una vida dedicada a la lucha por las libertades y los derechos de la clase trabajadora. Este histórico sindicalista antifranquista ejerció como secretario Político de UGT desde 1971 y posteriormente renunció a liderar al PSOE en el Congreso de Suresnes de 1974 porque entendió que era el momento de los jóvenes sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra

Tras luchar en favor de la reinstauración de las libertades, el sindicalista natural de Barakaldo se convirtió en 1976 en secretario general de UGT, cargo que mantuvo durante 18 años atreviéndose, entre otros asuntos, a liderar una huelga general en 1988 contra un Gobierno del partido político hermano de su sindicato, el PSOE de Felipe González. 

Elogios a Redondo Urbieta

Recuerda UGT que "en su lucha por la justicia social, fue detenido y procesado por la dictadura franquista en numerosas ocasiones debido a sus actividades políticas y sindicales" y que "su figura es clave en las conquistas de las libertades sindicales y políticas, así como en la consecución de derechos laborales y sociales de nuestro país. Hombre comprometido, valiente y coherente, estuvo siempre a la altura de los retos y tiempos históricos que le tocó vivir". 

El PSOE explica que "es una figura imprescindible del sindicalismo en España durante la dictadura, la transición y en democracia", el presidente Pedro Sánchez dice que "nos deja Nicolás Redondo, una figura clave en la historia de nuestra democracia. Todo mi cariño a su familia, amigos y compañeros y compañeras", y la vicepresidenta Yolanda Díaz afirma que deja "atrás una vida consagrada a la defensa de las personas trabajadoras, las libertades y la democracia". 

El expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra recuerda la autoridad que imponía el sindicalista en el Congreso celebrado por el PSOE en 1976 en el Hotel Meliá de Madrid: "Asistí como delegado por la Federación Provincial de Badajoz. Entre las enmiendas que presenté a ese cónclave sobresalía la que dejaba en libertad a los afiliados socialistas para no tener que militar obligatoriamente en el sindicato de la Unión General de Trabajadores. Creo que no tuve tiempo de hablar en la comisión correspondiente". 

Y añade: "Casi se me echa físicamente encima el entonces secretario general de la UGT, Nicolás Redondo Urbieta. La bronca fue de campeonato. No tuve más remedio que retirar la enmienda porque en aquellos tiempo los mayores y con años de militancia a sus espaldas se revestían de una autoridad que ellos no exhibían sino que se la concedíamos los más jóvenes. Ni Nicolás me guardó rencor ni yo he dejado de militar en el sindicato socialista aunque hace ya unos años que la militancia en el mismo no es obligatoria". 

Perfil de un luchador

Nicolás Redondo Urbieta ejerció de metalúrgico, era hijo de Nicolás Redondo Blanco, socialista de Baracaldo (Vizcaya) que fue presidente del Frente Popular y miembro de la Junta de Defensa de dicha localidad durante la Guerra Civil, y padre de Nicolás Redondo Terreros, exlíder de los socialistas vascos. 

Durante la Guerra Civil, tal y como recoge la Fundación Pablo Iglesias, fue evacuado en 1937 en el buque La Habana llegando al puerto de Burdeos (Francia), donde fue acogido en Herault por una familia minera de origen español, con la que permaneció hasta que en 1940 fue reclamado por su padre. 

En 1942 comenzó a trabajar como aprendiz de ajustador en Astilleros Españoles La Naval en Sestao (Vizcaya) y en 1945 se incorporó a la organización socialista clandestina, ingresando en las JSE y la UGT y un año después en el PSOE, donde era conocido por entonces con el nombre clandestino de "Juan". 

El 1º de mayo de 1947 participó en la primera huelga general celebrada en el País Vasco durante la dictadura y fue detenido por primera vez en 1951 junto a más de sesenta militantes de las JSE siendo acusados de "pretender organizar un partido socialista", permaneciendo en la cárcel durante dos meses. Posteriormente sufrió detenciones en 1958, 1960, 1962, 1967, 1968 (en dos ocasiones, julio y diciembre), 1969, 1970, 1971 1973 y 1974. Durante el Estado de Excepción de 1967 estuvo desterrado varios meses en Las Mestas en Las Hurdes cacereñas. 

Terreros

Su hijo, Nicolás Redondo Terreros. 

También ejerció de diputado y en mayo de 1985 rompió la disciplina de voto en el Grupo Parlamentario Socialista votando en contra de la Ley de Reforma de las Pensiones y en octubre de 1987 renunció al acta de diputado en contra de la política del Gobierno al haber votado en contra de los Presupuestos Generales del Estado para 1988. Junto con Comisiones Obreras, la UGT convocó dos huelgas generales durante el gobierno de Felipe González, la del 14 de diciembre de 1988, que paralizó el país, y la del 27 de enero de 1994. 

Su hijo, Nicolás Redondo Terreros, sufrió el pasado año un expediente de expulsión del PSOE tras haber participado en un acto de la campaña madrileña junto a la 'popular' Isabel Díaz Ayuso. La Comisión Ejecutiva Federal, que ha auspiciado el inicio del expediente de expulsión por el mismo motivo de Joaquín Leguina, no le ha retirado el carnet "porque no queda acreditado la comisión de las faltas atribuidas y sí queda acreditado que Nicolás Redondo actuó solicitando la rectificación de las informaciones publicadas, negando haber solicitado el voto para Díaz Ayuso al tiempo que defendió al candidato del PSOE".

"No hubo ninguna actividad política: se trataba de un proyecto de una fundación, Alma Tecnológica, para ayudar a gente con minusvalías importantes. Eso era lo que queríamos mostrar a los candidatos, pero alguien se puso nervioso", explicó el líder del PSE. 

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